El día 3 de agosto se realizó un paro histórico en el Hipódromo de nuestra ciudad, impulsado por jockeys agrupados en Familia del Turf, quienes lograron imponer la suspensión de las carreras.
La medida de fuerza que tendrá continuidad el jueves 5 de agosto ha cosechado una gran adhesión entre los jinetes y la solidaridad de varios trabajadores y trabajadoras del hipódromo.
¿Qué están reclamando?
A través de un comunicado, la agrupación denuncia la desidia estatal que los obliga a trabajar sin medidas ni infraestructura sanitaria, sin mantenimiento en las pistas, expuestos a nuevos accidentes laborales. También denuncian el atraso de pago de premios y exigen una actualización en sus ingresos y la creación de un seguro.
La industria del Turf recauda cerca de treinta millones de pesos por reunión; sin embargo, los pagos a los jinetes se difieren hasta noventa días.
Mirá la entrevista a Jonathan Ramallo, jockey integrante de Familia del Turf:
El manejo actual del hipódromo demuestra el desprecio gubernamental y de los especuladores hacia los y las trabajadores, la obscena búsqueda de lucro a costa de la salud y la vida de quienes defienden una cultura hípica digna y con participación de quienes la protagoniza.
Seguiremos desarrollando la cobertura de este proceso con final abierto, que ya marca un antes y un después en la vida del Turf.
María José Fernández, trabajadora del hipódromo – ANCLA MST