Durante el transcurso de la mañana de este viernes 28, el FMI confirmó la aprobación del Staff Level Agreement por el cual asegura desembolsar el próximo 21 de agosto la suma de U$S 7.500 millones para cubrir los vencimientos que tiene el país durante este año con el organismo por el Acuerdo de Facilidades Extendidas para cubre el fraudulento crédito Stand By contraído por Macri por U$S 45.000 millones. Los grandes empresarios y especuladores estaban preocupados por la concreción de la operación. La cuenta la pagamos los que no vimos un dólar, la mayoría trabajadora, con más inflación, caída del salario y las prestaciones sociales.
A pesar de una demora, ya que Massa había asegurado que entre miércoles y jueves los funcionarios del Fondo aprobaban el acuerdo técnico, finalmente sobre el filo del cierra de las operaciones del FMI, cuyos funcionarios se van de vacaciones los primeros días de agosto, Economía anunció el cierre del acuerdo, que sería dado a conocer oficialmente por el organismo con un comunicado formal del FMI en las próximas horas. Las demoras en conocerse el acuerdo técnico fueron utilizadas por los especuladores que llevaron el blue hasta $ 553 y compensaron también, las medidas devaluatorias anunciadas por el ministro el domingo pasado.
Si bien no se conocerán hasta ese momento todos los detalles de lo acordado, ya trascienden varios de sus aspectos centrales en la información periodística. Por el mismo se aseguraría un desembolso de alrededor de U$S 7.500 millones para el 21 de agosto y otro del que no se conocen mayores precisiones para noviembre. Los desembolsos alcanzarán sólo para cubrir los vencimientos de este año con el FMI, que además mantiene las onerosas metas – en un año donde la falta de dólares esta agravada por las consecuencias de la sequía- de bajar el déficit fiscal a 1,9% del PBI y se exige “fortalecer las reservas”. Se reclama que estas sean de U$S 1.000 millones a fin de 2023, se encuentran en U$S 7.000 millones negativas actualmente. Massa afirmó además que se le autoriza intervenir en el mercado cambiario para evitar disparadas especulativas del dólar.
Dado las vacaciones del Bureau del FMI el dinero no llegará para cubrir los vencimientos de capital e intereses por U$S 3.500 millones que vencerán el 31 de julio y 1° de agosto. Para cubrirlos el ministro anunció la contratación de “créditos puentes” con la CAF, el Banco Mundial y el BID, que serían garantizados por el acuerdo alcanzado con el Fondo y evitarán seguir usando los swaps de yuanes, como se usaron para el vencimiento del mes pasado.
El acuerdo, que incluiría la aprobación de la quinta y sexta revisión del organismo, terminó de cerrarse durante este jueves, en una conversación entre el ministro candidato Sergio Massa y la titular del FMI, Kristalina Georgieva. En el texto que emitió el organismo de crédito se hacen explicitos los “retos” de los funcionarios imperialistas. Luego de señalar el impacto de la sequía se consigna en el mismo que “también ha habido desvíos y retrasos en las políticas, que han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil. Como resultado, no se alcanzaron los criterios de desempeño de finales de junio de 2023 (CP) para la acumulación de reservas internacionales netas (NIR), el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal”.
Entre los vencimientos que restan cubrir hasta fin de año, luego del pago de los próximos días, se encuentran uno el 1° de setiembre por U$S y tres vencimientos en octubre por U$S 2.644 millones. Sumados con los de julio y agosto suman todos U$S 7.000 millones de vencimientos a cubrir antes del 30 de octubre.
Las exigencias del Fondo que significan mayor pobreza para los trabajadores
El acuerdo demorado por más de tres meses tuvo que compatibilizar las exigencias del organismo por mantener si o si, pese a las consecuencias de grave sequía que afectó gravemente las entradas de dólares provenientes de las exportaciones agrícolas, las metas de ajuste pautadas. Los esfuerzos del ministro candidato, que realizó un ajuste de los presupuestos sociales mucho mayor que en otros años, no conformaron la demanda imperialista que presionaba, en medio del proceso electoral, por una abrupta devaluación que achicara lo máximo posible la brecha cambiaria y un mayor ajuste fiscal, que el ajustazo que ya viene realizando este gobierno.
Finalmente, el acuerdo preanunciado en el fin de semana por Massa, incluye una devaluación “encubierta” -vía impuestazos- del 15%, una nueva edición del dólar agro a $340 –que significa mayor costo fiscal y se traslada a la inflación-, elevación del valor del “dólar ahorro”, impuestos adicionales a una serie importante de bienes y servicios, cuyos mayores costos ya están siendo trasladados a los precios de los artículos que consumimos todos.
En definitiva, el FMI le impuso al ministro el porcentaje de devaluación que exigía (en sus comunicados hablaba de entre un 15 y 25%), más ajuste fiscal: “por el lado del gasto, siguen siendo necesarios esfuerzos para contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mejorando al mismo tiempo la progresividad del sistema; y fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales”.
y anuncia que está en contra del actual desdoblamiento cambiario exigiendo – que es lo que los economistas y candidatos están discutiendo- ya que se evalúa que pasos se darán para su unificación hacia fin de año. Esto significa una mega devaluación, que es en campaña uno de los temas de discusión, sea la liquidación del cepo y el “blindaje” de Patricia Bullrich –luego relativizado por los propios-, u otras variantes más graduales.
En lo que todos coinciden, con Massa a la cabeza, es en el pedido del Fondo de exportar lo más posible para juntar los dólares para pagar la deuda – o sea de profundizar con todo la privatización de nuestra economía aumentando al máximo el pillaje de las multinacionales y el modelo extractivista-, en un fuertísimo ajuste fiscal, que se lleve puestos las jubilaciones, planes sociales y el conjunto de las prestaciones del Estado y en la liquidación de derechos laborales para maximizar la ganancia empresaria. La derecha lo proclama, el ministro candidato de UP, con otro discurso, ya lo está haciendo.
Por eso este 13 de agosto apoyanos a los únicos que planteamos que hay que romper con el FMI y los buitres de la deuda, que estamos apoyando todas las luchas de los trabajadores y sociales que se oponen al ajuste que este gobierno está implementando y que decimos que hay que unirse para enfrentar el que preparan con todo para después del periodo electoral. Vota las boletas de la lista “unidad de los luchadores y la izquierda” (MST-PO) en el Frente de Izquierda Unidad, que encabeza la fórmula presidencial de Gabriel Solano – Vilma Ripoll.
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