lunes, 23 diciembre 2024 - 08:03

Comunicado del Plenario Sindicalismo Combativo. Y marcha al Ministerio de Trabajo junto a la Unidad Piquetera

Por un salario mínimo de 140 mil actualizado x inflación

El día en que la Argentina debuta en el mundial, el gobierno convocó a la discusión del Salario Mínimo. No es para festejar, sino para ocultar el arreglo de un salario mínimo de indigencia, entre las burocracias sindicales de todo pelaje, las patronales y el gobierno peronista.

En este mes de noviembre, el salario mínimo que rige establecido por el ministerio de Trabajo es de $57.900 para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa, $ 4.206 por debajo de la indigencia a octubre. Lo propio ocurre con la jubilación mínima, y con todos los ingresos obreros que deben tomar por referencia a este mal llamado salario mínimo. Es una realidad de los tiempos que corren que la clase trabajadora tiene salarios formales por debajo de la línea de pobreza. Y es por eso que con niveles de ocupación mayor, sin embargo hay más pobres. Lo cual además tira por tierra las mentiras que impulsan desde el Establishment de que el pobre es un vago. El programa Potenciar Trabajo cubre hoy, por ejemplo, sólo el 25% de la canasta alimentaria básica. El salario mínimo establece una referencia para todos los salarios y también el piso para los salarios iniciales de la docencia que, en una paritaria de la vergüenza con Ctera en la época de Macri, se fijó en un 20 % más que el salario mínimo.

Para que este ingreso indigno apenas supere la canasta de pobreza, según el último dato del INDEC, que la ubica en 140 mil pesos, el salario mínimo debería más que duplicarse.

No será la política de la recién nombrada ministra de Trabajo Kelly Olmos, que apenas asumió declaró aumentar los salarios al ritmo del costo de vida hacía imposible derrotar a la inflación.

Mientras esto afirma la ministra Olmos, según la agencia oficial de noticias Télam, sólo cuatro empresas, Ledesma, Aluar, Molinos Río de la Plata y Arcor, tienen una facturación promedio en sus últimos ejercicios presentados todos en 2022 que se ubica 18,5% arriba de los ejercicios anteriores, medida en dólares. Estos 4 pulpos, en promedio, en los últimos 8 años facturaron más de 50 mil millones de dólares.

Paralelamente, en lo que va del año, el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, pagó 1700 millones de dólares al FMI, y aplicó el brutal plan de ajuste que se completa con tarifazos, reducción de jubilaciones, recortes de miles de millones de pesos en educación, salud, vivienda gasto social.

En este cuadro crecen los valores de todos los dólares que pueblan el mercado de divisas del país, lo que no es otra cosa que una devaluación sistemática y creciente que la pagan las y los trabajadores con la devaluación consiguiente de sus salarios y de sus ingresos. En un llamado a la híper devaluación, el viceministro de economía de Massa, Gabriel Rubinstein, en una reunión con un grupo de empresarios y ricachones declaró que si les va mal se viene un “Rodrigazo”.

Nada de esto ha preocupado ni a la CGT ni a las CTAs, que casi en su totalidad participaron o apoyaron el acto de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el Estadio Unico de La Plata, donde la principal preocupación fue la de militarizar los barrios obreros y llamar a un acuerdo con la oposición de derecha. Además de toda la burocracia sindical, se sumaron al acto de la vicepresidenta del gobierno del ajuste del FMI los dirigentes del Movimiento Evita, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social dirigido por la ministra Tolosa Paz, que declaró que no ampliará la cobertura social para los desocupados.

En este cuadro de degradación económica sin parangón, con una inflación de octubre que en alimentos supera largamente el 8 %, y que en promedio superará el 100% a fin de año, la Mesa nacional de Sindicalismo Combativo se reunió y resolvió marchar junto a los trabajadores  de la Unidad Piquetera, y confluir en un acto común del movimiento obrero ocupado y desocupado en el Ministerio de Trabajo, para reclamar un salario mínimo de 140 mil indexado, jubilaciones equivalentes al 82% móvil del salario de los trabajadores en actividad indexadas, fuera la reforma laboral, aumento general de emergencia con básicos iniciales en toda actividad al menos igual a la canasta familiar, reapertura de paritarias para imponer aumentos que superen a la inflación, reducción de las jornadas laboral y reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial, pase a plata permanente de todos los trabajadores precarizados, la eliminación del impuesto a las ganancias sobre salarios, fuera los tarifazos, la ruptura del pacto con el FMI y el pago de la deuda externa, y la necesidad de poner en pie un paro nacional y un plan de lucha para derrotar el ajuste del gobierno de Frente de Todos y de la oposición derechista de Juntos por el Cambio hasta imponer un plan obrero que utilice los recursos para las necesidades de las amplias mayorías trabajadoras y no para seguir financiando la fuga de capitales y a los grandes imperialistas.

El paro nacional es más necesario que nunca, y ese camino está abierto por el enorme triunfo de la lucha ejemplar de los trabajadores del neumático del SUTNA. Los trabajadores del neumático rompieron todos los esquemas de paritarias a la baja imponiendo cláusulas de actualización automática, la garantía salarial e importantes aumentos reales por encima de la inflación: su método, la asamblea general y de fábrica, el paro, el piquete y finalmente la huelga general. El proceso siguió con un fuerte proceso nacional de luchas en salud. La huelga de los residentes y concurrentes de CABA, que,confluyendo con otros sectores, acaban de derrotar a Larreta, una rebelión autoconvocada contra las paritarias a la baja del Sindicalismo pejotista y kirchnerista. La rebelion sanitaria con el Garrrahan , el Posadas, los residentes y la CICOP, con Cordoba como punto mas algido, expresa el reclamo general del equipo de salud. Con los desbordes a la burocracia de ATSA desde la comisión interna del Hospital Italiano en su paro trucho y la lucha de la ALE por el reconocimiento profesional de la enfermería. Todo  en medio de un  reverdecer de luchas obreras, como el paro docente  de los Sutebas Multicolores que paralizaron la provincia de Buenos Aires, el paro de los docentes de CABA convocados por Ademys Multicolor, las huelgas de los petroleros, de los judiciales  y de los portuarios, las/los trabajadores del Subte y los aeronáuticos de GPS, que marcan la senda para quebrar al ajuste fondomonetarista del gobierno de los Fernández y Massa.

 Reivindicamos la unidad de ocupados y desocupados y la necesidad de organizar el paro nacional , apoyando todos los conflictos, y un plan de lucha.

 Los sindicatos y cuerpos de delegados recuperados que integramos el PSC, los activistas de las asambleas autoconvocadas,  nos sumamos activamente a la lucha por un salario mínimo de 140 mil porque eso sería el punto de partida de una reorganización económica a partir de los intereses de los trabajadores.

Plenario del Sindicalismo Combativo

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