En los últimos días se dieron dos hechos en simultáneo: un nuevo embate de Milei al conjunto de la clase trabajadora y la reacción de distintos sectores atacados. Lo que aún sigue faltando es la fecha de un nuevo paro general por parte de la CGT. Las condiciones están más que dadas, sin embargo, desde la central obrera parecen no ponerse de acuerdo y con la inacción dejan correr un ajuste criminal.
El día viernes en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso el presidente volvió a la carga contra todos los trabajadores, justificó su ajuste fiscal, criticó la pesada herencia y anunció una vez más su versión mentirosa de atacar los “privilegios de la casta”. Habló de volver a la carga con la reforma laboral, intervenir desde el estado en la vida interna de los sindicatos, establecer que los convenios por empresa estarán por encima de los convenios colectivos del sector (Viejo anhelo de la burguesía argentina), el descuento de la jornada de sueldo de los empleados públicos que no vayan a trabajar por motivo de un paro y anunció el cierre de Télam, en medio de una reafirmaron de su programa reaccionario general.
La magnitud del ataque y la presión desde abajo llevaron a la reacción de distintos sectores empujando a sus dirigentes. Eso se expresó en el paro de los ferroviarios, de la sanidad, de los docentes del nivel inicial, el paro de colectivos que se lleva adelante en varias provincias del país el día de hoy y la UOM (Metalúrgicos) que activó un plan de lucha que incluye un paro por 24 horas el miércoles y paros de 48, el 13 y 14 de marzo y 72 horas del 19 al 21 de este mes. Mostrando que un plan de lucha con medidas progresivas es posible. El desplome de la industria es brutal y los operarios ya cobraron febrero sin aumento salarial. Los trabajadores de neumático también tienen bajos ofrecimientos en su paritaria y analizan medidas de fuerza. Los estatales, tras el cierre del INADI, TELAM, y despidos en INCAA, ACUMAR, AGP (puertos), ANDIS, Desarrollo Social irán a una jornada de lucha con paro seguramente la próxima semana. Los reclamos se multiplican y la situación toma temperatura.
¿Que espera la CGT para un nuevo paro general?
Cada día que pasa, las políticas ultraliberales hacen que sigan cayendo más sectores en la pobreza y en la miseria. La caída en la industria, el freno en la producción, el estancamiento en la ayuda social y el avance del ajuste en favor del pago de una deuda ilegítima y fraudulenta, tomada por el ahora Ministro de Economía Caputo, generan un cóctel explosivo de conflictividad con perspectiva de crecer en los próximos meses. O Milei avanza con la motosierra y la licuadora o se le frena la mano en la calle como se hizo con la ley ómnibus donde el paro general del 24 de enero jugó un rol importante más allá del freno que le puso la burocracia.
Pablo Moyano quien participó en el anuncio del Paro Nacional Docente y en la concentración en las puertas de Télam el día de ayer demandó una «reacción urgente» de la CGT contra las medidas del Gobierno y planteó la necesidad de «Una gran movilización o un gran paro nacional». Por su parte esta mañana, otro peso pesado de la CGT Andrés Rodríguez Secretario General de UPCN en una entrevista radial con la AM 750 aclaró que “coinciden con el gobierno en que se vienen meses duros” y al ser consultado por un nuevo paro fue tajante: “No vamos a ser apresurados”.
La CGT y las CTA deben unificar los conflictos por sector, dejar de armar solo comunicados críticos y convocar a un gran paro nacional contra el conjunto del plan de guerra de Milei, y que sea el comienzo de un plan de lucha escalonado hasta frenarlo. No pueden seguir dando vueltas. De no llamar a una acción serán cómplices de lo que el presidente está haciendo.