El nuevo ministro de Transporte afirmó que no está en los planes del gobierno la estatización. La reprivatización de la ruta fluvial es el horizonte al que apunta.
A pocas horas de asumir al mando del Ministerio de Transporte, Alexis Guerrera opinó sobre uno de los temas más debatidos en las últimas semanas y que trae aparejados diferentes propuestas tanto al interior del Frente de Todos como por fuera: el futuro de la Hidrovía.
En una entrevista realizada en el programa Minuto uno, conducido por Gustavo Silvestre de C5N, señaló: “no quiero sumarme a la dramatización de la Hidrovía. Hay que preguntarse si la Argentina está en condiciones de hacerse cargo de esa tarea. No hay muchas empresas en el mundo que se dediquen a eso. Nuestro país perdió lo que poseía hace 50 años atrás, como flotas navieras y de dragado”.
Sobre la actual postura que el gobierno adoptaría ante la finalización de la concesión, el funcionario dijo que “era una prórroga inevitable de hacer si queremos que el 80% de la producción del país siga saliendo. Es un acto de responsabilidad dado que estamos en plena cosecha. Nos da el tiempo para una situación intermedia, que sería una licitación corta de un año, año y medio, que nos permita desarrollar este trabajo que realizan las universidades para la licitación final”.
Por último, además de borrar de un plumazo la hipótesis de estatización, el mandatario dejó al descubierto que “hoy el Estado no tiene idea de lo que pasa allí” y que “la Secretaría de Legal y Técnica ya tiene el borrador de un Decreto de Necesidad y Urgencia que crea un ente de control para la Hidrovía”.
La soberanía se construye con hechos
En el mito fundacional del Frente de Todos aún resuena que su principal labor política es la recuperación de la soberanía y combatir la desigualdad, la realidad deja al descubierto que eso no es más que un discurso vacío.
La negativa de estatización y el objetivo puesto en una reprivatización no es más que una clara demostración de la negación de la dirigencia peronista de recuperar los sectores estratégicos de la producción y de la economía para ponerlos al servicio de trabajadores y sectores populares.
Es falso el dilema que plantea el actual ministro, sobre que los argentinos no tenían idea de que por los ríos del Paraná se van nuestras riquezas y que se ejecutan negocios de contrabando y narcotráfico, ante la mirada cómplice del gobierno de turno.
La herencia menemista persiste y pese a que a algunas fuerzas políticas que integran el Frente de Todos les moleste, nada hace parecer que el gobierno de Fernández-Fernández vaya a cambiar de rumbo. Es momento de comenzar a realizar balances y tomar definiciones claras. La recuperación de la soberanía productiva y alimentaria no es más que otro slogan de campaña.
Es clave que el Estado tenga el control y monopolio del comercio exterior, es inadmisible que no se sepa qué sale por nuestros puertos y para eso los necesitamos bajo control estatal y de sus trabajadores. Para ello, debemos apoyar las luchas de las y los trabajadores portuarios que luchan por la recuperación de los puertos y por recuperar una flota mercante de Bandera, son actores claves. La unidad de diferentes sectores en lucha es clave en los tiempos que vendrán.
Solamente con la participación activa de trabajadores con sus organizaciones, las comunidades que habitan los territorios y los militantes y organizaciones ambientales podremos romper las cadenas que nos atan a los intereses de las corporaciones y el imperialismo.