miércoles, 1 mayo 2024 - 20:45

Sanidad. La presión de las bases entra de lleno en el conflicto

Hasta la semana pasada el sector que tenía la ofensiva sobre el conflicto de las paritarias sin dudas era el de los empresarios que tomaron la iniciativa sin perderla en ningún momento. Con la convocatoria al paro la irrupción de los trabajadores cambió la dinámica incluso a pesar de su conducción Celeste y Blanca.

Las patronales a la ofensiva

Conformaron una federación y la UAS (Unión Argentina de Salud) para hacer lobby frente al gobierno y resistir en mejores condiciones la lucha con los laboratorios por la tasa de rentabilidad que empezaron a perder con éstos.

Arrancaron diciendo que no iban a poder pagar las paritarias, mandaron una solicitud para suspenderlas al ministerio de trabajo, armaron un amparo judicial, realizaron una conferencia de prensa para ganarse la opinión pública con el verso de la crisis por el aumento de los costos durante la pandemia y le retrucaron a fondo al gobierno que tímidamente había dicho que “habría que repensar el sistema de salud”.

Sin ninguna duda y con firmeza acusaron al gobierno de querer desfinanciarlos y estatizarlos y se encontraron con un retroceso en silencio del Frente de Todos. Algo que por otra parte ya estamos bastante acostumbrados.

La burocracia de Daer y West Ocampo entre la espada y la pared

La burocracia en medio de este conflicto se jugó por la negociación desde el principio con el claro objeto de no tener que abrir nuevamente la caja de pandora de la movilización ya que con la experiencia de marzo vio con meridiana claridad que potencialmente se podría producir un desmadre que, además, pueda desembocar en  fortalecer más a la BORDÓ.

Jugada por la negociación, la CyB, dejó correr el vencimiento de una de las paritarias, no hizo nada frente a la presión de las patronales y solo atinó a sacar un comunicado. Tenía armada a toda su militancia (congresales, delegados y activistas) en que se estaba negociando y que iba a haber un acuerdo. En medio de esta situación la presión más general por la carestía obliga al gobierno a cambiar su política salarial y el techo de paritarias pasa del 30% al 45% con lo cual a la burocracia se le complicó más aún el panorama.

Cuando se vencieron la totalidad de las paritarias del sector de servicio y que las patronales seguían firmes en no poner un centavo no les quedó otra que decir que iban al plan de lucha como venía planteando la BORDÓ por todos lados desde hacía un mes.

Sin embargo, este “plan de lucha” a diferencia del de marzo estiraba más los tiempos mostrando que seguían jugándose por una negociación sin llegar al paro. Maniobraron al no convocar a asambleas por establecimiento diluyendo las mismas en asambleas por sector durante 3 días para que no haya nada centralizado. Y tiraron el paro acotado a 4hs y hacia el fin de semana para intentar negociar y no mover mucho a la base.

La iniciativa empieza a estar en manos de las y los trabajadores

La habilitación del “plan de lucha” empezó a remover al equipo de salud que está colapsado e indignado por la hipocresía de que somos esenciales y tenemos salarios y condiciones de trabajo de última.

Sin que la burocracia hiciera realmente las asambleas ni comenzara a preparar el paro (ya que no lo quería hacer) las y los compañeros lo tomaron en sus manos y se abrió con todo un debate de cómo garantizarlo a pesar de que la conducción del gremio no los preparaba para nada.

De lunes a miércoles la autorganización, el debate y los preparativos para garantizar el paro fueron in crescendo y mostraron un claro horizonte: se venía un parazo total que podía desbordar los límites establecidos por una burocracia que estaba completamente a la defensiva.

Incluso, la fuerza de la preparación del paro llegó a quebrar el frente de los empresarios de la salud que se dividieron en presionar más con un comunicado en el cuál decían que iban a suspender la atención frente al paro y otro que empezó a percibir que se estaba jugando con fuego porque la gente estaba preparando un estallido.

En este punto de mayor tensión vino a intervenir el Gobierno en consenso con las patronales y la burocracia con un balde de agua fría con la conciliación obligatoria antes de que haya medidas.

El paro que no fue: salvataje de la burocracia y profundización de su deterioro con la base

La conciliación obligatoria y su acatamiento (festejado por la burocracia) hizo que la gente montara en cólera y en una impotencia tremenda. La bronca se manifestó en todos los establecimientos y hasta militantes de la celeste y blanca quedaron en falsa escuadra sin política ni línea concreta. La burocracia acataba y no proponía nada.

Durante la tarde del jueves se vieron en la necesidad de reubicarse para intentar detener o aminorar el desbande, es por ello que llamaron a las apuradas a una “asamblea abierta” en la Swiss Medical para escrachar a Belocopitt. La demostración de que esta medida fue adoptada a contragolpe y por presión de la gente se manifestó en la tardía y poca difusión de la acción.

La Bordó junto a centenares de activistas en cada lugar son la alternativa

Desde la BORDÓ hacía un mes veníamos reclamando un plan de lucha. Desde Mayo alertábamos de la firmeza de las patronales y que no había que dejarles tomar la iniciativa y los escrachamos en su pituca conferencia de prensa en paseo la plaza. En el italiano, establecimiento que conducimos, el 8/6 habíamos convocado a asamblea general en donde se votó:

  1. Básico inicial igual a la canasta familiar (hoy $99.995) con cláusula de ajuste mensual
  2. Reconocimiento del desgaste laboral (6hs de trabajo, licencias por estrés y jubilación anticipada)
  3. Iniciar el estado de alerta y movilización
  4. Difundir estas propuestas al resto de los establecimientos

Completá el formulario de La Bordó sobre las paritarias: https://forms.gle/bX6G3cV1T1PEYYbE9

Una vez que la directiva del gremio declaró el “plan de lucha” nos pusimos a la cabeza del mismo preparando el paro. Iniciamos haciendo una asamblea general el lunes 28/6 y de sectores para garantizar el paro y alertar sobre la posible conciliación obligatoria. En dicha asamblea general votamos que el sindicato no debería acatar la conciliación obligatoria y en caso de hacerlo seguir igualmente movilizados.

El día 1/7 con la conciliación encima y la presión de la patronal que mandaba mails intimidatorios, que más que firmeza denotaban su preocupación, realizamos una asamblea general en el establecimiento convocando a seguir movilizados realizando acciones y una movilización al ministerio de trabajo cuando se reunieran a negociar.

Frente a la convocatoria al escrache de Belocopitt no dudamos en ir y apoyar con nuestras propias propuestas esa movilización, exigiendo la continuidad y con el mandato de nuestra asamblea de la necesidad de movilizarnos el 7/7 al ministerio de trabajo.

Sigamos movilizados para lograr lo que necesitamos

Todo lo que fue pasando demuestra a fondo que si los trabajadores tomamos la iniciativa podemos forzar a todo el mundo a hacer lo que no quieren. La burocracia con su pacto a la conciliación cometió una traición enorme ya que la fuerza del paro iba a hacer temblar todo. Evitó junto al gobierno llegar a ese punto, pero no pudo evitar la presión latente del desborde que está planteada y la experiencia de miles de trabajadores con esta conducción.

Como siguiente paso tenemos la vigilia en la sede del Ministerio de Trabajo de la calle Alem el miércoles desde las 11 de la mañana, para seguir presionando por nuestro salario y condiciones laborales

Tenemos la tarea de profundizar con todo la movilización y fortalecer a la BORDÓ que demostró estar a la altura de las circunstancias actuando y no comentando lo que habría que hacer.

Sumate y contactanos para que los esenciales seamos reconocidos como tales.

César Latorre

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