Tras la fallida negociación del Consejo del Salario, el gobierno realizó el aumento del salario mínimo, vital y móvil vía decreto. Este sigue estando muy por debajo de las necesidades de las y los trabajadores.
Los números en cuestión
El monto estipulado por el decreto es de $ 254.231 y llegaría a valer $ 271.571,22 para octubre, un aumento muy cercano a lo que ofrecían las patronales en la negociación y muy lejos de lo que necesita un trabajador para vivir día a día.
El salario sigue siendo el menor en los últimos 30 años. Antes del aumento, el sueldo mínimo expresaba una pérdida del poder adquisitivo interanual del 40%. Con el aumento, la pérdida sigue rondando el 30%.
Según la Junta Interna de ATE INDEC, una familia compuesta por dos adultos de 35 años con dos hijos en edad escolar necesita para vivir en las mínimas condiciones de dignidad $ 1.362.029. Ni siquiera cinco salarios mínimos llegarían a cubrir ese monto.
En su último viaje -su decimosegundo- el presidente gastó 300 mil dólares en el jet lujoso que lo trasladó ida y vuelta a París. Si tomamos como referencia el dólar blue, que al momento que se escribe está en un valor de $ 1445 tipo vendedor, se necesitan 1705 salarios mínimos para pagar el vuelo que permitió al presidente y a su hermana ver la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Una vergüenza que mientras tienen gastos de opulencia y lujo con la plata del Estado, los trabajadores tengamos que cobrar las migajas que le sobran a las patronales.
La CGT debería dejar de negociar en la mesa técnica la reforma laboral y convocar a medidas urgentes para recomponer el salario. Caso contrario serán cómplices otra vez de este embate contra el pueblo trabajador.
A su vez, desde la izquierda y el sindicalismo combativo debemos apoyar los conflictos en curso, tanto por reclamos salariales como contra los despidos y coordinar por abajo la lucha contra el plan antiobrero de Milei.