Alejandro Bodart, candidato a diputado nacional (Frente de Izquierda-MST)
Al anunciar su acuerdo con los bonistas y fondos buitres por la deuda bonaerense de 7.148 palos verdes bajo legislación extranjera, Kicillof criticó a Vidal y Macri por ese “festival de deuda impagable”. Pero con doble discurso, reconoce toda esa estafa para pagarla sin chistar.
Podríamos compartir sus críticas al macrismo, si no fuera que las hace sólo para tapar el acuerdo. Para el pueblo trabajador, además de esa deuda colosal, se aprobaron impuestazos, reformas en el Estado y presupuestos de ajuste en esos años. Pero lo que no dice Kicillof es que todo ese paquetazo lo votaron juntos Vidal y todas las líneas internas del PJ.
Además, una parte importante de esos bonos son deuda contraída por Scioli y Solá. Por eso es de caradura que Kicillof diga: “nos quisieron hacer cómplices de un festival de deuda” y que “quedamos engrampados con acreedores extranjeros”. Digamos las cosas como son: para votar ese endeudamiento hacía falta una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras. Y Vidal no los tenía, ni cerca. Hubo complicidad al palo, porque los votos que le faltaban, se los dio el PJ a cambio de cargos.
Una quita trucha para seguir pagando
Según los pocos datos oficiales, la “reestructuración” de deuda incluye una supuesta rebaja del 75% sobre el monto original. Pero en realidad es sólo sobre los intereses punitorios que, como hay acuerdo, no corren. O sea, es una quita trucha. Y como pasó con otras “quitas”, al poco tiempo pagamos más.
El gobierno reconoce además sin quita las amortizaciones e intereses no pagados desde 2020, por unos 760 palos verdes. Nos darían más plazo, pero con intereses que aumentan año a año, del 5,6% al 6,6%, una tasa internacional muy alta. Por eso, aunque Kicillof diga que es un acuerdo “mutuamente conveniente”, el que paga los platos rotos es el pueblo trabajador.
Para endulzar a los usureros, su oferta primaria incluía un pago extra por 1.800 palos verdes. Ahora suman el 100% de intereses y, a la larga, mayores tasas con bonos muy depreciados que duplican su valor con este canje. Es tan conveniente para ellos que hasta lo aceptaría el grupo que inició los juicios en Nueva York.
En resumen, Kicillof sostiene que “siempre hay que cumplir la deuda que se toma… En la puja con los acreedores nunca abandonamos el diálogo, siempre sobre la base de que la Provincia va a pagar”. Desde ya, nosotros proponemos lo opuesto.
La deuda es con la juventud y el pueblo trabajador
Con 7 de cada 10 pibes en la pobreza y 15% de indigencia en la Provincia, la única deuda legítima es con la niñez, la juventud y el pueblo trabajador. Hay que desconocer la estafa de la deuda, investigarla y destinar toda esa plata a salarios, empleo, vivienda, a salud y educación.
Si la plata que generamos los bonaerenses quedara acá, se podrían construir 13.000 viviendas con los casi 600 millones de dólares que Kicillof destina a pagar servicios de la deuda con el Presupuesto 2021. Y hacer 7.500 viviendas más con lo que pagó de intereses a los bonistas. Eso equivale a 125 mil empleos, sobre todo para los jóvenes.
En lugar de los actuales compromisos de pago por 240 palos verdes por año y el prometido extra de 1.800 millones, con esa plata se podría duplicar el presupuesto de salud y además dar un aumento salarial a la primera línea, incorporar más personal, pasar a planta y poner fin a la precarización. Esa es nuestra opción.