El viernes por la tarde se firmó un nuevo aumento paritario para los estatales nacionales. Luego de no haber llamado a paritarias en junio y de no presentar ninguna propuesta en la reunión del 1ero de julio, el Gobierno de Javier Milei ofreció un aumento de 6,6%, de 3,5% para el mes de julio, y un 3% para agosto y un bono por única vez de 60 mil pesos remunerativo, con lo cual será de menos porque sufrirá descuentos que representa un estimativo de 4,8% en los salarios promedios.
La propuesta fue aprobada por el gremio mayoritario UPCN y rechazada por ATE por considerarla totalmente insuficiente. La suma por única vez de $60.000 es para los 36 convenios sectoriales que se encuentran dentro del convenio colectivo de trabajo enmarcado en el decreto 214 / 2006. Quedan fuera las y los trabajadores de los organismos descentralizados como el PAMI, ANSES o la AFIP entre otros y también la gran masa de monotributistas que hay en la administración pública nacional. Con este acuerdo, el estado empleador pretende cerrar la discusión hasta una nueva convocatoria en septiembre.
Ajustazo en los salarios
Desde enero, el gobierno de Milei firmó cinco aumentos para los estatales (16% en enero, 12% en febrero, 8% en marzo, el 9,1% en mayo y el 6,6% para el bimestre julio y agosto) mientras que la inflación de diciembre a junio de 2024 fue de 87,9% y la interanual de 271,5%. Una pérdida de más del 30% y que puede crecer en los próximos meses. Mientras este acuerdo se firmaba el subsecretario de Comunicación de Nación, Javier Lanari, tuiteaba que la inflación prevista para julio rondará el 3,8%. De confirmarse ese número, tal como sucedió con las otras negociaciones con los estatales, el ajuste irá por debajo del 3,5% de aumento anunciado para ese mes.
El relevamiento mensual que lleva adelante la Junta Interna de ATE en INDEC indica que una familia tipo necesita $1.362.029 para no ser pobre, cifra muy superior al ingreso promedio de los estatales que para una letra D0 del convenio SINEP hoy está en $512 mil pesos . A esto se le suman los más de 22 mil trabajadores despedidos en todo el Estado. Pero mientras habla de ajuste y de achicar el Estado, con los estatales somos “la casta”, refuerza cada vez más a la fuerzas represivas para castigar la protesta social y destina millones de pesos para la renovación del servicio de inteligencia estatal para perseguir opositores.
En julio la inflación se ubicaría en torno al 3,8%. En el rubro alimentos rondaría el 3% (en diciembre rozó el 30%)… pic.twitter.com/6L6pye3llD
— Javier Lanari (@javierlanari) July 19, 2024
Los despidos combinados con el ajuste salarial es la política para expulsarnos del Estado. Su intención de bajar el gasto a partir de echarnos es una lógica que va a seguir repitiéndose porque ahora nuevamente renovaron todos los contratos por 3 meses hasta fines de septiembre. Y a diferencia de lo que plantean algunos sindicatos no creemos que haya que resignar salario por trabajo. Queremos mantener nuestra fuente de laburo y ganar un salario digno equivalente al costo de la canasta familiar.
Informe completo https://t.co/f9JHL81Xhn#ATE#salario #canastabasica #inflacion pic.twitter.com/P8jKpUCJXo
— ATE-INDEC (@ATEIndec) July 18, 2024
UPCN convalida el ajuste, ATE no lo enfrenta de manera unificada
Cada paritaria que pasa se reafirma el rol traidor de la conducción de UPCN. Pero nada puede esperarse de quienes, en palabras de su Secretario General, Andrés Rodríguez, negociaron puntos de la reforma laboral de la Ley Bases y no salieron a movilizar. Están haciendo todo lo que Milei quiere, se abrazan con el Secretario de Trabajo Julio Cordero y mientras dejan que los estatales nos hundamos en la miseria y la pobreza.
Párrafo aparte merece ATE, que si bien en enero convalidó el primer aumento dado por Milei, de ahí en adelante rechazó todas las paritarias por considerarlas insuficientes. Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Nacional realizó su habitual descargo diciendo que: “Esta propuesta es inaceptable. Un recorte de esta magnitud en los ingresos del sector público no encuentra precedentes en las últimas décadas. Es un ajustazo”. Y añadió: “Los ofrecimientos ni siquiera se condicen con los niveles oficiales de inflación. Está claro que enfrentamos un plan deliberado para destruir los salarios y las condiciones de vida de todos los empleados públicos”.
Enfrentar a Milei de verdad y a fondo
El plan de Milei está claro desde el comienzo de su gestión. Darle aire o dejarlo que camine es el acta de defunción para miles de trabajadores y para muchos organismos valiosos del Estado. La Ley Bases, retaceada producto de la lucha, le da un marco para hacer y deshacer a sus anchas. Sin embargo hemos tenido escenarios de resistencia como fue en el INCAA en el mes de marzo, como los compañeros del INADI o del ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad o el caso más reciente la lucha de los trabajadores del INTI. Hay fuerza para frenarle la mano. Pero lo que no existe hoy es una coordinación de todos los sectores del Estado para poner un pie en un plan de lucha por la reincorporación de los compañeros, la restitución de organismos y el fin del ajuste. Hoy no existe, y en parte es responsabilidad de la conducciones sindicales sobre todo de ATE. La política de pelear sector por sector ha llevado a derrotas que nos hacen retroceder en materia de derechos.
Pero el ajuste no es sólo a los estatales sino en general todos los sectores de trabajadores están sufriendo ataques. Por ende no se puede esperar hasta las elecciones. Muchos compañeros honestos que acompañaron la gestión del Frente de Todos sienten el golpe del fracaso de ese proyecto político, que por no haber garantizado la estabilidad laboral permitieron que esté gobierno arrase con los organismos, y buscan alternativas para salir a enfrentar a Milei.
Como venimos insistiendo desde Alternativa Estatal para poder ganar las luchas hace falta unificar las peleas, que seamos todos los afiliados y afiliadas de ATE quienes decidamos ese plan de lucha y que le demos continuidad con paros, movilizaciones y si hiciera falta la toma de edificios. En el camino sumarnos a todos los sectores que vienen luchando desde diciembre contra el Protocolo de Bullrich, la Ley Ómnibus y la Ley Bases, el DNU y cada medida retrógrada que toma este gobierno. Pero también no esquivarle al debate de qué proyecto político tenemos que construir para cuando la tiranía de Milei se termine poder poner un gobierno de las y de los trabajadores al servicio de nuestros intereses.