domingo, 5 mayo 2024 - 08:06

Reunión de la CGT. Un conclave para salvar el ajuste del gobierno, el FMI y las patronales

Despertó. Luego de ocho meses de silencio, el Consejo Directivo de la CGT volvió a reunirse. Los gordos y el moyanismo aparecieron conjuntamente en las fotos que se difunden de la cita. Sin embargo, la vuelta a escena de esta burocracia sindical, nada tiene que ver con una buena noticia para los trabajadores en su conjunto. Como lo dejaron entrever en la filtración del comunicado público que sellaron hoy, la reunión sólo promovió “un gran consenso político, económico y social”. ¿Plan de lucha y huelga general? Una idea olvidada para quienes están atornillados en los asientos de la sede de Azopardo 826.

En la previa del cónclave habían dejado traslucir desde las entrañas de la dirigencia sindical que: “Nos preocupa también ciertas variables económicas, principalmente la inflación”. La inflación interanual tuvo que superar el 100% interanual, proyectarse otra cifra de tres dígitos para la inflación anual del 2023, la pobreza avanzar a más de 19 millones de personas, entre ellas gran parte de los trabajadores (no sólo los informales, también los formales), para que quienes están en la dirección de la CGT muestren un nervio aludido por el mapa social, económico y político del país del que son, en gran parte, responsables.

Entre los participantes figuraron el cotitular de la CGT Héctor Daer, Carlos Acuña, Pablo Moyano, Armando Cavalieri (Comercio), Abel Furlán (UOM) y Sergio Romero (UDA).

Declarando tras la reunión, Daer denunció: “operaciones especulativas en la economía”, en referencia a la escalada de los precios de los dólares financiero y el paralelo. Y, además, en conjunto la burocracia invitó a Sergio Massa al acto que la CGT hará el 2 de mayo. Es de no creer que invite al responsable que sacia todas las mañas y maniobras de los especuladores del país, sin contar la entrega sin igual de soberanía que está haciendo -con la aprobación de Alberto y Cristina Fernández mediante- ante el FMI.

También, ayer, habían dejado trascender previo a la reunión: “ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”. Entre líneas se puede leer que la CGT le está diciendo al gobierno y las patronales que, al momento, se le está complicando la mano para seguir haciendo pasar paritarias a la baja. Como así también, formar parte del programa económico de saqueo a los bolsillos de los trabajadores, los mismos que desde 2016 a 2022, por complicidad de los burócratas, han visto cómo se transfirieron US$ 87.000 millones de sus bolsillos a las patronales, al capital. La descomposición social no es una preocupación de la pobreza creciente, que más afecta a los hijos de los presentes trabajadores, sino a que se rompa un orden del cual como burocracia vean venir cuestionamientos profundos a sus privilegios. Seguro el recuerdo del ajusticiamiento a Berni por parte de los choferes, dada la provocación que realizó en un momento de bronca y dolor de los trabajadores, sea un fantasma que no deje dormir a quienes se reúnen una vez cada ocho meses.

Mientras los dólares financieros y el paralelo corren, marcando una brecha muy grande con la cotización del oficial, por maniobras de las patronales, principalmente las agrarias, el gobierno prepara un mazazo inédito a los bolsillos. La oposición, en caso de asumir si gana las elecciones, piensa lo mismo y ni hablar si la opción es Milei. Ante eso, la dirigencia de la CGT se ve en espejo con la dirigencia política, ya que tiene una gran cuota de responsabilidad en la actualidad y, principalmente, por haber allanado las calles hasta el día de hoy, permitiendo el actual cogobierno con el FMI.

Ninguna salida al deterioro salarial y a la descarga de la crisis de los gobierno y las patronales puede venir de la mano a un llamado a un gobierno de unidad nacional, como lo hicieron los dirigentes de la CGT esta tarde. Tampoco reunirse en la embajada de Estados Unidos para rendirse a los pies del Fondo. Todo lo contrario, es un plan de lucha y el llamado a una huelga general lo que puede ponerle fin a esta situación y una salida próspera a las necesidades sociales de los trabajadores.

En las antípodas a lo planteado por la burocracia sindical, este 1° de mayo, desde ANCLA y el MST en el FIT-Unidad, te invitamos al acto de nuestro frente. Para enfrentar de verdad los planes de todos los tipos de derecha, desde el PJ que gobierna, hasta Juntos por el Cambio y los liberfachos. En nuestra convocatoria dejamos en claro cuál es el problema de fondo: “(…)el capitalismo. Y como decía un famoso físico, “los problemas significativos que enfrentamos no pueden ser solucionados dentro del paradigma en el que fueron creados”. Pero también proponemos una salida política, insistiendo con que: “Necesitamos una izquierda potente, que dispute y se prepare como una opción de poder real. Por eso insistimos en que el FIT-U debe tener iniciativa política permanente. El acto del 1° de Mayo constituye un paso en esa dirección, que necesitamos profundizar con más eventos e iniciativas en común”.

La crisis, que parece agudizarse todos los días un escalón más, seguramente, muestre manifestaciones de bronca que, tal vez, se asemejen a lo que se ve en el viejo continente, en Francia. Donde trabajadores y jóvenes pelean contra una reforma anti-jubilatoria, pero de fondo por una vida digna. En ese marco, para vencer el chaleco de plomo que será la burocracia sindical, como mencionamos, necesitamos fortalecer una dirigencia clasista, antiburocrática y democrática, que sea opción para las peleas que se vienen.

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