A través de la resolución 710/2024 publicada en el boletín oficial, se confirma la creación de la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS). Nueva herramienta de la ministra de Seguridad.
Sus atribuciones
La unidad funcionará dentro de la Dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos y figuran como parte de sus tareas “patrullar las redes sociales”, como así también la “internet profunda”.
Asimismo, podrá analizar las imágenes de las cámaras de seguridad en tiempo real para localizar actividades sospechosas e identificar a las personas por medio del reconocimiento facial, un mecanismo similar al utilizado por el PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que ya tuvo denuncias y fallos judiciales en su contra.
Además, como si estuviéramos en Minority Report, se dota a la Unidad la utilización de algoritmos de aprendizaje automático para analizar datos de crímenes y predecir futuros delitos.
Las ambiciosas funciones también incluyen identificar patrones inusuales en las redes informáticas, crear perfiles de sospechosos, la desactivación de explosivos con el uso de robots, analizar las actividades sospechosas en las redes sociales y detectar transacciones financieras dudosas. Por otro lado, le permite el uso de patrullar con drones áreas extensas para proporcionar vigilancia aérea.
La triada virtual
La creación de esta Unidad se da en consonancia de la vuelta a la SIDE con un voluminoso presupuesto, que incluye una Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y el propio funcionamiento con financiamiento estatal de la ciberpatrulla de La Libertad Avanza llena de trolls, conformando el ámbito de intervención del gobierno en las redes sociales.
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Punto neurálgico para dar la “batalla cultural” y espacio donde el presidente pasa bastante tiempo de sus días. Donde también es redituable el ataque contra opositores o propios. Los trolls ya se cargaron varios funcionarios de los más de 50 que fueron desprendidos de la gestión de gobierno.
En las manos de Bullrich esta herramienta será otra dimensión de la persecución y la represión. Ya tiene antecedentes de detener y allanar tuiteros por sus publicaciones en las redes sociales, y para demostrar la peligrosidad de los mismos, afirmó en su momento qué: “mediante el relevamiento de sus redes sociales, se determinó que demostraba tener un pensamiento ideológico muy apegado a la propaganda política de la ex Unión Soviética, contando con vínculos comunistas que podrían llegar a realizar acciones que atenten contra el orden público”.
El combo de utilización del reconocimiento facial, el uso de drones y el patrullaje de las redes sociales conforman un andamiaje contra las libertades democráticas que solo puede configurar más herramientas para el uso represivo dentro de un gobierno que desea avanzar hacia un cambio de régimen, a uno mas autoritario.
No es para nada descabellado pensar que todo este armazón no tendrá ningún fin contra el delito sino que más bien se engrosa el mecanismo de vigilancia, espionaje y persecución hacia las voces que tengan disidencias para con el gobierno. Bullrich como fiel alumna del Ingeniero Macri, que llegó a investigar a sus propios funcionarios, sabe muy bien como utilizar estas herramientas para su conveniencia política.