lunes, 29 abril 2024 - 11:45

San Juan. Una Justicia al servicio de la violencia de género

No existen dudas, el sistema judicial de la provincia ha demostrado ser absolutamente ineficiente para enfrentar con seriedad la violencia de género. Es que tan solo al avistar la conformación del CAVIG, organismo estatal que se encarga de recibir las denuncias de violencia contra la mujer, podemos notar que sus integrantes son una mayoría de varones; lo cual, tal como lo denunciamos en varias oportunidades, termina siendo un obstáculo para que las denuncias lleguen a buen puerto ante la ausencia de perspectiva de género.

Así ocurrió meses atrás, cuando una joven víctima de abuso se acercó a una comisaría en el departamento de 25 de mayo. Desde allí, se comunicaron con el CAVIG para llevar a cabo la denuncia. Sin embargo, se llevaron una sorpresa al recibir las sugerencias del propio funcionario que insistía en que no la realizaran ya que, desde su perspectiva, no iba a llegar a nada por falta de pruebas. Finalmente, por insistencia de la víctima la denuncia fue tomada.

La semana pasada, el supervisor de Flagrancia, coordinador de la asistencia jurídica al Colegio de Jueces y responsable de la Unidad Conclusiva de Causas, Mario Parisi, fue denunciado por su pareja por violencia de género. En un principio, CAVIG toma el caso y pide que se detenga al alto funcionario judicial, luego de que las pericias demostraran lesiones graves como fractura de coxis.

Parisi utilizaba su lugar de poder en la Justicia sanjuanina para someter a su pareja y de esa forma ejercer violencia de género sobre ella. Tras un año de convivencia, la violencia física precipitó la separación y la denuncia por parte de la mujer. Pero Parisi, haciendo uso de sus influencias en el poder judicial, amenazó a su ex pareja. En un primer momento, le ofrece pasajes y dinero con el fin de que se vaya del país. Sin embargo, la mujer termina haciendo la denuncia en la policía. Ante las nuevas circunstancias, Parisi le exige, con la complicidad de otro funcionario judicial, cambiar su declaración, en la cual se la expone como causante inicial de la violencia física. De esta forma, se salvaría de la Justicia. Y como si fuera poco, el médico Jorge Gil -reconocido anti feminista y amigo de Parisi- interviene para ayudar a su amigo y convencer a la mujer para que se inculpe.

Acto seguido, su defensa pide la excarcelación del alto funcionario, quien entrega su pasaporte como garantía para evitar una posible fuga del país. En principio, su excarcelación es denegada, y aunque hay pruebas suficientes como para dejarlo detenido hasta el juicio, debido a los privilegios de los que goza por su cargo, contrariamente a lo que le sucede a cualquier otro ciudadano, logra quedar en libertad, mientras su víctima tiene que tener custodia porque teme por su integridad física.

Por una Justicia anti patriarcal

Lamentablemente, estos dos ejemplos no representan solo casos aislados. Ocurre lo mismo con la policía cuando una mujer va a realizar una denuncia, la devuelven a casa con el violento. Es toda la institución la que ampara un sistema patriarcal y capitalista. Desde Juntas y a la Izquierda y el MST en el Frente de Izquierda Unidad venimos diciendo que cada vez que una mujer es víctima de violencia de género tiene al propio Estado como un primer obstáculo para buscar justicia. En un contexto en el que una mujer es asesinada cada 26 horas y el gobierno nacional habilita un Ministerio de la Mujer que es de cartón pintado, es necesario avanzar en medidas para terminar con la violencia hacia la mujer y las disidencias.

Es menester destinar un rápido aumento de presupuesto para la disposición de un refugio por departamento en San Juan, que cuente con contención psicológica y legal para la mujer. Es necesario más presupuesto para subsidios económicos para terminar con la dependencia económica del violento. En los organismos estatales como el CAVIG tiene que haber mayoría de mujeres y capacitación efectiva con perspectiva de género para todo el personal judicial y en todo organismo del Estado, como lo plantea la Ley Micaela. La aplicación de la ESI en todo el sistema educativo es otra medida que el gobierno demora en aplicar y exigimos su inmediata implementación. Hay que democratizar el sistema judicial y que el pueblo participe mediante la votación popular de todos los jueces.

Mientras peleamos por estas medidas, también nos tenemos que organizar para construir una sociedad más democrática e igualitaria, una sociedad socialista, en la que las mujeres y las disidencias podamos gozar plenamente de nuestros derechos. Para esto, hay que organizarse y construir una herramienta política como Juntas y a la Izquierda y el MST en el Frente de Izquierda Unidad, para cambiar de raíz la Justicia, tirando al patriarcado junto con el capitalismo.

Mary Garrido
Juntas y a la Izquierda- San Juan

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