A las 20hs del domingo pasado en el canal Información Periodística (IP), se transmitió una extensa entrevista que Noelia Barral Grigera, Nora Veiras y Romina Calderaro le realizaron al presidente, Alberto Fernández. Repasaron diversos tópicos en donde el mandatario se explayó. La charla pasó desde un balance de la gestión del 2020 a la situación política y económica actual. En estas breves líneas haremos un repaso de las principales definiciones que dejó la conversación.
Aumentos de precios y el campo
En un marco donde en enero se efectuaron cuatro aumentos de combustibles; conjuntamente con la suba de precios en los alimentos, alcanzando, según consultoras privadas, un índice inflacionario del 4 o 5 por ciento de inflación para el primer mes del año, Alberto no dio certezas sobre el accionar del Estado, solo advirtió sobre futuras medidas en caso de que los exportadores no “entiendan” la situación del país.
Al referirse específicamente al precio de la carne sentenció “quisiera explicar qué pasa con la carne para que la gente me entienda. China era un país que solo importaba carne envasada y había un número limitado de frigoríficos que tenían capacidad de exportar. Ahora, decidió importar carne con hueso, medias reses y el productor de carne tiene la posibilidad de vendérsela al carnicero o vendérsela a China a un precio enorme”. Continuó la explicación criticando al sector ganadero por trasladar los precios internacionales al comercio local, y advirtió que en caso de que siga este accionar “el Estado solo tiene dos canales para resolver el problema, dos herramientas que preferiría no usar: subir las retenciones (que en este momento están acotadas) o poner cupos, quiere decir esto que no se exporta. Y no hay mucho más tiempo para que decidan”.
Como lo reflejan sus declaraciones, el carácter timorato de Alberto para enfrentar a los sectores concentrados del país sigue siendo la regla. Haciendo revista de las medidas del año pasado, podemos mencionar que, contra el sector que ahora despotrica, fue él mismo quien le bajó las retenciones y, como indicó en la entrevista, le mantuvo los subsidios de los servicios a pesar de los precios récords de los commodities que engrosaron las arcas del sector ganadero y agrario.
Para dejar en claro su postura y no parecer tan agresivo contra quienes encarecen los precios de las góndolas para las mayorías de los trabajadores, Fernández explicó “no estoy contra el campo, estoy a favor de la mesa de los argentinos”.
Balance y salarios
Otro tema consultado por las periodistas a lo largo de la entrevista fue el accionar de la gestión en su primer año de mandato. Preguntándole acerca de la situación de aquellos sectores que quedaron sin trabajo, y por ende sin ingresos, con total cinismo el presidente respondió “Tengo la certeza de que el último trimestre del año pasado la economía empezó a moverse bien y que va a tener un impulso vertiginoso. Ahora, la pandemia existe y sigue afectando ciertas actividades. Estamos tratando de focalizar lo que fue la ATP a través un sistema a través del cual el Estado paga salarios a empresas que están en crisis. Pero que quede claro que no dejamos desamparado a nadie en la pandemia”.
Lo cierto es que miles de trabajo han dejado de existir y el gobierno canceló la escasa asistencia para estos sectores que significaba el IFE. Sin embargo, no renuncian a seguir subsidiándole el salario a las empresas como lo hicieron a lo largo del 2020, favoreciendo a empresarios como Paolo Rocca y Magneto, entre otros.
También resaltó el repunte de la economía en estos últimos meses, pero lo cierto es que todas las previsiones, hasta las más optimistas desde el riñón del gobierno, apuntan a que la recuperación de este año puede alcanzar un tope de 8 puntos. Algo muy dudoso teniendo en cuenta la continuidad de la pandemia, y que, además, sería un repunte que no lograría recuperar los números del 2020, donde la economía cayó entre un 9,6 y 9,8 por ciento.
A pesar de este panorama económico que Fernández solo se lo adjudica a la herencia del macrismo y los efectos de la pandemia, sin hacer autocrítica alguna de las constantes concesiones al empresariado local y la postergación de los sectores populares en un país donde hay 6 de cada 10 chicos pobres, remarcó que “no modificaría ninguna medida de las que tomé en 2020”.
Sobre los salarios de los trabajadores el presidente indicó “ante una pérdida del salario de cuatro años que en términos reales fue del 20 por ciento, necesito que el salario mejore en términos reales. Ahora, si alguien pretende recomponer los 20 puntos en un año, estamos en un problema. Hay que ir paulatinamente mejorando el ingreso”. Sus palabras lo dicen todo, por más que Alberto sostenga que “las paritarias son libres y es una discusión de cada sindicato”, el techo se encuentra para el mandatario en un aumento que haga recuperar el total del poder adquisitivo perdido por parte de los trabajadores. La recuperación paulatina que solicita para los ingresos de las mayorías, se puede decir que se contrapone con lo permanente de las erogaciones para pagar deuda de parte del gobierno, más cuando en este marco de crisis el gobierno le depositó la semana pasada algo más de 300 millones de dólares al FMI.
Vuelta a clases y vacunas
No podía faltar en la ronda de preguntas el inicio del ciclo lectivo en este 2021. Fernández ante este tema expresó: “Quiero que todo el mundo entienda que nadie quiere que las clases no empiecen. Pero se ha planteado un escenario en el que parece que la Ciudad quiere y el resto no”. Defendiendo el regreso a las aulas, sin ningún tipo de protocolo claro por parte de Nación y los Estados provinciales, negó los reclamos de los docentes remarcando “no veo oposición de los docentes a este planteo, veo que se ha planteado mediáticamente un debate en el que quieren mostrar un dilema falso”.
Las contradicciones de Fernández sobre la forma de volver a clases se notaron en sus declaraciones. El presidente señaló “que los docentes mayores de 60 años deben ser vacunados, todos los docentes de menos de 60 años con alguna enfermedad prevalente deben ser vacunados. Y los que están en riesgo y no son vacunados tienen que ser reemplazados por suplentes”, pero a la misma vez sostuvo que la campaña de vacunación se retrasó por demora en la producción del instituto ruso Gamaleya. Aunque según sus palabras, “el 15 de febrero todo se normalizará y yo confío que sea así. En unos días estaremos recibiendo más vacunas de Rusia y vacunas de AstraZeneca, que nos está adelantando parte de lo que se habían comprometido a entregar en febrero. Sigo con la idea de que podamos recibir las vacunas de acá el 31 de marzo”.
El nivel de improvisación salta a la luz una vez más en el gobierno del Frente de Todos y esta vez obligando a los docentes a poner en riesgo su salud, conjuntamente con la de los estudiantes. El reinicio en CABA sigue con fecha el 17 de febrero y, conjuntamente, los docentes en varias provincias tienen que presentarse a las escuelas esta semana sin contar con ninguna vacuna. Tampoco hay reformas en la infraestructura del sistema educativo que posibilite la adecuación de las aulas burbujas y mucho menos, como lo expresa solo de manera testimonial el presidente, se esté efectuando el aumento de las plantas docentes.
Algunas conclusiones
Las definiciones de Alberto dejan entrever cuál va a ser el camino a optar por el gobierno para este año. A pesar de alguna que otra declaración para la tribuna, medidas concretas en favor de quienes están sufriendo el peso de la crisis no aparecen.
A pesar de indicar su defensa por los ingresos de las mayorías, fue este gobierno el que estableció un salario mínimo en un poco más de $ 20.000 para el mes de marzo, cuando la canasta básica ya alcanzó el valor de $ 54.208. Todo el doble discurso forzado por el gobierno, se ve contrarrestado por el peso de lo concreto de la realidad.
Solo la fuerza de la movilización de los trabajadores y los sectores populares en la calle, podrán terminar con las orientaciones pro patronales del gobierno del Frente de Todos. Ponerle freno a la vuelta de las aulas de una manera insegura en medio de una pandemia, y recuperar el poder adquisitivo perdido solo se podrán conquistar por medio de la organización y lucha ante un Alberto Fernández que cada vez que habla, deja en claro para quien gobierna.