domingo, 24 noviembre 2024 - 09:30

Luis Franco. La Constelación revolucionaria

Algunos artistas -que pertenecen a un selecto grupo- declinan del prestigio que otorga el “establishment” cultural o la seguridad que da el mercado en pos de sostener sus incólumes principios sean estos políticos, ideológicos, culturales o filosóficos. Este es el caso de Luis Franco. Su obra y su vida es extensa y hace imposible abarcarla en un artículo. Por lo tanto en esta nota veremos reflejado y concentrado su valor artístico como escritor, poeta y ensayista en un somero análisis de uno de sus libros: Constelación. Se hará también un breve repaso de su biografía. Lo demás es la invitación a conocerlo, leerlo, disfrutar de este escritor trotskista que nunca se dejó llevar por los cantos de sirena del capitalismo.

Un obrero rural con la pluma y la bandera en alto

En la nota de PDI del 06/06/2023 se destaca el homenaje que se realizó al poeta en Mar del Plata en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, “al cumplirse 35 años de su fallecimiento. Asistimos al conversatorio, en el que un prestigioso panel relató momentos destacados de su biografía y su prolífica obra literaria: Monserrat Gallone, Jorge Federico, María Lourdes Gasillon y Carlos Mertens.[1].

En la nota se destaca que: “nació el 15 de noviembre de 1898 en la ciudad de Belén, provincia de Catamarca […]con apenas 20 años recibió su primer premio en la provincia de Tucumán por su poema “Oda primaveral”. Su vida transcurrió entre la ciudad y el campo, alternando entre su pueblo natal catamarqueño, la localidad de Ciudadela en el noroeste del Gran Bs As y ya más adulto pasó extensas temporadas en su casa del Barrio Alfar, en la ciudad de Mar del Plata […] Su extensa obra recorre distintos tópicos, desde el cuidado de la naturaleza y la admiración a los animales, fábulas, defensa de los pueblos originarios, profundos ensayos biográficos, historia argentina, cuestiones de política internacional, críticas a las religiones, hasta reivindicaciones a la emancipación de la mujer. […] Fue un estudioso de las obras de Marx, Engels, Lenin y adhirió a las ideas de Leon Trotsky, a quien le dedicó un poema homenaje en el año 1940, a pocos días de su asesinato, en respuesta a Raúl González Tuñón un ferviente escritor estalinista que festejó ese crimen.[2]

Los años de su infancia y juventud Franco trabajó como peón rural y luego fue maestro, pero cuando volvía a Catamarca siempre se desempeñaba como obrero rural aunque ya tenía libros publicados. Por eso su poesía tiene un claro sesgo bucólico, campestre, espontáneo y silvestre pero también es un militante cultural primero y ya grande asume la militancia política abierta: “En la década del 50 Luis Franco conoció a Nahuel Moreno, fundador de nuestra corriente y colaboró en la revista Estrategia, junto a escritores como Silvio Frondizi, Rodolfo Puiggrós y Milcíades Peña. […]En ese mismo año, le solicitó al entonces presidente radical Arturo Illia, que interceda ante el gobierno peruano por la vida del dirigente morenista Hugo Blanco, condenado a muerte en ese país, por apoyar la lucha armada de los sindicatos campesinos. […] Luis Franco, como trotskista, se adhirió a nuestra corriente morenista. Fue miembro del PST desde su creación en el año 1972. Luego, integró la Junta Promotora que fundó el viejo MAS en el año 1982 y estuvo en el escenario del histórico acto del MAS que colmó el Luna Park en 1983.[3]

Escritor de vanguardia

En los años 20, muy joven Franco conoció a Leopoldo Lugones y este fue uno de sus maestros aunque los caminos ideológicos de ambos divergieron considerablemente. De Lugones sin duda rescató esa prosa nativa, estructurada, solida que reflejaba la literatura campesina y gauchesca pero mientras Franco evolucionaba hacia la izquierda, Lugones se deslizaba al conservadurismo, a la reacción y finalmente al suicidio. El -al contrario- se aferraba al pueblo, a la clase obrera y a la vida. También compartió charlas y eventos con Horacio Quiroga, Baldomero Fernandez Moreno y Roberto Arlt. Ya por entonces reivindicaba a la revolución rusa y a Trotsky pero su poesía nunca fue panfletaria y en eso también divergía de César Tiempo, Tuñón, Barletta y otros del Grupo de Boedo que estaban adscritos al PC. Por eso aunque era vanguardista no era ni populista ni reivindicaba el nefasto “realismo socialista” creado por Stalin para controlar la cultura y el arte de todas las vanguardias del mundo, una vía más a la contrarrevolución estalinista.

Constelación

Uno de esos días de placer en el que recorría sin apuro las librerías de la avenida Corrientes encontré en los saldos entre tanta literatura barata, mohosa y anticuada esta joya por unos pocos pesos que en modo alguno reflejan el valor que tiene esta poesía tan particular. Al ver el libro abandonado tuve sentimientos encontrados: era una alegría encontrarme con Franco después de haberlo esperado tanto tiempo y a la vez una tristeza de que semejante poeta y escritor sea desconocido para un sinnúmero de personas, lo que es explicable porque este autor interpela al mundo cruel, hostil y ecocida en el que vivimos gracias a este sistema capitalista decadente. Interpela la religión, el abuso de los menores, la prostitución, la explotación de los peones rurales, el lujo vulgaridad de Los Redondos, etc. Por suerte para mí, estaba allí aguardando mi llegada.

Aquí rescato estos fragmentos de algunos poemas que hablan de la tersura y la pureza de esta poesía impregnada de aire popular.

Oh mediodía,

Corona de oro del mundo.

Equilibrio de oro del día.

Profundo

Diamante sin sombra. Armonía.

Tácita y serena.

Melodía de luz plena.

(MEDIODÍA, 1923)

“ […] Voy como en carne de inocencia

Lleno de pensamientos claros.

La vida aspiran como esencia

Mis cinco sentidos avaros. […]”

(EUFORIA, 1923)

[…] Mar, de agresión como una carne,

y a la vez evasivo como un alma, en verdad,

tu que sabes purgarte

de la pringosa vecindad

de la tierra y el hombre y aún de ti mismo,

justamente en tu propia amargura inmortal,

bien sé yo que no diste audiencia a nadie

jamás,

y sin embargo doy la espalda al mundo

para llegar a tí, filial,

padre nuestro de fuerza y de pureza,

mar […]

(MAR NUESTRO, 1938)

En este primer periodo poético Franco expresa candentemente toda la fuerza y el impacto que la naturaleza provoca en su espíritu seguro influido por su trabajo rural aunque también siguiendo los pasos de Quiroga y el naturalismo. Esta poesía también es de algún modo una reacción al avance del capitalismo extractivista y destructor que ya en aquella época algunas mentes lúcidas vislumbraron.

[…] Digo

      lo más categórico y dulce de la mujer,

          la hembra;

lo más inexpropiable del hombre,

                              el macho:

el poder frenético y tiernísimo

de las fuerzas que inventaron el mundo:

la pureza de antes y de siempre.  […]

Quiero que tus besados pies

caminen sobre mi ternura:

lo más viril del hombre es la ternura.

Los huevos de las aves dan su tibia clausura a tus secretos.

Las ciervas dan su leche para hilar tu candor […]

(SOLIDARIDAD CON LO VEDADO, 1938)

En esas estrofas el poeta condensa su mirada que avizora el futuro de la mujer y el feminismo y define su igualdad entre hombre y mujer: lo más viril del hombre es la ternura.

[…] La vida se desfigura y sofoca

bajo trajes, anillos y solemnidades;

costumbres y relojes engrillan su ritmo.

El hombre quiere hacer féretros y mausoleos eternos,

pero ella hace abortar sus planes fúnebres;

el hombre capitaliza aprensiones y humo,

pero ella nos viste lo mismo como la mar sus peces […]

(SUMA. 10, 1938)

En muchos de sus poemas se advierte la hostilidad ante la mirada religiosa invirtiendo la ecuación vida y muerte a favor de la vida. Concibe lo religioso como el culto de la muerte y también como un poder que oprime a las personas.

[…] El misterio con tapa de cristal,

la pura libertad en desaliño

y un renaciente gozo manantial.

El genio humano, puro, está en el niño

Creación, más que la otra, matinal.

Todo el turbión vital bajo su armiño.

Un futuro dios, cierto, está en el niño.

Como ignora la muerte es inmortal. […]

(LA TAPA DE CRISTAL, 1954)

Unos versos de tanta belleza describen la infancia como el gran potencial humano y a la vez exclaman la necesidad de preservar las infancias que ya en aquel tiempo estaban amenazadas por la pobreza creciente y la explotación infantil.

[…] No te vi nunca.

Y cuando viaje hacia ti

tú acababas de ser llamado a integrarte a las inmortales y videntes fuerzas

que desposan cada día el cielo a la tierra

[…] Yo no pude alcanzarte un pedazo de esa alegría mía

que ayuda a la primavera a desatar los ríos.

No quise mirarte muerto     

      ¿Cómo podía verte? […]

(DESENCUENTRO CON ARLT, 1947)

La emotiva despedida de su amigo Roberto Arlt muestra su integración a las vanguardias literarias de la época de la que ya hablamos en las notas del 7, 14 y 21 de julio en PDI.

Luis Franco fue un poeta íntegro de pies a cabeza. Su compromiso marxista y trotskista, su labor como historiador y ensayista y como militante del viejo MÁS suman a su estampa un indudable y enriquecedor plus, pero si solo fuera este poeta así: desnudo, salvaje, sería inconmensurable igual su obra. El arte y la poesía son revolucionarias per se y no hay muro que las contenga.

Leer a Luis Franco es una importante tarea de reivindicación necesaria, que nos llena de orgullo por ser uno de los grandes artistas de nuestra corriente. 

                               

Por Orlando Restivo


[1]https://periodismodeizquierda.com/mar-del-plata-homenaje-a-luis-franco-magnifico-poeta-y-ensayista-trotskista/

[2] Idem

[3] Idem

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