Publicada originalmente en el sitio de la Liga Internacional Socialista.
El bombardeo del Hospital Al-Ahli, con un saldo de 800 muertos (llegando a más de 4000 muertos y más de mil desaparecidos en total), es un punto de bisagra en el asedio sionista de Gaza. Se suma a los bombardeos realizados desde ayer contra los gazatíes indefensos que intentan huir hacia el sur por donde las propias fuerzas israelitas exigieron. Los pueblos árabes de la región estallaron de indignación, inundando las calles, movilizando a las embajadas israelíes y chocaron contra las fuerzas represivas de sus gobiernos traidores, que tuvieron que cancelar la cumbre que tenían con Biden.
Éste se dirige a Israel, no para “garantizar la ayuda humanitaria” sino para apoyar política y militarmente a Israel. El mensaje de los poderosos a Israel es claro: “asesinen, pero háganlo ateniéndose a las reglas internacionales establecidas.” En Medio Oriente la barbarie muestra su peor cara. El mundo no puede cerrar los ojos ante un Estado que asesina masivamente, amenaza al Líbano con “volverlo a la Edad de Piedra” y avisa que todavía no ha comenzado la venganza. Se está con Palestina o con los genocidas y fascistas.
Martes 17 de Octubre
Abu Obeida de Hamás, anunció la liberación de algunos rehenes extranjeros, no israelíes, cuando se den «las condiciones sobre el terreno» porque los consideran “invitados” y no tienen nada contra ellos. Hamás da la primera prueba de vida de un rehén israelí a través de un video. El número de desplazados en la Franja de Gaza ronda el millón de personas. Se cuentan cuatro ataques en el cruce de Rafah donde se concentran miles de personas intentado huir. El cerco no permite que llegue ayuda humanitaria desde Egipto. Los ocupantes afirman haber liquidado al máximo jefe de Hamás en Gaza Ayman Nofal. Un bombardeo mató a al menos 71 gazatíes. Casi 4.000 trabajadores de la Franja de Gaza permanecen retenidos y están siendo investigados sobre su posible asistencia a Hamás en el ataque del sábado pasado.
La OMS denunció la violación de todas las convenciones humanitarias internacionales, pidió la apertura de corredores sanitarios seguros para abastecer a la población con suministros y servicios sanitarios básicos. El hospital oncológico dejó de funcionar parcialmente por la falta de combustible. Si la población no recibe agua, no sólo puede morir por las bombas sino también por enfermedades infecciosas. La comida se agotará en menos de una semana. Como Israel no bombea ni una gota de agua potable a Gaza, las personas beben agua contaminada.
Israel no quiere defenderse, quiere dejar tierra arrasada, por eso amenaza al Líbano con castigarlo de tal manera que vuelva a la «Edad de Piedra». No son sólo amenazas, desean hacerlo. La matanza a nuestros hermanos llega al hospital Bautista Al-Ahli, con más de 800 asesinados “Vimos montones de carne y partes de cuerpos desmembrados siendo cargados en bolsas debido a su gran cantidad y al horror de la escena resultante de la horrible masacre.”
Lo ocurrido motiva llamados a salir a marchas intensas en Cisjordania. Suenan sirenas en la Alta Galilea. Se escucha una gran explosión entre Haifa y Cesarea. Suenan todas las mezquitas de Jenin que llaman a la movilización general y piden a los jóvenes que acudan a las zonas de contacto con la ocupación.
Los asesinos difunden informaciones falsas sobre la responsabilidad del ataque al hospital, pero, no sólo lo demuestran los videos, sino un reconocimiento Afkhai Adraei, coronel sionista, que afirma: “Habíamos advertido que se evacuara el Hospital Bautista y otros cinco hospitales para que la organización Hamás no los utilizara como refugio”.
Los sionistas advierten que el costo de una invasión terrestre será alto con muchas bajas, mientras continúan con los preparativos para entrar en Gaza y provocar un genocidio.
Empezó la represión en Jenin que se lleva la vida de una pequeña con balas de la Autoridad Palestina, entre llantos desgarradores, también crecen las demandas para que Hamás comience la ejecución de los 250 rehenes en su poder y difunda las imágenes. Estallan enfrentamientos en el barrio de Wadi al-Joz, Jerusalén.
Mahmoud Abbas, presidente del Estado de Palestina, abandona Jordania sin esperar a reunirse con Biden, ni a la cumbre de las cuatro naciones y solicita regresar a Ramallah de inmediato. Las calles de Cisjordania enfrentan a los enemigos armados.
Decenas de miles de jóvenes atacan la sede del distrito en Ramallah y se rebelan contra la Autoridad Palestina. Decenas de jóvenes se enfrentan a la ocupación en el puesto de control norte de Qalqilya.
Un alto funcionario de Hamás declara que el movimiento está dispuesto a liberar a todos los rehenes civiles en el plazo de una hora si se detiene el asedio a Gaza.
En el sur de Líbano hay multitudinarias concentraciones para exigir una rápida intervención militar. Tanques Merkava colapsan en la frontera con el Líbano debido a los ataques de Hezbollah.
Las Brigadas Al-Qassam bombardean Tel Aviv. Miles de jordanos intentan asaltar la embajada, pero el ejército se lo impide. La concurrencia sigue aumentando y se transforma en una massiva movilización que las autoridades ya no pueden manejar.
El secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein Al-Sheikh, dijo a Al-Arabi Al-Jadeed: “Estamos hablando consultas con Egipto y Jordania para tomar una posición con respecto a la retirada de la cumbre prevista para mañana con el presidente estadounidense Joe Biden”.
Las campanas de las iglesias suenan en la ciudad de Ramallah con ira y dolor por las almas del pueblo de Gaza. Manifestantes atacan el consulado israelí en Estambul. Medios hebreos afirman que llueven cohetes sobre Tel Aviv y se escuchan fuertes explosiones.
Mientras se multiplican las muertes y la barbarie agresora, los imperialistas y sus cómplices despliegan otro arsenal: el del cinismo. La presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen no oculta su apoyo a Israel, apenas los matiza: “Los palestinos no deben pagar por la barbarie de Hamás”. La UE quiere un puente aéreo con Egipto para llevar ayuda humanitaria.
Mientras EE. UU. exhibe a su presidente “llamando a reuniones y haciendo esfuerzos diplomáticos por la pacificación” confirmando la llegada a Israel para miércoles 18, la Fuerza de Respuesta Rápida del Cuerpo de Marines se despliega con 2.000 efectivos y aparece el jefe del Comando Central para brindar el sostén imperialista. Con total parsimonia Putin, el asesino invasor de Ucrania, anuncia que abordará los acontecimientos con Xi ante la preocupación de una guerra regional.
La respuesta de la Unión Africana y la Liga Árabe no supera el pedido de impedir una «catástrofe» en Gaza, infinitamente por detrás de nuestros pueblos hermanos que dan la vida contra el enemigo sin más armas que su propio cuerpo. Irán sigue advirtiendo… ahora con una posible “acción preventiva” si continúan los ataques, la realizaría el “Eje de la Resistencia” que dirige informalmente Irán y también conforman Hezbullah, Hamás y Yihad Islámica.
Lo cierto es que la irrupción de las masas árabes saliendo en masa a las calles pateó el tablero político, terminó de romper el proceso de normalización de relaciones de sus gobiernos con Israel, que Biden viajaba a intentar salvar, demostrando el poder que tienen y lo decisivo que su fuerza es para la posibilidad de hacer retroceder y derrotar al Estado de Israel.
