miércoles, 18 diciembre 2024 - 21:02

Inflación. Septiembre cerró con un 6,2% y una interanual de 83%

El INDEC publicó su “Índice de Precios al Consumidor (IPC)[i]” y mostró que en el mes de septiembre se incrementó un 6,2% de inflación, haciendo que lo acumulado en el año llegue al 66,1%. Por otra parte, la variación interanual alcanzó el 83%.

Como lo muestra el informe, “Prendas de vestir y calzado (10,6%) fue la de mayor aumento en el mes, seguida por Bebidas alcohólicas y tabaco (9,4%), sobre la que se destacó el alza de los cigarrillos.

La división de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” sufrió un incremento del 6,7%. La publicación aclara que este ítem fue el que más incidencia tuvo en todo el país y además dentro de éste se destacó el aumento de Verduras, tubérculos y legumbres; Aceites, grasas y manteca; y Frutas.

El IPC Núcleo, que no tiene en cuenta ni los precios regulados ni a los factores estacionales, en septiembre registró un aumento del 5,5%. Por un lado, los productos estacionales mostraron un incremento del 11,7% y los productos regulados aumentaron un 4,5%.

Septiembre no fue la excepción y se anotó como otro mes más donde la inflación no puede perforar el piso del 6%. Un porcentaje altísimo pero que, para el gobierno atado al programa del FMI, es la única expectativa que espera poder cumplir en lo que resta del año. Por como vienen pasando las cosas, la realidad va a ser totalmente opuesta a estos deseos, solo con ver el listado de aumentos que se ejecutaron en el mes octubre y el incremento en los alimentos, que escala por encima del nivel general de la inflación, esta dinámica está muy lejos de cambiar.

Este camino inflacionario, como lo indican las mayorías de las consultoras, cerraría el año entre el 95% y el 100%. Según el “Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM)”[ii], estudio elaborado por el BCRA, en los meses que restan del año la variación mensual de la inflación no bajaría del 6% y lo acumulado anualmente llegaría al 100,3%.

El futuro no es muy prometedor para las mayorías trabajadoras mientras el gobierno del Frente de Todos siga aplicando este programa de derecha, que se ajusta a los pedidos del FMI. Con un proyecto de presupuesto para el 2023, que cumple con todas las expectativas de la institución que dirige Kristalina Georgieva, se proyecta que en el próximo año la inflación anual se establecerá en un dudoso 60%. Es interesante ver que hasta CIFRA, centro de estudios de la CTA (central obrera a la que no se la puede declarar como opositora al gobierno), en uno de sus últimos trabajos publicados, “Un análisis preliminar del proyecto de presupuesto 2023[iii], indica que: “Por su parte, se espera que el índice de precios al consumidor en diciembre de 2022 se ubique en 95,0% interanual. Implícitamente ello supone una variación mensual promedio del 5,7% entre septiembre y diciembre. Así, la inflación promedio anual de 2022 alcanzaría el 72,1%”.

Hoy con este panorama el comportamiento inflacionario está lejos de cambiar, sobre todo porque no es una de las tareas a realizar por este gobierno ajustador, que busca contentar a las instituciones financieras internacionales y a los sectores más concertados de la economía del país. Sergio Massa, volvió a volar a los EE.UU. para buscar nuevas órdenes del FMI, el Banco Mundial y también diagramar un encuentro con el Club de París y así renegociar esta otra estafa. De esta manera, el superministro cada vez se convierte más en un personaje del agrado de la burguesía, el cual le cumple todos los caprichos, a tal punto, que la revista inglesa The Economist, ya lo define como la figura que se interpone entre Argentina y el caos.

Además de los funcionarios encargados de ejecutar todo el programa de ajuste, la burocracia sindical también hace su parte. Por ejemplo, Ricardo Pignanelli (secretario general del SMATA) en el coloquio empresario IDEA dejó en claro el rumbo al que apostó seguir esta burocracia enquistada en el poder. Algunas de las declaraciones de este personaje frente al empresariado argentino fueron: “ceder es crecer”, refiriéndose al acuerdo que hizo en Toyota, y “a las empresas no se les puede pedir más de lo que pueden pagar”. Estas cosas dejan en claro para que lado juega la burocracia de la CGT y lo dispuestos que están para lograr ese famoso “pacto social”, que tanto anhelan los gobiernos en crisis.

Para terminar con todo este escenario de miseria que están sembrando, es necesario un programa político-económico-social totalmente opuesto al de la coalición gobernante. Como proponemos desde el MST en el FIT-Unidad, para terminar con la inflación necesitamos un programa donde se prohíban los aumentos, la eliminación del IVA a los productos de primera necesidad. Además de esto, que se termine con la especulación de los sectores formadores de precios y se apliquen duras sanciones y penas a los empresarios que se animen a aprovecharse de esta situación. Por la aplicación inmediata de la Ley de Abastecimiento y el aumento urgente de salarios, planes sociales y jubilaciones. A todo esto, hay que sumarle un plan para terminar con los acuerdos con el FMI y otros organismos internacionales. Para lograr esto tenemos que imitar las luchas como las del SUTNA, lucha bisagra que mostró que con organización y movilización se pueden arrancarle victorias a la burocracia sindical, al gobierno y al empresariado.


[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_10_228DF4F91061.pdf

[ii] https://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/REM220930%20Resultados%20web.pdf

[iii] http://www.centrocifra.org.ar/docs/Informe%20presupuesto%202023.pdf

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