Hace un año murió Antonio Gil Yovera, el primer enfermero caído por COVID-19 en La Plata.
Sus compañeras y su esposa realizaron una protesta en las puertas del Ministerio de Salud provincial y entregaron un petitorio con numerosos reclamos del sector: salario mínimo igual a la canasta básica, basta de poliempleo, licencias y más personal, basta de becas y precarización, pase a planta permanente, pensiones para las familias de los caídos, entre otras.
Esto nos decía Carmen Burgos, trabajadora del Hospital San Martín y esposa del primer enfermero fallecido: “…Estamos acá para reclamar por sus derechos, para que la enfermería sea considerada profesional, para que nadie cobre debajo de la canasta básica. Nos tienen que tratar como personas, tenemos familia, tenemos hijos. Hay muchas compañeras que han quedado viudas y que tenemos el trámite de la pensión congelado. Otras pocas que ya están cobrando perciben apenas $ 17 mil. ¡Es una vergüenza! ¿Cómo el gobierno puede dar una pensión que es la cuarta parte del sueldo del familiar que perdimos?”.
Déborah Fernández, enfermera del HIGA San Martín, explicó: “El personal de salud está cansado, y dice basta. Somos la columna vertebral del sistema sanitario y nos merecemos un sueldo digno y mejoras laborales. No podemos seguir en estas condiciones y sin soluciones de fondo, sin priorizar realmente el sistema sanitario público que es el que carga con la mayor atención y contención de la población. No solo en la pandemia, que lo único que hizo fue a dejar al desnudo las terribles condiciones en las que debemos trabajar y con salarios miserables, cuando día a día nos jugamos la vida; y no solo en un trabajo, sino en dos o tres porque con los ingresos por debajo de la canasta familiar todos tenemos que caer en el pluriempleo con lo que eso conlleva”.
Paralelamente a la protesta de la primera línea, se dio a conocer que el gobernador Axel Kicillof acordó el pago con buitres de la deuda odiosa de Vidal y Scioli. Claramente la prioridad de este gobierno no es responder a las necesidades del pueblo trabajador, sino de los bancos.
