Luego de haberse encontrado en Bali con la número uno del Fondo, Kristalina Georgieva, el gobierno quiere avanzar aún más en el visto bueno de la tercera revisión cuando persisten nubarrones negros sobre la economía local. Un equipo del Ministerio de Economía, dirigido por Sergio Massa, se dispone a viajar esta semana con destino a Estados Unidos para lograr tal cometido.
Como viene sucediendo a nivel local, el gobierno declara algo y cuando se encuentra con los mandamases del Fondo cumple sin chistar. Una muestra de eso son las declaraciones del titular de Hacienda en Futurock durante el domingo, cuando días atrás había sido festejado por Georgieva al reconocer “la disciplina de Massa y su equipo”. Disciplina de ajuste, claro. Pero durante el fin de semana el “superministro” planteó rediscutir algunas metas del acuerdo que el Frente de Todos hizo aprobar en el Congreso, debido al costo que tuvo la guerra en Ucrania para las cuentas argentinas y, también, las proyecciones fiscales de cara un año electoral.
Con estos planteos Massa buscará recibir la aprobación de la última revisión de este año y recibir los USD 5.900 millones en diciembre, que solo se utilizarán para devolvérselo al propio FMI. Concretamente el tigrense dijo que “el planteo del costo de la guerra comenzó hace un mes y medio atrás en el comité de desarrollo del FMI. Se empezó a plantear el impacto de la guerra en el hemisferio norte, y lo que dije es que el hemisferio sur ya pagó la guerra por el aumento del precio de los combustibles, fertilizantes y granos. Están registrados en las cuentas públicas. Eso a la Argentina le represento entre 3.600 y 5.000 millones de dólares”. En el mismo sentido, un informe del Ministerio de Economía dice que la guerra entre Rusia y Ucrania ha generado una“(…) incidencia negativa de USD 4.940 millones en la balanza comercial atribuido a un shock generalizado en los precios internacionales del sector agropecuario (soja 9,4%, trigo 33,7% y maíz 17,8%) y en los precios de los combustibles (gas boliviano 114%, GNL 233% y gasoil 85%)”.
Por el momento, ni los argumentos de “Kristalina compañera” o los contactos de Massa con la embajada le han servido al gobierno para negociar algo con el organismo. La discusión por las sobretasas es un claro ejemplo en este sentido. El carácter del FMI es algo inmodificable, no está en discusión, por más trillado que parezca su control de gendarme financiero en el mundo no es algo que vaya a moldearse a los fines electorales del FdT. En tiempos donde la hegemonía de Estados Unidos se pone en discusión, muy lejos pueden prender los reclamos de Massa.
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Una deuda ilegítima que se quiere honrar
Además de lo repasado también agregó: “Mi intención es que el FMI asuma la responsabilidad que le toca para el desarrollo de los países en el marco del programa que estamos llevando. El acuerdo con el FMI arranca en un préstamo de apuro, que no tuvo correlatos en términos de resultados en infraestructura, inversión social, y pretendemos que el endeudamiento tenga correlato en la realidad de los argentinos”.
Toda la última parte de este fragmento de las declaraciones radiales de Massa repasan el carácter ilegítimo de un préstamo que no tendría por qué estar siendo pagado con los ingresos de las mayorías.
En un mismo tono de doble discurso, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, también dio declaraciones, donde dijo: “Pero en un momento se supo, sorpresivamente, que no se trataba de eso, de cambiar el cronograma y los montos, en definitiva las condiciones de eso impagable; sino que de repente nos enteramos que se trataba de un nuevo préstamo para pagar el de Macri. Un nuevo crédito con nuevas condiciones. Eso es refinanciar. Y esa es la mentira que nos ocultó el ex ministro. No lo sabíamos”. Y agregó: “Eso no lo sabía el presidente, no lo sabía Cristina, no lo sabía el Congreso. Lo cual resulta de suma gravedad. Hoy Massa contó que Guzmán le dijo vota esto así o vamos al default”[i].
La carrera electoral, por la cual preocupa los condicionamientos del nuevo acuerdo con el FMI que este año se cumplieron a raja tabla, se manifiesta en la discusión sobre la deuda pública. Ahora aquellos dirigentes con posibilidad de ser candidatos recurren al argumento de haber desconocido en absoluto todo lo que significó el trabajo de entrega económica desarrollado por el ex ministro Martín Guzmán. Lo paradójico es que ni Massa siendo el presidente de la Cámara de Diputados, ni Alberto siendo el presidente pudieron conocer lo que un funcionario de su propio frente tramaba con el Fondo. Este desmarque discursivo no tiene sustento cuando se repasa la lista de votación de los diputados y senadores. La gran mayoría de los frentetodistas aprobaron el acuerdo de Facilidades Extendidas a mano alzada.
De todas maneras, a pesar de reconocer la estafa macrista y denunciar la “traición” de Guzmán, la política del gobierno sigue siendo la expresada por el propio Massa: “el acuerdo con el FMI marca objetivos acordados con Argentina. Lo que tenés es un conjunto de metas que tienen como objetivo garantizar las obligaciones del préstamo. No son una imposición del FMI; son una convicción del Frente de Todos, porque los mejores resultados se consiguieron con el superávit fiscal, con acumulación de reservas y equilibrio fiscal. Ese es un sendero que tenemos que recorrer”. La deuda se paga y se va a seguir pagando a pesar de su carácter ilegal y fraudulento, como así también se van a cumplir con los números de déficit primario. Se va a cumplir con el 2,5% del PBI para este 2022 y, como lo indica el presupuesto votado hace unos días, se trabajará para reducirlo a un 1,9% en 2023. En el medio, como se sabe, las que sufren son las partidas de Educación, Salud, Vivienda y Asistencia social.
Salir del fondo con un default soberano
Justo cuando se desarrolla otra turbulencia cambiaria en la que no se sabe si la dinámica y decisiones del gobierno nos llevarán a una hiperinflación o una brusca devaluación cambiaria, el gobierno insiste con cumplir con uno de los grilletes más importantes que tenemos: la deuda con el FMI.
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Las advertencias que avizoraban un marco de inflación descontrolada, pérdida de reservas y parálisis de la economía si se desconocía la deuda han sido refutadas con su posición contraria. Hoy con un nuevo préstamo y las ataduras que exige el organismo de crédito la situación económica del país no para de empeorar.
Por eso, como lo hicimos cuando Macri tomó este préstamo fraudulento y cuando el FdT lo legalizó en el Congreso, desde el MST en el FIT-Unidad mantenemos la postura de desconocimiento de la deuda, declarando un default soberano. No hay que pagar un solo dólar más a ese mecanismo de saqueo y, con esos mismos recursos, resolver la deuda social que hoy alcanza niveles de pobreza cercanos al 40%. También es necesario iniciar una investigación de este fraude para que todos los responsables paguen por la entrega cometida.
Sin estas medidas de ruptura con el FMI, el Fondo seguirá hundiendo al país.
[i] Axel Kicillof, sobre el acuerdo con el FMI: “No se sabía hasta el final que se estaba refinanciando la deuda”. Página 12