Desde el 11 de julio, día en que se desató una ola de protestas en todo Cuba, los debates que sobrevolaron sobre la situación política de la isla son miles. Sin dudas, el impacto de este suceso internacional, llegó a nuestro país. En estas líneas queremos repasar algunas posturas y polemizar a partir de nuestra propuesta de izquierda revolucionaria que tiene como horizonte el socialismo con democracia.
En primer lugar, vale hacer un repaso sobre la situación del país. Hoy Cuba se encuentra asediada por la falta de medicamentos, de comida, cortes prolongados de los suministros de luz, los efectos de la pandemia[i] y un ajuste económico muy fuerte[ii], todos elementos agravados por el bloqueo comercial (criminal) que Estados Unidos mantiene desde hace larga data. Además, se suma que el gobierno comandado por la casta burocrática, hoy dirigida por Díaz Canel, lejos de querer profundizar las conquistas logradas en la revolución del ’59, expresa un giro restauracionista desde la década del ’80 hasta nuestros días. La Ley 118 de Inversiones Extranjeras, sancionada en 2014, donde se dan nuevas ventajas a las inversiones extranjeras particularmente en materia impositiva y se habilitan “zonas especiales de desarrollo” -donde priman las leyes del mercado y menos derechos laborales-, es una muestra cabal.
A partir de entonces, diferentes figuras de la política nacional salieron a posicionarse. En primer lugar, podemos ver el cinismo de la campaña llamada #SOSCuba, liderada por Juntos por el Cambio con Macri como exponente. Libertad es el concepto que esgrimen ante las imágenes que recorren los medios de comunicación y las redes sociales. Sin embargo, la única libertad por la que pelea el espacio que gobernó entre 2015 y 2019 es la libertad de empresa. La farsa de la defensa de las libertades democráticas del pueblo cubano, por este espacio, encuentra su límite en la investigación que se está llevando a cabo sobre el suministro de armas y municiones, que ellos mismos propiciaron, a quienes perpetraron el golpe en Bolivia llevando a Jeanine Añez al poder. En síntesis, para este sector, reflejo de la derecha continental en nuestro país, su deseo es que Cuba se convierta en un país donde primen las políticas pro mercado que terminen de barrer las conquistas de la revolución.
Por otro lado, se encuentran las posiciones del progresismo o posibilismo. En ellos se encarna una defensa cuasi acérrima al régimen de partido único del PC cubano. Todas las responsabilidades de las inclemencias actuales que denuncian los jóvenes de la isla, residirían en los efectos del bloqueo comercial propiciado por Estados Unidos. Compartimos con este sector que tales políticas del imperialismo “matan, enferman, provocan hambre y privaciones indecibles”[iii]. Sin embargo, rechazamos el planteo de que solo algunas protestas actuales sean comprensibles mientras que “(…) probablemente la mayoría, son producto de los dineros y la enorme campaña de desestabilización”[iv]. Como lo expresamos en el sitio de nuestra Liga Internacional Socialista, no son representantes de alguna fuerza armada estadounidense los detenidos, sino “activistas socialistas como Frank García Hernández, historiador marxista y miembro de Comunistas Blog, Maikel González Vivero, activista LGBT+ y director de la revista Tremenda Nota, o Antonio Pérez Fernández, estudiante que ya había sido arrestado por portar un cartel que decía ‘socialismo sí, represión no’”.
La nueva situación desatada tiene que ayudar a pensar nuevos horizontes. Partiendo del repudio a toda injerencia imperialista, bregando por la independencia de Cuba y luchando por el fin del bloqueo comercial de Estados Unidos, apoyamos al pueblo que salió a reclamar sus derechos de forma legítima. Ser la pesadilla de quienes pretenden arrebatarnos los sueños hoy implica pelear para que el gobierno cubano atienda el reclamo del pueblo, exigiendo la apertura de canales democráticos (finalizar el régimen de partido único) y el fin del curso restauracionista. Que un gobierno declamado socialista sea quien ajuste y reprima al pueblo, no es más que abono para la campaña de los gusanos imperialistas que intentan hacerse con el poder.
Por eso defendemos un modelo socialista, definido como el control democrático de la clase trabajadora y el pueblo sobre el conjunto de la economía, para orientarla hacia la satisfacción de las necesidades y no hacia la ganancia capitalista. Socialismo como democracia real, donde las decisiones fundamentales no queden en manos de las corporaciones y sus políticos, sino del conjunto de los trabajadores y el pueblo.
Nadia Burgos y Nicolás Zuttión
[i] Hasta el 12 de abril de 2021, a casi un año de pandemia en el país, habían fallecido 467 personas y se habían diagnosticado 87 385 casos. Solo tres meses después, el 12 de julio, la cifra alcanza los 1.579 fallecidos y 224 914 casos positivos.
[ii] Tras la reforma monetaria del 1 de enero de 2021, donde se unificó el CUP (peso cubano) y el CUC (peso convertible) bajo un cambio de U$S 24, la devaluación de la moneda local alcanzó un 2400% desatando un proceso inflacionario.
[iii] Cuba, el bloqueo y la crisis. Fuente: https://www.pagina12.com.ar/354370-cuba-el-bloqueo-y-la-crisis
[iv] Ídem