En un acto eleccionario histórico, que pudo realizarse sin sobresaltos a pesar del temporal, 43.367 socios de Boca se acercaron para elegir al nuevo presidente de Boca. La fórmula Riquelme – Ameal del oficialismo se impuso a la fórmula Ibarra – Macri de la oposición por 65.3% a 34.4%.
De esta manera se convirtió en la elección con mayor convocatoria para un club de fútbol argentino, superando el récord de Boca en 2011, 2015 y 2019 y las de River en 2019 que tuvo 19.883 votos. Además quedó tercera a nivel mundial en cantidad de votantes, solo detrás de las elecciones en Barcelona en 2010 y 2021 que tuvieron 57 mil y 55 mil electores respectivamente.
Más allá de las distintas maniobras de la oposición encabezada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri quienes presentaron denuncias al club por irregularidades en el padrón, desde las 9 hs, en el césped de la Bombonera, más de 94.000 socios y socias estaban habilitados para votar. Por allí pasaron distintas glorias del club y dirigentes políticos quienes se a ejercer su voto.
En horas de la mañana quien se acercó a votar fue el Presidente de la Nación Javier Milei, rodeado de custodios, quien había expresado su deseo de “desterrar al populismo de Boca” y poder ver a Palermo como director técnico que era la promesa de la oposición. Fue insultado y se retiró abucheado al grito de “el club es de los socios” ya que es conocida su posición en favor de las Sociedades Anónimas dentro de los clubes de fútbol.
Mauricio Macri finalmente no se acercó a votar este domingo por encontrarse fuera del país cumpliendo con compromisos con FIFA y repudio los insultos a Milei.
Riquelme será el Presidente por los próximos 4 años del Club de la Ribera con un triunfo contundente. Más allá de algunos desaciertos en los primeros 4 años de gestión y de no obtener títulos este año, sí los consiguió en años anteriores y logró poner en valor al Club, promocionar jugadores, ordenar las cuentas y recuperar el rol social de la institución. Lo cual fue valorado por la mayoría de votantes frente a la lista de Ibarra-Macri que buscaba priorizar sus negocios y la privatización del fútbol y sus clubes. Seguramente para Riquelme, el gran desafío en el futuro sea conseguir la tan ansiada séptima Copa Libertadores, de la que estuvo a las puertas hace un poco más de un mes en Brasil.