jueves, 19 septiembre 2024 - 13:27

Las consecuencias de la recesión de Milei. Se perdieron 175000 puestos de trabajo

La actividad económica no para de enfriarse producto de la política económica de Milei y, como consecuencia, miles de puestos de trabajo –175.000 hasta el momento– desaparecen en un país donde más del 60% la población se encuentra sumergida en la pobreza. Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que publica la Secretaría de Trabajo, se corroboró que el mes de mayo fue el noveno en donde se siguen perdiendo puestos de trabajo formales en el país.

Teniendo en cuenta la información pública aludida, hasta el mes de mayo, toda la masa de trabajadores, debido al desastre relato, se compone de 10,1 millones de empleados, 20.300 menos que el mes previo (abril). La merma se compone de la siguiente manera:

  • 9.100 fuentes laborales en el rubro privado
  • 8.800 fuentes laborales en el sector público
  • 2.400 empleadas doméstica

Debido a la recesión, el parate de la economía, donde algunos economistas discuten que hasta los hipermercados se encuentran en una alerta importante por la caída de las ventas, se debe pura y exclusivamente a la estrategia económica del gobierno libertario. Con la excusa de mantener la inflación a raya, Milei y Caputo, están apostando a dejar el país en tierra arrasada. Como consecuencia, gran parte de la capacidad instalada, también se encuentra a la baja. Se habla de un uso de apenas el 50%. Motivo por el cual, diversas patronales, también avanzan con despidos que son permitidos por este gobierno y, en gran medida, también dejan correr las burocracias sindicales. Una situación límite para todo aquel que vive de su sueldo, de su trabajo, mes a mes.

La situación económica mencionada, también se conjuga con el paso de la motosierra en el Estado y el avance con todos los despidos indiscriminados en este sector.

Se esfuma la recuperación en “V”, llega la depresión en “L”

Sin dudas que la construcción, una de las actividades claves que denota la situación de la economía, refracta parte de lo que venimos enumerando. Allí se perdieron más de 64.200 puestos de trabajo. Son todos índices, alertas de que no se viene ninguna recuperación económica en “V”. La promesa del gobierno, seguramente, se chocará con hipótesis que está pronto a comprobarse: una depresión en forma de “L”. La caída económica que vivenciamos, según diferentes analistas, podría prolongarse a lo largo del tiempo en Argentina.

Este panorama oscuro, además, se suma a la pérdida real de los salarios de la mayoría de los trabajadores. No hay tal recuperación como dice Milei y su vocero. Teniendo en consideración lo que se viene perdiendo de 2023 y el mes de diciembre de ese año, donde Caputo hizo una devaluación del 120%, los ingresos permanecen un 4,7% por debajo del nivel de noviembre en términos reales, y cerca de 20% detrás de los niveles de 2017.

Suspensiones, preventivos de crisis (truchos) y demás situaciones en el mundo del trabajo, hacen que la perspectiva futura se componga de nuevas malas, peores aún que las que se conocieron en tiempos de pandemia. Pero no es momento de resignación. Ante el plan de guerra contra los trabajadores, es necesario, ahora, enfrentar al gobierno en la calle. Exigiendo a las centrales sindicales que hagan lo que tienen que hacer volver a llamar a un paro general y plan de lucha, para que la descarga de la crisis no siga cayendo sobre los hombros de los trabajadores.

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