Frente al nuevo nombramiento de Jaime Perczyk al frente del Ministerio de Educación, desde Alternativa Universitaria en el FITU sostenemos la defensa de la universidad pública.
En los últimos días se supo la nueva conformación del gabinete de Alberto Fernández frente al resultado de las elecciones. En la lista de los cambios destacan personajes nefastos como el antiderechos de Manzur a la Jefatura de Gabinete, el represor de Aníbal Fernández a Seguridad, Domínguez, un conocido amigo de los terratenientes y de la Iglesia al Ministerio de Agricultura, y Jaime Perczyk al Ministerio de Educación. El cambio muestra una profundización del volantazo a la derecha del gobierno, mientras Guzmán y su equipo de ajustadores seriales queda intacto, cambiar para que no cambie nada.
Perczyk es conocido por las y los universitarios ya que entre 2018 y 2019 fue vicepresidente y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y con la presidencia de Alberto Fernández pasó a ser el Secretario de la SPU -Secretaría de Políticas Universitarias- donde continuó con los lineamientos que históricamente vienen desfinanciando a las universidades.
En el marco de una reciente rediscusión paritaria de la docencia universitaria que plasmó el ajuste sobre el sector, anunciado como “un 47%” pero en cuotas hasta marzo de 2022 y sin si quiera empatarle a la inflación estimada para este año (se llega a un 38% en diciembre con la proyección del 50% de inflación), Perczyk es un conocido operador cuyo rol ha sido implementar la virtualidad forzada sin presupuesto para docentes ni estudiantes. Tampoco se hizo cargo de los reclamos gremiales para el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo, ni la convocatoria a comisiones de condiciones de ambiente y trabajo en un contexto donde urge escuchar la voz de la docencia y el movimiento estudiantil.
En la SPU dio continuidad al proceso histórico de trasferencia de recursos en desmedro de los presupuestos universitarios, política que atenta directamente contra la autonomía universitaria. Proceso que se plasma violentamente en el reciente presupuesto presentado para el 2022 donde ni siquiera alcanzaría para pagar los salarios acordados en las paritarias (una faltante de 75 mil millones de pesos). Este ajuste descarado sobre el presupuesto se suma a la constante iniciativa del CIN y la SPU de desfinanciar el grado en las universidades en pos de acrecentar los cursos pagos, el posgrado y las especializaciones aranceladas, en un claro camino de privatización y mercantilización de la educación que tanto el PJ como el macrismo han sostenido como política, otro ejemplo de la falsa grieta.
Estos cambios que no cambian nada muestran que, a pesar de las idas y venidas, de las falsas renuncias y las cartas, en el gobierno no hay plan alternativo. Así se demuestra en el presupuesto presentado para el 2022, avalado por Todos, hecho a la medida del FMI y los acuerdos con los usureros extranjeros y en desmedro total de las necesidades populares.
Desde Alternativa Universitaria en el FITU sostenemos que el camino que nos espera con las nuevas designaciones es profundizar la organización en defensa de la universidad pública, en reclamo de presupuestos reales, con paritarias que no dejen a ningún docente bajo la línea de la pobreza, con partidas para bienestar estudiantil y en defensa de la autonomía universitaria. Es urgente retomar las medidas de acción directa en las calles junto al movimiento estudiantil, por una salida obrera y popular a la crisis.
Sofía Cáceres Sforza