lunes, 29 abril 2024 - 09:36

A 52 años de Stonewall. Nuestro orgullo es antisistema

El 28 de junio de 1969, con las travestis al frente y harta de las constantes razzias y detenciones en el bar Stonewall, la comunidad LGBTI+ de Nueva York se rebeló. Tras cuatro días de duros enfrentamientos en las calles, la policía fue derrotada. Eran los años 70, de fuertes luchas sociales y giro a izquierda en todo el mundo: el Mayo francés, la Primavera de Praga, la rebelión estudiantil y masacre de Tlatelolco en México, el Cordobazo argentino…

La victoria de Stonewall dio impulso al movimiento LGBTI+ a nivel global. De minorías sexuales fuimos ganando espacios como diversidad sexual y luego, más de vanguardia, como disidencias contra el sistema. Con desigualdades entre países y regiones, en este medio siglo de luchas logramos avances. En la Argentina, entre otras, conquistamos las leyes de ESI, matrimonio igualitario, identidad de género, aborto legal y ahora cupo laboral trans.

Libre Diversidad

Como aquí las Marchas del Orgullo son en noviembre, el 28J es un día de lucha contra los travesticidios. Decimos también basta de violencia policial, ajuste y crímenes de odio. Aplicación del cupo trans, sin precarización. Aparición con vida de Tehuel. Provisión de hormonas, antirretrovirales y nueva ley de VIH. Separar Iglesia y Estado, anular todos los subsidios. ESI en todas las escuelas. DNI no binario. Y ante la exclusión social, ley integral trans.

Los responsables de garantizar estos derechos básicos son el Estado, el gobierno y su Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Pero son más humo que realidad. ¿O alguien cree que un subsidio Potenciar Trabajo, de apenas $ 12.000 al mes, es una real inclusión para les compañeres trans? En CABA, el 28 hacemos una radio abierta ante ese Ministerio y luego marchamos a Congreso, donde otros grupos convocan por los travesticidios y por Tehuel.

Pero la pelea del colectivo LGBTI+ debe ir más allá de tal o cual demanda parcial. En este sistema capitalista y patriarcal todo derecho conquistado está siempre en riesgo de ser limitado, no aplicado o hasta anulado. Y peor todavía en épocas de crisis graves como la actual, ya que el capitalismo busca salvarse como sea, a costa de avasallar todos los derechos: económicos, sociales, democráticos, previsionales, ambientales y de género. Es una pulseada permanente. En este marco, nosotres movilizamos en unidad de acción para defender cada derecho y para lograr nuevos. A la vez, nuestro orgullo es político y radicalmente antisistema. Es que el capitalismo y el patriarcado son inseparables: un mismo sistema de explotación, opresión, desigualdad y violencias. Por eso nuestra lucha de fondo es por tirarlo abajo y abrir paso a la construcción de una sociedad justa e igualitaria, es decir socialista. ¡Sumate a activar con nosotres!

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