Hace un par de semanas, lxs rosarinxs nos desayunamos con el anuncio de un nuevo tarifazo en el transporte. A partir del 14 de junio el boleto pasará a costar $940, después de una sucesión de aumentos bimestrales desde que asumió su segundo mandato Pablo Javkin (ex UCR, ex Coalición Cívica, desde 2018 tiene su propio sello, CREO. Tantas volteretas y todo indica un retorno a su primer amor, la UCR de la mano del rector de la UNR Franco Bartolacci y la concejal híper oficialista María Eugenia Schmuk y con el guiño del cada vez más derechista Maxi Pullaro).
Bondis privados y del estado Municipal
La ciudad cuenta con 56 líneas de colectivos. 27 son de la empresa municipal MOVI y 29 de la privada Rosario Bus, en manos de los herederos de Agustín Bermúdez, quien en vida fue una especie de zar del transporte urbano.
Rosario Bus está en proceso preventivo de crisis, lo que genera enormes dudas sobre su continuidad entre sus trabajadores y los usuarios, a la par que aterra al intendente que ha declarado temer que si se llama a una nueva licitación, ésta puede quedar desierta y que no puede ni quiere hacerse cargo del total de las líneas.
Por eso Javkin se mostró muy activo con la Red Federal de Intendentes que visitaron el Congreso Nacional pidiendo subsidios como única salida a la crisis.
¿Y el Concejo deliberante?
Mutis por el foro; brilla por su ausencia y silencio. El principal bloque “opositor” es Ciudad Futura encabezado por Juan Monteverde y engrosado con dos recientes incorporaciones de concejales provenientes del rosismo, entre otras cosas porque con el tarifazo no pagarían costo político, ya hace muchos años se le renueva al intendente la delegación de facultades para fijar la tarifa. Un bochorno.
La política de Ciudad Futura puede sintetizarse en no hacer olas y presentarse como garantes de la gobernabilidad; de esta gobernabilidad que no para de ajustar a los jóvenes y trabajadores.
Además de ser parte de la crisis de Unión por la Patria, que si bien formalmente no la integra, trabaja en sintonía con el sector de Grabois y en las últimas elecciones armaron un frente local Rosario sin Miedo, juntos al Movimiento Evita, que compitió en la interna del PJ.
Nuestras propuestas
Desde el MST en el FIT-UNIDAD entendemos que para superar esta crisis y poner freno a los sucesivos tarifazos hay que dar vuelta todo.
La mera municipalización de todo el transporte no alcanza. Así lo demuestra la realidad, hoy casi el 50% de las líneas está en manos de la estatal MOVI, a la que Javkin, al igual que intendentes anteriores del PS como la actual diputada nacional Mónica Fein, le han asignado el rol de lobista de los privados, administrándola con una lógica capitalista.
Como bien señaló nuestra referente provincial Jimena Sosa: “El transporte debe ser un servicio público, al servicio de los trabajadores, estudiantes y sectores populares, por eso deben administrarlo junto a los choferes”.
Nosotros proponemos ante el preventivo de crisis que, Rosario Bus, abra todos sus libros contables, seguramente vamos a encontrar las ganancias enormes a costa de nuestro derecho al transporte. Por otro lado, sostenemos que hay que estatizar sin indemnización a Rosario Bus. Monopolio estatal del transporte administrado por sus trabajadores y usuarios; para que sean estos quienes definan todo con mecanismos democráticos: tarifa, frecuencias, recorridos (no pueden seguir como hoy, donde casi todas las líneas pasan por el centro y hay una casi nula conectividad entre barrios cercanos).
Para esto, además es necesario gravar a los sectores privilegiados, como el Casino, las grandes superficies de los shopping y supermercados; revisar y actualizar el canon que pagan los clubes privados ubicados en terrenos municipales, y obviamente también a las grandes patronales beneficiarias del transporte público que permite que lleguen a trabajar los trabajadores para ser explotados en sus empresas.
Así podremos tener un servicio de colectivos accesible, que brinde un servicio de calidad y que esté al servicio de las mayorías.
Alejandro “Cacho” Parlante