El 17 de junio, las comisiones del Senado emitieron dictamen favorable. Como la ley ya tiene media sanción de Diputados está en condiciones de ser aprobada, quizás el jueves 24. Aquí, algunas voces de nuestras compañeras y compañeros militantes trans de todo el país.
Keili González, una reconocida activista de Entre Ríos, nos dice: “Las travestis y trans venimos afectadas por una problemática estructural. Por eso es necesario contemplar una respuesta integral a los diversos factores que nos ubican con una expectativa de vida entre 32 y 40 años. La falta de políticas públicas nos confina en lugares de vulnerabilidad y pobreza extremas. Y las sobrevivientes, compañeras adultas mayores, están desprotegidas tras haber sobrevivido a las múltiples violencias de la represión estatal tanto en la dictadura como en democracia.Venimos a discutirles a todas las instituciones su responsabilidad por acción u omisión por cada una de nuestras muertas. No quiero que el Estado se tome más el atrevimiento de decidir sobre nuestras vidas en términos de compasión, tolerancia ni moral, sino que debe garantizar nuestros derechos. No quiero más estrategias banales bajo las medidas progresistas que no tienen voluntad de aplicar, para contener a los propios sectores que comienzan a descreer ante los incumplimientos del gobierno. Queremos presupuesto y rápida implementación de la normativa, porque el Estado llega tarde, siempre tarde, y somos nosotres quienes pagamos los costos.
“Más vale ley que decreto, eso está claro. Pero por qué debería creerle a un gobierno que hace meses decretó el cupo laboral trans, pero no mostró la voluntad política de aplicarlo. Hay una enorme distancia entre las normas legales que reconocen algún derecho y su aplicación en la vida real. Muy pocxs compañeres pudieron ingresar a trabajar a alguna repartición y si lo hicieron fue de forma precarizada, bajo contrato. En definitiva, no mostró cambios significativos en la realidad del colectivo travesti-trans. Sólo habrá justicia cuando el Estado garantice condiciones de vida de travestis y trans. Si no, son versos para la tribuna. Resistimos, luchamos y demandamos rápida implementación. El reclamo debe ser a todos organismos del Estado, que pone en valor nuestras identidades después de muertas pero reversiona nuestras luchas buscando acapararlas. Aplica políticas asistenciales para el colectivo travesti y trans, pero sin voluntad de abordar en profundidad nuestros problemas”.
Mónica Aguirre, nuestra referente en el municipio de Pilar, en el conurbano bonaerense, también aportó su mirada: “El 11 de junio, en Diputados se trató el proyecto de ley de cupo laboral travesti-trans y se aprobó la media sanción. El 17 de junio, el Senado aprobó en comisión el cupo laboral. Nosotres creemos que, en gran medida, todo lo que se viene dando en el contexto del cupo es sólo un guiño a la diversidad, ya que el decreto o ley no cumple con todas nuestras expectativas. Y además, no queremos que el cupo sea a costa de precarización laboral”.
“Seguimos sintiendo la falta de implementación de verdaderas políticas de inclusión a la sociedad, y más ahora, con una terrible precarización que se agudiza en el Gran Buenos Aires. La implementación del cupo es una burla para la compañera, porque de alguna manera dicen ofrecerles ‘trabajo’pero con el mismo plan social, de 10.800 pesos, que ella deben cumplir a rajatabla. Sentimos que es una vergüenza lo que pasa acá en el conurbano, por la falta de salud, educación, trabajo y vivienda. Es algo que les compañeres venimos peleando desde hace muchos años y que el gobierno responde a medias, con precarización y con secretarías de géneros en donde poco somos escuchadas”
“A esto se le suma la desaparición de Tehuel, que ya llevamos más de tres meses en su búsqueda y sin nada de respuesta. Y desde el ministerio de cartón de Mujeres, Género y Diversidad ni siquiera se destina un real presupuesto para su búsqueda. Desde el contexto de pandemia, los travesticidios y los crímenes de odio no han parado de incrementarse. Por eso seguiremos insistiendo en la necesidad de una ley integral y una actualización de la ley antidiscriminatoria”.
Por su parte Sol Pereyra, militante de Santa Fe capital, agregó: “Celebramos la media sanción del cupo laboral travesti-trans en la Cámara de Diputados como un avance. Pero también debemos ser conscientes de que es una lástima que no se haya aprobado el proyecto de ley integral trans que presentó la Federación Argentina LGBT, ya que mediante el mismo se nos permitiría construir una mayor igualdad para nuestro colectivo en todos los ámbitos. Por eso pedimos la aprobación inmediata en el Senado, la promulgación y la rápida implementación de la ley de cupo laboral travesti-trans. Queremos que se cumpla la incorporación del 1% de personas trans en todas las reparticiones del Estado y también que exista un verdadero convenio entre el Ministerio de Trabajo junto con las empresas privadas y el gobierno para crear más puestos de trabajo para nuestras compañeras”.
“Los problemas ya los vimos en el caso de nuestra provincia de Santa Fe con la ley de cupo laboral trans, que fue aprobada en 2019. Pasó mucho tiempo sin ser implementada por el gobernador peronista Omar Perotti y hoy sigue teniendo fallas. Por ejemplo, los convenios con el Ministerio de Trabajo y las empresas privadas ponen foco en aquellas organizaciones amigas del oficialismo que manejan la lista de aspirantes.De igual manera, debemos poner sobre la mesa la realidad de muchas compañeras que pasan los 35 años y este sistema capitalista y patriarcal no las acepta por considerarlas ‘viejas’.Necesitamos políticas públicas reales e integrales, en donde no se hagan diferencias por nuestra edad, nuestra clase social o nuestra orientación política”.
Desde Caleta Olivia, Santa Cruz, la compañera Sia Ancateen describe la situación: “Acá estamos contentas, contentes, contentos, de que sehaya aprobado la media sanción, pero es parcial porque nada nos está garantizando la posibilidad del trabajo. El año pasado, en la cuarentena, el encierro me hizo reencontrarme y replantearme adonde quería llegar. Entonces empecé con la transición a ser mujer trans. Hace dos o tres meses, con otra compañera trans, estamos esperando que nos autoricen la medicación. Hemos preguntado y nada: nos dicen que eso tarda, que es un proceso, que todavía no. Y quedó todo ahí.Para los pibes trans, que ahora hay más, conozco algunos que tienen una obra social que supuestamente les cubre, pero también les están dando vueltas.
“Sobre el cupo laboral trans, el gobierno sacó un plan, pero te lo dan por seis meses. Supuestamente es para mujeres trans y disidencias que hayan sufrido violencia. En la entrevista hacen un montón de preguntas, casi que te piden videos o fotos de los golpes. Yo tengo la suerte de que en casa no la he pasado mal con la violencia. Pero sí sé que hay otras compas que la pasan mal e imaginate: las vuelven a exponer de ese modo, muy incómodo”.
“El gobierno de Alicia está queriendo mostrar como que da el cupo laboral. Pero después vos vas al área de género y resulta que están pintados, porque no están haciendo nada por la comunidad. Lo único que hacen es darte ese plan de 10.000 pesos por seis meses y lo hacen pasar por cupo laboral:‘tenemos un cupo trans’, dicen. Me parece terrible, porque es jugar con la necesidad”.
No podían faltar aquí voces de nuestros compañeros varones trans. Justo Villalba, estudiante de la UBA, nos plantea: “La ley del cupo laboral travesti-trans es un logro fruto de años de la lucha de la comunidad LGBTI. Pero esta ley no nos da la respuesta integral que necesitamos como colectivo travesti-trans y no binarie. Históricamente hemos logrado conquistas, pero el Estado siempre se las arregló para no garantizarlas. No se garantiza la ley de identidad de género ni el acceso a una salud integral. No se garantiza el decreto de octubre de 2020 o es a cuentagotas”
“Tehuel es una expresión clara de la exclusión integral que vivimos. Basta de chamuyo. Porque necesitamos que se apruebe el cupo laboral, pero sobre todo necesitamos que se implemente, tanto el decreto del año pasado como la ley que pueda llegar a salir, más allá de las contradicciones que tenemos con algunos de sus artículos. Pero para dar una solución integral a nuestro colectivo necesitamos que se apruebe la ley integral trans ya”.
Por su parte, el joven cordobés Astro Laxi, estudiante secundario, nos dice: “En Córdoba la vida trans es compleja. No se están haciendo trámites del DNI y los pocos que se puedan llegar a hacer es por suerte e insistencia o algún amigo en el registro civil que te da una mano. Hay mucha falta de trabajo. El gobierno no hace que se implemente el cupo de manera efectiva en trabajos. Las pocas personas trans que acceden al trabajo están en puestos de limpieza de la ciudad y no se aspira a llegar a más. Se nos condena a conseguir planes en vez de trabajo genuino.
“Hay mucha falta de información para acceder a las hormonas y operaciones. Teniendo conocimiento hay un solo hospital para entregarlas, pero hoy funciona sólo para los pacientes de COVID-19: el Rawson, además de un solo hospital público con una larga lista de espera para operaciones. Recién en abril de este año se incluyó a una persona trans en la Agencia Territorial de Córdoba, diciendo que iba a ser el primer paso para la real implementación del cupo laboral travesti-trans en el sector público, pero esto queda sólo en palabras.
“La realidad de la mayoría del colectivo es que tenemos suerte si conseguimos algún trabajo en negro, algún plan social o algunas changas. En lo educativo hay alguna mejoría en la situación: algunos colegios apoyan, pero hay muchas trabas a la hora del cambio de nombre en las listas, dado que se pide el consentimiento de les xadres pero como sabemos no todes apoyan a sus hijes en esto. También los colegios privados y algunos públicos más conservadores ponen más objeciones, lo que a niñes y adolescentes trans les dificulta el poder terminar el colegio”.
Reportajes: Pablo Vasco