Finalmente se conoció el programa oficial del liberfacho Javier Milei en ocasión de presentar ante la Justicia electoral la solicitud de reconocimiento para su alianza “La Libertad Avanza”. Una reforma laboral para que despidan sin pagar indemnización, privatizar las jubilaciones, la salud, la educación, la obra pública. Exenciones impositivas para los empresarios. La prohibición del aborto y la limitación de la ESI, más poder a la represión con la unificación del sistema militar de Defensa Nacional y la Seguridad Interior. Un horror propuesto por este representante de la casta de las castas, la de los grandes capitalistas y ricachones que se llevan el producto de nuestro trabajo y la riqueza del país.
Muy lejos de sus promesas de parar la inflación dolarizando, para que los trabajadores cobremos sueldos en dólares y otros cantos de sirena, que han sido largamente desmentidos en estos días, la presentación de su plataforma electoral arroja luz sobre una propuesta que, de llegar al gobierno, quiere llevarnos a la era de las catacumbas.
Además, si protestamos, asegura un reforzamiento del aparato represivo para defender a sangre y fuego las enormes ganancias de la casta empresarial que representa este político emergente del desgaste del viejo régimen que gobierna el país.
Distintos analistas han señalado que la mayoría de la gente, muchos de ellos adolescentes y jóvenes, que apoya a este candidato de ultra derecha, lo hace porque considera que realmente se opone a la casta, aunque desconoce las propuestas que sostiene. Ya que de aplicarse constituirían un duro retroceso en los derechos de los trabajadores y de la mayoría de población, conquistados durante años de lucha contra la casta, que Milei dice enfrentar.
Detallar sus propuestas programáticas centrales, que sostiene deben aplicarse en tres etapas, es de gran utilidad para arrojar luz, sobre las mentiras y maniobras de este oscuro personaje. Veamos:
Reformas en la macro economía
- “Fuerte recorte del gasto público”; reformas que bajen los impuestos (de los grandes empresarios); “recortar el gasto de jubilaciones y pensiones” para volver a un sistema de capitalización privado (las AFJP); “privatización de las empresas públicas deficitarias” y un programa de retiros voluntarios de los empleados públicos.
O, en otros términos, reducir el déficit fiscal, lograr superávit de las cuentas del Estado, como exige el FMI, como quiere Rubinstein (el segundo de Massa), como propagandiza Larreta y todo el PRO. En esto no hay grieta, Milei no es nada original, todos quieren reducir las prestaciones sociales del Estado al máximo. Sólo que el liberfacho lo dice brutalmente, más brutal que sus amigos del PRO que solían hablar de shock. Incluso ha planteado que su plan de dolarización tiene como pre condición este recorte del Estado.
- “Eliminación del Banco Central”; “liberación de todos los cepos cambiarios y unificación del tipo de cambio”; “la eliminación de las retenciones a la exportación y los derechos de importación”.
Estas propuestas significan dejar de administrar nuestra moneda, que los bancos y financistas privados puedan manejar el crédito –y la especulación financiera a su antojo-. Una inmediata devaluación que llevaría el dólar a las nubes y una brutal apertura de la economía que, al liberar la importación de bienes extranjeros, arruinaría, como ya lo hizo en épocas del ministro de la dictadura Martínez de Hoz o con Menem y Cavallo, la industria local con un tendal de despidos y cierres de empresas.
La eliminación de las retenciones concentraría aún más la riqueza en manos de los grandes pulpos del agro negocio, que usufructúan de una renta agraria que no les pertenece, desfinanciará el Estado y hará que paguemos todos los alimentos que exporten a precio dólar.
En el apartado “Agricultura, ganadería y pesca” se promueve un desarrollo importante de las exportaciones del sector –en línea con las exigencias del Fondo de acumular reservas para pagarles la deuda- sin cuestionar en ningún lugar el modelo agro tóxico y depredador que domina nuestras explotaciones. Es que para los libertarios la ecología es un cuento para trabar los negocios.
- En torno al sostenimiento del Estado, luego de promover una fuerte baja de impuestos, sostiene un “financiamiento estatal a partir de un régimen de regalías y concesiones por la explotación de recursos naturales”.
Esto puede leerse como extractivismo “al palo”, para con el remate de nuestros recursos sostener los gastos del Estado. Además, aunque no lo dice explícitamente, corrobora los dichos de la abogada Natalia Volosin de que también se eliminará el sistema de coparticipación federal.
- La plataforma electoral no dice nada del FMI, ni del pago a organismos internacionales ni de los buitres privados acreedores de la deuda. En esto no hay grieta entre el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los libertarios. Todos coinciden en que hay que pagar esta estafa. Tampoco con Cristina, que reconoce la deuda, aunque dice que quiere renegociar el acuerdo.
Reforma laboral para eliminar la indemnización de los despidos sin causa
Sería reemplazado por un seguro de desempleo en el cual el trabajador deberá aportar de su propio salario para tener unos pesos cuando se lo despida. Con esto los empresarios podrán tomar mano de obra y despedirla en cualquier momento sin ningún costo. Esta medida, más la reducción –aún más- de los aportes patronales y la flexibilización –mayor a la existente- de las normas de Riesgos de Trabajo, abaratará los salarios y el “costo” empresario.
El cuadro se completa con el “retiro voluntario, jubilación anticipada”, etc. de miles de empleados públicos como consecuencia de una importante reducción de la planta estatal.
Con la “eliminación progresiva de los planes sociales” repite un libreto que reclama el FMI, el PRO y que Tolosa Paz, diligente, ya empezó a aplicar. Es que a los empresarios les importa poco que los desocupados o precarizados no les alcance para comer, los planes sociales son un estorbo para pagarles sueldos de miseria y los quieren eliminar a toda costa.
Privatización de la salud y la educación públicas
- “Descentralizar las derivaciones hospitalarias, arancelar todas las prestaciones y auto gestionar el servicio de salud en trabajos compartidos con la salud privadas”.
Si quiere un médico, va a tener que pagarlo, si no puede el Estado no se va a hacer cargo.
- La “defensa del derecho a la vida desde la concepción” es lisa y llanamente la prohibición del aborto. Este avance sobre los derechos de las mujeres que tanto lucharon por conquistarlo se complementa con que la “Educación Sexual Integral (ESI) de las escuelas no deben ser obligatoria”.
- Creación de “vouchers educativos”. Vales que el Estado le entregará a los padres y estos decidirán en que escuela lo invierten, eliminándose el financiamiento estatal centralizado. Esto fracasó por completo en experiencias como la chilena, donde generó escuelas para ricos y otras para pobres, profundizando en forma insoportable la brecha que ya existe.
Un Estado represivo
Con la excusa de defender la soberanía nacional y mejorar la seguridad, se proponen reformas represivas destinadas a enfrentar la protesta social. Milei y su compañera de fórmula Villarruel, integrante de la casta militar, defensora del genocidio de la dictadura, buscan involucrar a los militares en la represión interna.
Para ello promueven una “doctrina de Seguridad Nacional” –términos que tienen una gran coincidencia con los usados por el Proceso militar- en la cual los militares puedan intervenir en la represión interior, algo que esta prohibidísimo después de la caída de la última dictadura.
Para ello proponen medidas como: “la reestructuración de los Servicios de Defensa Nacional, Seguridad Interior e Inteligencia Nacional en otro macro, denominado Sistema de Seguridad Nacional”; “eliminar de la legislación penal cláusulas garantistas”; “militarización de los institutos” (cárceles) y “reducir la edad de imputabilidad de los menores”.
En resumen, mano dura y gatillo fácil contra los pibes de las barriadas populares, mientras dejan las zonas liberadas de los acuerdos entre la policía y el narcotráfico. Cárceles para los ladrones de gallinas mientras protegen el delito de los que vacían el país. Amenaza de reprimir, con todo, las protestas populares, como expresaron en sus declaraciones de estos días Milei y Villarruel contra las acciones de las organizaciones sociales.
Para completarla, diseñan un plan para crear un verdadero Estado policial, con la introducción masiva de cámaras y tecnología de persecución y seguimiento, violatoria de los más elementales derechos democráticos.
Un programa al servicio de la casta
Entre los firmantes de la plataforma pueden encontrarse a Martín Menem, el sobrino del ex presidente o Ricardo Bussi, el hijo del genocida y dirigente de Fuerza Republicana de Tucumán.
Los medios hacen hincapié en el prontuario del abogado que representa a Milei, Santiago Viola. Un hombre de los servicios de inteligencia, quien fuera procesado y luego desvinculado por presentar testigos falsos cuando defendía a Lázaro Báez. El mismo que soporta ahora denuncias por presentar firmas digitales falsificadas para lograr la personería del partido de Milei. Una joyita.
Seguro que Milei dice, como dijo ante denuncias anteriores de miembros que rompieron con su agrupación, que todo está armado para perjudicarlo.
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