En plena discusión de la Ley Bases, la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte (CATT) anunció, criticando el atropello que dicho proyecto de ley genera para el conjunto de la clase trabajadora, un paro para el día 6 de mayo. Unos días después y por una resolución de un plenario de la Confederación llamaron a bajar el paro y a realizar “asambleas en todos los gremios del transporte sin afectar a los usuarios”. Finalmente esta mañana hubo pocas acciones, que demuestran que la burocracia sindical de la CGT no tiene como norte real hacer caer el plan de ajuste del gobierno de Milei.
La burocracia le bajó el precio a la jornada e hizo la plancha
Apenas se conoció la noticia del paro de transportes el gobierno nacional salió a cuestionar la convocatoria y advirtió que estaba evaluando tomar medidas concretas para sancionar a los gremios del transporte aéreo, terrestre, marítimo y de cargas que impulsaran medidas de fuerza como “asambleas” por turno, aunque sin paro total de la actividad, para el lunes 6 de mayo. Ante esto, enseguida la CATT reculó en chancletas. “Nunca dijimos que iba a ser un paro” dijo Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria y de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte. Dicho y hecho, en los ferrocarriles esta mañana no hubo ninguna asamblea impulsada por la dirigencia en ninguno de sus ramales.
Por su parte la UTA, que dirige Roberto Fernández, tampoco realizó ninguna asamblea. En los gremios aeronáuticos, sobre todo en Aerolíneas donde existe una gran preocupación por su privatización, hicieron asambleas que retrasaron algunos vuelos. Las acciones más visibles se vieron en las líneas de subte, donde se levantaron molinetes desde las 7 a las 10 horas a modo de protesta.
Por un parazo el 9 y por continuidad hasta ganar
Un ataque como el que lleva adelante el gobierno de Javier Milei con una Ley Bases que avasalla derechos históricos de los trabajadores y pretende rifar el país al mejor postor es imposible de enfrentar con direcciones como estas al frente. Pasaron del paro a una jornada de protesta casi inadvertida. La inacción también juega a favor de los libertarios y su plan, por eso mientras reclamamos acciones nacionales hay que preparar la organización para sacarse de encima a estos burócratas y pelear por nuevas direcciones sindicales, con el activismo que surge de abajo y que los presiona. El rol nefasto de las direcciones políticas y sindicales del peronismo y otras fuerzas le permiten al gobierno tener la media sanción en Diputados y tener la posibilidad de hacer pasar en el Senado su ley, cosa que posiblemente logre total o parcialmente.
Nosotros no confiamos en esa cueva de bandidos. Creemos en la fuerza de las calles. Por eso debemos impulsar con fuerza el paro del jueves 9 de mayo en todos los lugares de trabajo, explicando las razones, los ataques a derechos laborales y jubilatorios, entre otros. Aprovechar que la burocracia no pudo levantarlo por el fuerte descontento que hay por abajo y que a pesar de que sea tardío, tenemos que seguir exigiendo a la CGT y también a las CTA que le den continuidad, convocando a un nuevo paro con movilización al Congreso el día que el Senado trate la Ley Bases para que haya miles en la calle presionando su rechazo. Y que esas acciones además tengan continuidad en un verdadero plan de lucha nacional hasta derrotar de conjunto el plan de ajuste del gobierno y sus cómplices.