Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, por el medio donde se publica esta pieza, busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.
Los miércoles parecen ser días clave. Tanto porque la semana que pasó volvió a arrojar a cientos de miles (se calculan cerca de 300.000 sólo en CABA) a la calle en defensa de la universidad pública y por lo que será la sesión en Diputados de la semana que empieza mañana. El veto del presidente a la ley de financiamiento universitario puede ser el motivo de una nueva derrota política, pero esta vez sin poder ser subsanada de ninguna manera. A la vez, este conflicto puntual, reaviva la discusión que está latente desde que llegó LLA a la Rosada, la crisis del régimen y, por ende, de las alianzas inestables de las que depende el fenómeno libertario en el Congreso. Sin reactivación económica a la vista el ajuste continúa y la crueldad del mismo se vivencia en otro derecho fundamental, la salud pública.
Un veto sin cuerpo
Esta semana abre con un problema central para Milei. Pareciera que se abrió la puerta y comenzó el éxodo de los “héroes”, ya que no están convencidos de acompañar el veto presidencial contra la ley de financiamiento universitario. ¿Un ajuste que los asusta? habrá que esperar hasta el miércoles. Lo que sí está claro, es que el plantel que comió un asado para festejar el ajuste a los jubilados cruje. Esa foto del asado y “los héroes” festejando con Milei fue comparada con la foto de Olivos de Alberto Fernández en pandemia, cayó muy mal, y en esta oportunidad la casta no quiere pagar el costo social
No se sabe qué harán los radicales libertarios, tampoco cuál será concretamente el rol del MID de Oscar Zago (que no va a estar en la sesión del miércoles), además pareciera que los diputados que responden a partidos provinciales también podrían declinar su acompañamiento al veto. Pero lo más crucial es que no hay una definición unánime de lo que hará el PRO.
La definición del partido de Mauricio Macri es crucial para el gobierno. Santiago Fioriti en Clarín lo afirma de esta manera: “El corazón de la discusión pasa por definir qué hará el bloque del PRO el miércoles en la Cámara de Diputados, cuando se trate el veto del presidente a la ley de financiamiento universitario, que incluye una fórmula para el aumento de los docentes. Los cálculos preliminares suponen que el oficialismo no tendría los votos -un tercio de los presentes- para evitar que la oposición frene el veto, ni aun cuando los 38 legisladores del PRO decidieran expresarse en el recinto en sintonía con el Gobierno. Necesita de otros actores. Pero, más allá de eso, la pelea es política y acaso vital para la convivencia de la coalición: ¿Será el PRO el que termine de empujar a los libertarios hacia una crisis mayor?”[i]. Esa duda aturde al presidente de cara al próximo miércoles. Según Fioriti, en caso de que el PRO no acompañe, el primer mandatario tomará la acción como motivo de su desaparición para las próximas elecciones.
Sin embargo, la actuación del Ejecutivo es contradictoria. Seguramente por reconocer sus debilidades. En este sentido, ofrece dádivas para el acompañamiento de los dirigidos de Macri en Diputados. Horacio Verbitsky señala así la negociación: “Estudia el arancelamiento de los estudiantes universitarios extranjeros sin residencia en el país. Esto es un oxímoron, porque el requisito para inscribirse es la posesión de un DNI argentino, que sólo se otorga a los residentes. Los datos oficiales de 2021 arrojan un total de 70.000 estudiantes extranjeros residentes en universidades públicas, que oscilan entre el 3 y el 4% del total. Esto no obliga a construir nuevas aulas ni contratar más profesores, pero sus consumos implican un ingreso de unos 1.500 millones de dólares al año, una exportación de servicios superior a las de carne o de leche. Si el gobierno concretara la amenaza, su fobia al extranjero empobrecería a la Argentina, y no sólo culturalmente”[ii]. De todas maneras, no hay nada cerrado.
Los tires y aflojes de la derecha argenta empiezan a teñirse por la rosca electoral de cara a 2025. Martín Rodríguez Yebra da a entender en La Nación que parte del comportamiento dubitativo del PRO se debe a que: “La negociación quedó teñida por el ruido electoral. Al lanzamiento de LLA le siguió un acuerdo entre Karina Milei y Patricia Bullrich para unificar bloques en la Legislatura bonaerense. Ritondo –que comanda el Pro de la Provincia– nunca fue consultado. Mauricio Macri no pudo verlo más que como otro gesto de hostilidad de la Casa Rosada”[iii]. Una comprobación de esto son las propias palabras de Macri al decir que no saben para qué lo invitan a comer milanesas si después hacen cualquier cosa.
También crece la disputa en el peronismo, que cruje en la pelea por un liderazgo del que CFK quiere ser parte, en ese sentido Cazon en Página 12 dice “El bastón de mariscal, finalmente, será el de Cristina Kirchner. Dos años después de haber convocado a un trasvasamiento generacional, de haber exigido que se tomen las riendas “sin pedir permiso”, la conducción del peronismo seguirá en manos de la exmandataria. El desorden interno, la crisis de representación y la disputa entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof convergieron para que CFK considere asumir nuevamente” claro no todos lo ven así, los sindicatos dicen estar con el gobernador que deberá moverse rápido si quiere tener la lapicera.
Pero hay una razón más que atraviesa toda esta crisis por arriba y una profundización de las idas y vueltas.
El reflejo de la inestabilidad: calle mata veto
Más allá de que el gobierno le haya querido bajar el precio a la concentración, la acción fue lo que fue. Por más fake news y epítetos con los que se quiera calificar a los asistentes de la convocatoria, como el adjetivo presidencial de “degenerados fiscales”, es innegable que hubo una presencia cercana a 300.000 personas solo en CABA, y alrededor de un millón en todo el país. Es decir, un acto 10 veces más grande de lo que significó el lanzamiento en Parque Lezama, según números del “gordo” Dan, del partido de los hermanos Milei.
Este es el golpe central que recibió el gobierno y hace temblar todos sus acuerdos con el resto de las coaliciones o partidos. Pedro Lacour en elDiarioAR hace una reflexión en este sentido: “Los últimos días volvieron a recrear un clima similar al que se vivió en la previa a la gran marcha de hace cinco meses. En abril, al igual que el miércoles pasado, cientos de miles de personas salieron a las calles de todo el país para reclamar por la falta de fondos para el elemental funcionamiento de las instituciones educativas. Un dato sorprendió en aquel entonces a los funcionarios libertarios: el carácter extremadamente transversal de quienes se manifestaron. Cerca de Milei acusaron el golpe, que no vieron venir, y tuvieron que enfatizar su “defensa” de la educación pública, luego de un intento fallido por deslegitimar la protesta”[iv]. La calle, en síntesis, es la que hace temer al régimen de conjunto y por esto es que cada proyecto legislativo del oficialismo o veto en este caso se vive como una cuestión de vida o muerte. En este caso el veto es casi una cuestión de vida o muerte para respaldar el formato con el que pretende gobernar Milei, a puro DNU y veto, mas allá de los argumentos sobre presupuesto que claramente no afectan el equilibrio fiscal. A igual que la masividad de la movilización a nivel nacional dejo en claro no solo el apoyo a la universidad pública y a la educación pública sino el rechazo de las mentiras orquestadas desde el gobierno sobre el rol y gasto de las universidades, muchas de ellas como la UBA con un prestigio enorme a nivel mundial.
Y, vale destacar, que pudo haber sido más grande el daño infligido al gobierno en las calles. Como lo explica el siguiente artículo de PDI: “A pesar de las indefiniciones, vacilaciones y una convocatoria conservadora de las conducciones de centros, sindicatos y federaciones, la movilización mostró que las fuerzas de las aulas son de mayor magnitud que las del cielo”[v]. Si eso no ocurrió como se esperaba, o no fue mayor, es porque, centralmente, la CGT se encuentra más ocupada en negociaciones con el gobierno antes que estar en la calle, junto a los trabajadores, enfrentando al responsable de la actual situación social.
Si no ajusta a la universidad, ajusta a la salud
Sin descuidar y dejar de remarcar la derrota que podría sufrir el gobierno, también hay que recalcar que no pierde su carácter de obstinado. Seguramente por debilidades de quienes somos su oposición. En este sentido, siguiendo la discusión salarial de la universidad, Juan Pablo Kavanagh en Perfil da a entender que gobierno estudia: “dónde pueden recortar partidas si el veto al proyecto se rechaza, con la posibilidad de tomar dinero del presupuesto del Ministerio de Salud o de lo disponible para obras públicas”[vi]. Esto, de todos modos, no sería una novedad.
Ya la anterior semana tuvo condimentos de este tipo. En primer lugar, va cobrando relevancia el ajuste presupuestario que Milei está realizando en el Hospital Garrahan. La secretaria general de APyT, Norma Lezana, en una declaración expresó: “Llevamos 2 meses de protesta, visibilización y reclamo. Ponemos sobre la mesa un riesgo sobre el funcionamiento de este hospital, que es la institución pediátrica nacional de referencia en atención pediátrica de alta complejidad. Es un centro de excelencia en el país y en América Latina, lo que hace que la población nos elija por encima de centros privados cuando sus hijos enferman con patologías muy graves o raras. Atendemos 600.000 consultas, 50 % de los trasplantes pediátricos del país, 40 % de la atención de cáncer en pediatría. El deterioro que dio un salto a partir de la pandemia se mide dramáticamente en datos fuertes, que deberían llegar a la comprensión de los funcionarios, porque llegan al corazón de todos los profesionales, técnicos y trabajadores de esta institución que amamos lo que hacemos, que amamos a nuestros pacientes tremendamente vulnerables y tenemos la camiseta del Garrahan de calidad, universal, público; y de la salud pública, universal y accesible para todo nuestro pueblo”. Pero el ataque indiscriminado a la salud pública no terminó ahí.
El viernes, al finalizar el día, también se dio a conocer que se avanzaba con el desmantelamiento del Hospital Bonaparte. En el siguiente artículo de PdI, se replica un comunicado de los trabajadores de la institución, que deja en claro que el ajuste no recae sobre la casta. Ya que los trabajadores de salud mental afectados: “cobran, la mayoría, menos del sueldo básico mínimo, quedando incluidos debajo del índice de pobreza. Se recibió un aumento del menos del 10% total desde diciembre cuando la inflación desde la asunción del presidente Javier Milei fue del 95%”[vii]. Otra causa que obliga a la mayor solidaridad con los trabajadores y usuarios de la salud pública afectados.
El ataque sistemático a lo público también es una bandera de Milei que va dejando paso a paso mas claro una política de privatización brutal sobre responsabilidades del gobierno a garantizar.
Hartos, a las calles a frenar a Milei
Hartos puede ser la palabra que sintetiza el sentimiento de gran parte de la población afectada por las medidas del gobierno nacional. La pobreza creciente, los recortes que se dan, los nuevos despidos, el veto al presupuesto universitario, entre tantos otros, son los motivos para poder ejercer un freno sobre la política de Milei.
Unir las luchas en curso y denunciar la inacción de la CGT y el resto de las centrales que no terminan de convocar un nuevo paro general y un plan de lucha, lo que es un grito y reclamo por abajo, y es de primera necesidad para poder bloquear las intentonas de avanzadas de los libertarios sobre nuestros derechos. Este es el camino alentado por el MST en el FIT-Unidad, confluyendo en la más amplia unidad de acción planteando que Milei se tiene que ir. No es posible vivir en estas condiciones.
Sin dejar de remarcar la necesidad de dar una nueva dirección y proyecto político que desde la izquierda, desde el FITUnidad le dé a los trabajadores una herramienta y una alternativa de poder que no tenga nada que ver con los formatos ya fracasados.
[i] Una prueba inminente para Javier Milei y los tres mensajes desafiantes de Cristina Kirchner. Santiago Fioriti – Clarín (6/10/2024)
[ii] TIERRAS RARAS. Horacio Verbitsky – El Cohete a la Luna (6/10/2024)
[iii] Los pactos de Milei | Una encrucijada para el gobierno antisistema. Martín Rodríguez Yebra – La Nación (6/10/2024)
[iv] Milei redobla su cruzada ideológica contra las universidades y abre una puerta al arancelamiento. Pedro Lacour – elDiarioAR (6/10/2024)
[v] Masiva marcha federal. Vetemos a Milei y su plan antieducativo. Periodismo de Izquierda (2/10/2024)
[vi] Universidades: el Gobierno negocia darles fondos en el Presupuesto para intentar blindar el veto. Juan Pablo Kavanagh – Perfil (6/10/2024)
[vii] Hospital Bonaparte. Comunicado de sus trabajadores. Periodismo de Izquierda (6/10/2024)