Esta semana arrancó con una fuerte escalada en la organización y lucha de la salud pública. Paro y asambleas en los principales centros de salud de la provincia marcaron la cancha y demostraron la fuerza que tienen los trabajadores de la salud.
Solo el día lunes se realizaron acciones en el Hospital Córdoba, el de Niños, Rawson, San Roque, Misericordia, Neonatal, Maternidad provincial, en el San Antonio de Padua de Río Cuarto, Iturraspe de San Francisco, Illia de La Calera, Urrutia de Unquillo, Illia de Alta Gracia, Domingo Funes en Punilla, Vicente Agüero de Jesús María, Romagosa de Dean Funes, el de Río Tercero, Santa Rosa de Calamuchita, Villa Dolores, el Elpidio Torres de la Ciudad y el Neuro.
Se trata un proceso en ascenso con un gran componente asambleario por abajo que expresa una bronca e indignación desbordante. La Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) es protagonista de esta lucha. A propósito, su secretario general, Gastón Vacchiani expresó: «nunca se consulta nada, hace años, y así está nuestro salario. Los parches del gobierno no solucionan nada. Hay un vaciamiento crónico en la salud pública”.
Años de una política pública por parte del gobierno de Schiaretti y de Hacemos por Córdoba decantaron en un profundo hartazgo. Salarios por debajo de la línea de pobreza, concurrencias de profesionales, monotributos, explotación laboral y maltrato son algunos de los dolores y reclamos que atraviesan a los esenciales del equipo de salud; pero que hoy los encuentra unidos para enfrentarlos.
Este martes estuvo marcado por la continuidad del proceso con asambleas y acciones en el polo sanitario de la ciudad de Córdoba.
Todas las acciones de estos días sirvieron de previa al gran paro y movilización de todo el equipo de salud que se realizará el miércoles 16 de noviembre y que continuará con asambleas y cortes en los hospitales el día 17.
