viernes, 22 noviembre 2024 - 09:55

Plan Caputo. Entre baja expectativa del mercado y más ajuste

Luego de la sanción de la Ley Bases y en medio de una semana en que se publicaron indicadores con números comprometedores para el gobierno, Luis Caputo, junto con el presidente del BCRA, Santiago Bausilli, presentaron una batería de medidas económicas, enmarcadas en una segunda etapa del plan de estabilización de este gobierno.

Con pocas precisiones sobre temas que vienen presionando al gobierno, el titular de Hacienda se encargó de presentar los nuevos movimientos que realizará el equipo económico de la gestión libertaria para este nuevo momento. Como caracterizó el ministro de Economía, esta segunda etapa mantendrá la devaluación mensual del 2% en el valor del dólar oficial realizada con el movimiento conocido como crawling peg. Además, en la conferencia de prensa se aseguró que se mantendría el dolar blend, el tipo de cambio diferencial creado para los exportadores, con el cual pueden liquidar sus divisan un 80% con el valor del dólar oficial ($950)* y un 20% con el dólar contado con liquidación ($1.350)*. Otro de los ejes que comprende a esta nueva etapa en el plan de estabilización es el de la posibilidad de la reducción de la alícuota en el impuesto País, aunque para este último anuncio solo existe una fecha estimativa que puede ser entre el mes de agosto y septiembre.

Como lo describieron en la conferencia, esta segunda etapa se encargará de pasar del déficit cero a un proceso de emisión monetaria cero. Este plan, para este nuevo momento en la macroeconomía, como también lo definió Milei, está abocado a poner un freno a la emisión realizada por el BCRA para cubrir los pagos de los pasivos remunerados (emisión monetaria para pagar deuda).

Bausilli se encargó de dar una difusa explicación sobre como se llevará adelante esta cuestión: “Vamos a reemplazar pasivos remunerados del Banco Central por pasivos remunerados del Tesoro. El Banco Central va a operar como hasta ahora, pero no va a sufrir que los movimientos de la tasa de interés resulten en más emisión monetaria”. En principio, por estas declaraciones, el Tesoro se estaría haciendo cargo de los pasivos del Central. A partir del próximo lunes primero de julio, luego de que el equipo económico del gobierno se reúna con los bancos, se conocerán cuales serán los mecanismos para que este traspaso de deuda suceda.

A pesar de los pedidos del FMI en su último “Staff report”, en donde se exige eliminar el cepo cambiario, unificar los tipos de cambios y achicar la brecha cambiaria, Caputo salió a comunicar que estas demandas recién tendrían respuestas en una tercera etapa del plan de estabilización que están llevando a cabo. Relacionado a estas exigencias del fondo y también de otros sectores concentrados de la economía, Caputo junto con Bausilli aclararon que no hay ningún proyecto de devaluación, y que no existe una fecha para la salida del cepo cambiario. Sobre el fin del cepo el ministro explicó: “La salida del cepo es una tercera etapa, que va a ser una etapa de crecimiento. No nos hemos fijado una fecha, sino parámetros de orden macroeconómico. No queremos sobresaltos en la gente, como una potencial suba del dólar, que genera más inflación, desempleo y todas cosas que los argentinos ya han visto durante mucho tiempo”. Es decir, no tiene ni idea cuando será posible, pero seguro no será pronto. Más allá de la hipocresía de querer mostrarse preocupado por la gente, viniendo de alguien que le amarga la vida a la población cada día con su ajuste.

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A pocos de días de la sanción de la Ley Bases, aparecen los límites de la victoria de los libertarios y, al mismo tiempo, empiezan a sonar las alarmas para el programa liderado por Caputo. Si bien el FMI le sonríe con la idea de la emisión cero, paralelamente le exige el cumplimiento a rajatabla de las otras medidas monetarias. A pesar de presentar un nuevo plan, el ministro hace días es amenazado con la figura de Federico Sturzenegger, otro episodio más en la crisis interna que mantiene el gobierno.

Estabilización para el mercado y recesión para las mayorías

Esta batería de medidas se da en el marco un proceso convulso por el que viene atravesando el gobierno. Si bien Milei consiguió su primera victoria en el Congreso luego de 7 meses de gestión, el gobierno está rodeado de ciertas tensiones financieras y económicas para las cuales no tiene una respuesta inmediata, alejándolos de la prometida recuperación en V. A esto se le suma que días antes a estos anuncios se dieron a conocer números que demostraron lo destructivo que es el programa libertario, como lo fueron la caída del PBI y el aumento en el desempleo.

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Además de tener diferencias con el FMI, el gobierno de Milei también recibió fuego amigo por parte de su tan preciado mercado. Barclays, uno de los bancos más importantes de Wall Street, publicó hace unos días un reporte donde recomienda a sus clientes tener una participación minoritaria en los activos argentinos. Esta publicación centra sus preocupaciones en los mismos elementos que marca el Fondo: la brecha cambiaria, el fin del cepo y la necesidad de generar consenso para mantener el ajuste fiscal. Esto demuestra, que a pesar de todo el daño que viene haciendo el gobierno con el ajuste llevado a cabo, los capitales extranjeros le exigen todavía mucho más.

Es por este contexto que toda esta arquitectura presentada por el equipo económico, no ofrece ninguna salida positiva para los trabajadores. Por ejemplo y haciendo un poquito de historia, una de las metas que comentó Caputo en esta conferencia de prensa, la de concretar la emisión monetaria cero, es una receta antiguamente utilizada por el macrismo, la cual no llegó a buen puerto. Una vez que el Messi de las finanzas (el actual ministro de Economía) renunció a la presidencia del BCRA, luego de una corrida cambiaria, Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda en ese momento, junto a Guido Sandleris, el reemplazo de Caputo en el Central, terminaron llevando, en un año, al dólar de $40 a $60 y a la inflación de 39% anual al 53%.

Emisión cero, déficit cero, inflación en un dígito, son todos elementos que no aseguran ninguna mejora a las condiciones de vida de la mayoría, las cuales claramente están empeorando. Que hoy tengamos una baja inflación es solo una consecuencia que nos ofrece la recesión por la estamos navegando, que al mismo tiempo destroza los puestos de trabajo, vapulea los ingresos de los trabajadores, contrae el consumo, destruye la producción y engrosa el número de la pobreza en el país, todas estas son cuestiones necesarias para que el gobierno haya llegado al déficit cero. Por más de que el gobierno haga este tipo de anuncios o festeje el comienzo de la emisión cero, esto solo representa un dibujo contable para la economía. Mientras continue el programa libertario, sea con la figura que sea, las condiciones, alentadas por el FMI y otros sectores empresariales, irán profundizándose en la misma dirección. Y el descontento social y resistencia en la calle, también puede tender a crecer.


  • * Cotización del 29/06/2024

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