viernes, 22 noviembre 2024 - 05:26

Caputo y su plan. Reunión con los bancos en un día agitado

En medio de un día cargado de inestabilidades financieras para el gobierno, el ministro de Economía junto con el presidente del Banco Central se reunió con más de 80 representantes de bancos del país para explicar los lineamientos de los anuncios realizados el pasado viernes.

Mientras se encendían las alarmas por el arranque del mercado, Luis Caputo, acompañado por Santiago Bausili, se encargaron de dar las primeras aproximaciones de como arrancaría esta segunda etapa del plan de estabilización, en donde la emisión monetaria cero es el norte. Caputo buscó con sus anuncios llevar solidez y certidumbre a su programa económico frente a las dudas del mercado. El ministro aclaró: “El superávit es clave para esta etapa de la política monetaria”. Una afirmación que va en la línea de como se manejarán en esta etapa, ya que un holgado déficit fiscal es lo único que puede asegurarle el pago de los intereses que generará esta nueva letra. Entendiendo como se logró el actual superávit, generando un increíble traspaso de ingresos de los trabajadores al capital, además de dejar varias cuentas impagas, la incertidumbre gana lugar en esta nueva etapa.

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En paralelo a esta reunión la apertura en los mercados tuvo una actitud muy diferente a la que esperaba el gobierno en relación a los anuncios realizados el pasado viernes a la noche. El dólar blue superó la barrera de los $1.400, los dólares financieros (MEP y CCL) tuvieron el mismo comportamiento acercándose a la misma cotización que el blue, y también, el oficial sufrió un incremento haciendo que en efecto cadena el dólar tarjeta se acerque a los $1.500. Siguiendo en este derrotero financiero, para nada positivo para el gobierno libertario, también comenzaron a caer los valores de los bonos soberanos y el de las acciones argentinas, siendo las de los bancos una de las más afectadas. Sumado a todo esto, el Riesgo País se acercó a los 1500 puntos. Todo esto ya actúa sobre la inflación y se prevé que lo haga todavía más.

Con este panorama, nada alentador para la cartera de Economía, la reunión con los banqueros no trajo muchas respuestas. Por el lado de Caputo y Bausili buscaron explicar como se llevará a cabo el saneamiento del balance del Central, además de declarar que el peso no desaparecerá y será una moneda fuerte. Sobre el saneamiento, el traslado de los pases del Banco Central al Tesoro, presentaron al nuevo instrumento para realizar este traspaso de pasivos, el cual llevará como nombre Letras de Reprogramación Monetaria (LEREMO). A pesar de eso no existen aproximaciones técnicas de cómo funcionará esta letra. En línea a esta falta de información, el titular de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), Claudio Cesario, declaró: “Estamos a la espera de las nomas del ministerio de Economía y del Banco Central que completen los temas técnicos”.

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Anuncios que no solucionan nada

Luego del anuncio realizado el viernes 28 de junio, y a pesar del beneplácito recibido por el FMI a estas nuevas medidas, las presiones financieras que hace tres semanas se vienen haciendo cada vez más visibles, se hicieron presentes ni bien abrió el mercado este primero de julio.

El cierre de las canillas de las que hablaba Bausili cuando presentaba el pase de pasivos del Central al Tesoro, por ahora no responden a las necesidades del mercado. Las respuestas al funcionamiento de este nuevo instrumento (LOREMO) fueron nulas, todavía nadie sabe como se pagarán, sus tiempos en la compra y venta de este instrumento y demás cuestiones financieras. Pero además de esta falta de presentación de detalles existen varios problemas de fondo que persiguen al ministro de Economía, y uno de estos es la situación en la que se encuentra el dólar, problema que cobró fuerza esta mañana, y que hace unos días, en un informe publicado por la consultora EcoGo se conoció que el equipo económico del gobierno, hasta mayo, gastó U$S 9.000 millones de las reservas para achicar o tratar de mantener la brecha cambiaria.

Sumado a estas complicaciones y que, según trascendidos, también apareció en la reunión realizada con los bancos, aparece otro problema sin resolver por este gobierno, el de los puts[i]. Estas opciones de ventas, hoy en día representan un monto de $20 billones, y si a los bancos, dueños de estos, se les ocurriría pedirle al BCRA el pago, se tendría que emitir lo equivalente a 4 puntos del PBI.

En resumen, la presentación de esta parte del plan solo pretende solucionar las exigencias de los mercados, el empresariado y el FMI. En el transcurso de estos 7 meses de gobierno el camino al déficit cero o al superávit, a los trabajadores les costó un sustancial retroceso en sus condiciones de vida. La pérdida de ingresos, el aumento de la desigualdad, los despidos, las suspensiones y los cierres de empresas son algunas de las consecuencias de la recesión generada por este objetivo de llegar al déficit cero. La puesta en marcha de estos anuncios puede ser un manotazo de ahogado de esta gestión económica para no caer en otra devaluación, pero en caso de ponerse en funcionamiento estas medidas, la profundización de las consecuencias recesivas y de mayor caída del consumo se incrementarán.


[i] Puts: En los bancos estas opciones de ventas están relacionadas a títulos de deuda soberana emitidos en pesos. En caso de que el valor de estos títulos caiga, los bancos tienen la opción de vendérselos al BCRA. Es un seguro para que los bancos no sufran ningún tipo de pérdida signifiactiva..

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