viernes, 22 noviembre 2024 - 13:38

Renta inesperada. Una medida que llega tarde y es insuficiente

En medio del revuelo que generó el pedido de renuncia a Matías Kulfas, ayer por la tarde Alberto Fernández y Martín Guzmán presentaron los trazos gruesos del proyecto para gravar la “Renta inesperada”. Una medida con la que el ministro de Economía hizo propaganda pero no llegaba. Ahora, lo que resta, es saber cuál es el texto que se enviará al Congreso para que las cámaras de Diputados y Senadores traten el proyecto. ¿El fundamento? Los precios extraordinarios que se están dando en algunos commodities, provocados como epifenómenos de la guerra causada por la invasión de Rusia a Ucrania. Una verdad esperable: es una medida que no revierte lo regresivo del sistema impositivo, apenas es un parche, insuficiente, ante un presente calamitoso para las grandes mayorías trabajadoras.

La conferencia brindada por el presidente y el responsable de Hacienda, para presentar una medida que, según trascendió en varios medios y por las palabras de diferentes funcionarios y referentes políticos, es aceptada por el conjunto del Frente de Todos, no va a contar con el uso de la birome del ejecutivo. Como lo declaró Alberto hace unos días en referencia a la suba de las retenciones al complejo agroexportador, ayer mencionó que “no es una obligación del Frente de Todos sino de todos los diputados y senadores porque necesitamos que en una situación tan ingrata unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías”. Otra vez, sabiendo que la oposición de derecha (Juntos por el Cambio y el bloque de Milei y Espert) tiene posibilidades de trabar cualquier iniciativa parlamentaria, el presidente deja correr una propuesta de ley que tiene mucho de tribuna, más que un espíritu real de gravar a los que hacen fortunas en medio de una crisis.

Respetando la norma del frente oficial, donde se sostiene sin internas que el capitalismo es el mejor sistema de producción existente, Guzmán señaló que está medida no va contra el mismo. Afirmó: “Queremos que la economía crezca, queremos que las empresas ganen”. Una declaración que no revela ninguna novedad, ya que el año pasado terminó con una mejoría del círculo rojo haciéndose del 46,4% del total de la riqueza producida en el país. Dato que refleja una mejoría de casi tres puntos porcentuales en comparación con el 2020 y, claramente, en desmedro de la participación de los salarios en la repartición de la torta. Ante esta realidad, Guzmán sólo tiene una audacia política para diseñar “(…) un mecanismo para administrar esta renta inesperada”. Mientras, las grandes mayorías sufren la degradación de sus salarios, sin paritarias acordes de la inflación que, según la última proyección (mayo) del Relevamiento de Expectativas del Mercado (BCRA), alcanzará el 72,8% a fin de año.

Las placas presentadas ayer por Guzmán mostraron los ejes del proyecto que tratarán las diferentes cámaras:

  • Empresas alcanzadas: aquellas que hayan registrado una Ganancia Neta Imponible o Ganancia Contable superior a los $1.000 millones. También se contemplarán los siguientes ítems para las empresas que sean gravadas: que el margen de ganancia registrado en 2022 sea superior al 10%; que el margen de ganancia del vigente año, en comparación con el de 2021, muestre una suba del 20% o más.
  • El gravamen sólo regirá sobre los números que arrojen los balances contables del ejercicio 2022.
  • El porcentaje de la alícuota será del 15%. 
  • Lo recaudado irá al Fondo Rentas Generales. Así, lo recaudado, según lo presentado por Guzmán, podrá ser usado para cualquier motivo. Entre ellos, también se tiene en cuenta el pago de la fraudulenta deuda externa con el FMI y los fondos privados.

El último punto no es algo a pasar por alto, ya que el propio Fondo respaldó la medida. En un informe publicado recientemente, el organismo de crédito sostuvo: “Para disminuir la carga sobre las finanzas públicas, pueden concebirse impuestos temporales más altos sobre las ganancias excesivas. Esto ayudaría a recuperar algunas de las transferencias a empresas que no las necesitaban”. Por lo tanto, como ocurrió con el “Aporte Extraordinario”, los fondos recaudados, en parte, sólo podrían cambiar de manos entre los sectores concentrados de la economía.

Hoy, en medio del aniversario número 20 de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que nuclea a los dueños del país, ya se escucharon los primeros rechazos a la medida que impulsa el gobierno. La negativa de personajes como Jaime Campos, titular de AEA, no sorprende. Ante esto, la confrontación contra el empresariado local, gran responsable y beneficiado de la crisis actual, no puede ser de medias tintas.

Gravar a las fortunas locales no puede ser algo esporádico. Como lo viene sosteniendo el MST en el FIT-U, la medida indicada para atacar los sectores concentrados es aplicar un impuesto permanente a las grandes fortunas. Conjuntamente con la aplicación de una reforma tributaria donde el IVA, principal ítem de la recaudación nacional, sea eliminado de los productos que conforman la canasta básica de los trabajadores. En síntesis, que paguen quienes más tienen.

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