domingo, 19 mayo 2024 - 11:19

Luchando logramos perpetua para el femicida Ceballos y Justicia para Gladys

Nuestra compañera Gladys Sanabria murió el 27 de diciembre de 2019, víctima de un femicidio. Para las noticias fue otra víctima más de un femicida, para nosotros y nosotras, la pérdida de una gran compañera. Gladys era parte del MST Teresa Vive, con el Movimiento luchó para cambiar su realidad, y ese es el camino que tenemos todas las mujeres junto a los compañeros por terminar de derrotar este sistema de opresión. Estaba desocupada, se ganaba la vida haciendo comida o limpiando casas, era madre soltera de 3 hijos, vivía en el barrio Nicol de La Matanza.

El 24 de diciembre de 2019 a las 20 horas, mientras se encontraba en su casa con su sobrina Evelyn y el hijo de 2 años de esta, llegó José Ceballos con una escopeta escondida debajo de su saco. Ceballos había sido su pareja, pero desde la separación él no paró de acosarla y amenazarla, ya que no aceptaba que «ella lo haya dejado».

Justamente la violencia que ejercía sobre ella fue el motivo de la separación. Ya él adentro de la vivienda, a solo 1 metro de distancia sacó el arma y le disparó a sangre fría. El tiro la hirió gravemente y cuando su sobrina intentó ayudarla, Ceballos le apoyo la escopeta en la espalda a su hijito y amenazó con dispararle. Luego de hacer tiempo para que Gladys se desangre, dio la orden de llamar al 911 y se fue con la complicidad de sus amigos y su madre a esconderse.

Nicol es un barrio muy pobre y en donde no entran las ambulancias, por lo cual la situación de Gladys se agravaba a cada minuto. Entre los vecinos lograron llevarla a un hospital en auto. Llegada al Hospital Simplemente Evita de González Catán su situación ya era crítica.

3 días después y luego de 2 operaciones y hemorragias que no se detenían y la pérdida de un riñón, en la mañana del 27 falleció.
Ese instante el dolor nos invadió, pero no nos paralizó. Desde un primer momento el partido se movilizó para encontrar y encarcelar a Ceballos. Y lo hicimos presionando sobre la Fiscalía, porque desde el momento del tiro, en donde hubo testigos y posterior denuncia, ya no era fundamental ir a la policía -la misma policía que no le había tomado reiteradas denuncias de violencia a la misma Gladys-, sino lograr que se muevan para encontrarlo y encarcelarlo.

El 28, luego de varios rastreos lo encontraron y apresaron en Campana. Producto de la presión y la movilización desde ese día, Ceballos estuvo con prisión preventiva hasta el día del juicio.

La jornada de 26 de mayo comenzó desde la madrugada en donde las y los compañeros de militancia de Gladys se trasladaron desde La Boca hasta el juzgado de San Justo. Fueron 12 horas interminables en donde la bronca, las emociones y el frío no detuvieron las ganas de gritar y luchar por justicia y cárcel al femicida.

Durante todo el día estuvo nuestra compañera Vilma Ripoll siguiendo el juicio desde adentro de la sala, mientras que afuera los cantos y gritos se hacían escuchar, donde también estuvo presente nuestra compañera Ana Paredes Ladman, concejala electa de La Matanza.

A las 18 horas llegó a la calle la noticia más esperada: perpetua para Ceballos, y los gritos y los cantos estallaron sabiendo que estábamos logrando justicia para Gladys.

Desde el MST en el FIT Unidad y Juntas y a la Izquierda pudimos reafirmar que la lucha y la organización es el camino para enfrentar cualquier hecho de violencia de género que se dan en los barrios, de encarcelar a los femicidas y que a la justicia patriarcal se la vence con la movilización.

Para terminar con esta realidad que vivimos las mujeres hay que terminar con el patriarcado y sus instituciones. Mientras eso no suceda tenemos que redoblar la lucha para que los gobiernos den respuestas más allá de los dichos de campaña electoral. Que de verdad haya un presupuesto coherente en el Ministerio de las Mujeres para asistencia a las víctimas y políticas eficientes de prevención. Hay que terminar con este ministerio de cartón, pero no cerrarlo como dice el misógino, machista y antiderechos de Milei; sino que hay que ponerle presupuesto y hacerlo funcionar realmente. Que haya políticas de empleo, para que las mujeres tengan la posibilidad económica de salir de la casa del violento. Que haya refugios para albergar a las víctimas y sus hijes, asistencia psicológica y legal para enfrentar su realidad y tener una mejor vida. Por eso hay que seguir luchando.

El sistema capitalista y patriarcal que para Cristina es eficiente es responsable de que Gladys y miles de mujeres más no estén hoy con nosotras, por eso nuestra idea de dar vuelta todo está más vigente que nunca.

Cerramos una página de nuestra lucha y al terminar la jornada como dijo nuestra compañera María: “me quedé sin voz, la garganta hecha mierda, pero ¡valió la pena!”. Y así es, siempre queda demostrado que luchar sirve.

GLADYS PRESENTE, ¡HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE!

Mónica Sulle

Noticias Relacionadas