sábado, 23 noviembre 2024 - 00:47

20A. Día del activismo por la diversidad sexual

El 20 de agosto se conmemora en la Argentina el día del activismo por la diversidad sexual, en memoria de Carlos Jáuregui. A 25 años de su fallecimiento, su lucha nos sigue inspirando.

Carlos fue pionero en la lucha LGBTI+ en nuestro país. Luego de algunos viajes a Europa y a los Estados Unidos, en donde participó de las marchas del orgullo nacidas a partir de aquella mítica rebelión de Stonewall en 1969, regresó a nuestro país con una sencilla pero titánica convicción: “Quería sentirme libre acá, en Argentina”.

“Ser visibles para ser iguales y libres”

En la década de los ’80, el pueblo argentino movilizado había tirado a la última y peor dictadura militar de nuestra historia. La represión de los milicos genocidas hacia los trabajadores y el pueblo dejó un saldo de 30.000 detenidxs-desaparecidxs. Cerca de 400 de ese total eran putos, tortas y travas. Militantes. Subversivxs políticxs y sexuales. Uno de elles era Gustavito “Zampi” Zampicchiatti, militante de nuestro partido de entonces, el PST, y también del Frente de Liberación Homosexual (FLH).
A diferencia del peronismo y del stalinismo, que rechazaban al movimiento LGBTI+, nuestro partido compartía y respaldaba sus reclamos. Incluso en 1975, cuando la banda parapolicial de ultraderecha Triple A amenazó de muerte al FLH, fue nuestro PST quien les prestó el local partidario en el barrio de Once para que pudieran reunirse. Luego, con el golpe militar de marzo de 1976, el FLH se disolvió.
Inspirado por la inmensa batalla de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo en defensa de los derechos humanos, Carlos Jáuregui puso en palabras una mirada clave: “La libre sexualidad es un derecho humano”. El movimiento LGBTI+ post dictadura tuvo esa impronta de origen porque la identidad como derecho es un eslabón que une ambas luchas.
En 1984 Carlos fundó la Comunidad Homosexual Argentina, que presidió por cuatro años. El eje de su militancia empezó por la visibilización: que la gente de a pie supiera que los gays, lesbianas y trans existimos y podemos ser hijes, vecines, amigues, trabajadorxs, compañeres. Y sobre todo, impulsó la lucha contra la violencia policial que perseguía y asesinaba a nuestro colectivo.

“Los gays y las lesbianas por las calles de Argentina”

En 1988, Pablo, el amor de su vida, fallece a causa del sida y Carlos es echado del departamento en el que convivían porque no había un vínculo legal entre ambos. Entiende, entonces, que se abre un nuevo escenario de lucha. Alejado ya de la CHA por divergencias, en 1991 funda Gays por los Derechos Civiles (Gays DC), agrupación en la que trabajaron con él algunos militantes de nuestro MST. Al poco tiempo, Carlos presentaría el primer proyecto de ley de unión civil, que en aquel momento no prosperó. También querelló al arzobispo porteño Antonio Quarracino, otro dinosaurio discriminador.
En el ’92 Carlos fue el motor de la primera Marcha del Orgullo en la Argentina. Unas 200 personas se movilizaron de Plaza de Mayo a Congreso. Algunes con máscaras para no ser reconocides por sus familias o en sus laburos, pero presentes en las calles.
Con todo orgullo podemos recordar que nuestro MST fue el único partido político presente en aquella histórica primera Marcha en Buenos Aires. Como me contaba nuestro referente Pablo Vasco, que lo conoció allí en pleno ajetreo de la marcha, Carlos no perdía nunca la sonrisa, el trato cordial ni la firmeza. Y estuvimos donde había que estar, porque siempre defendemos los derechos de la comunidad LGBTI+ y combatimos la opresión a la que nos somete este sistema capitalista, patriarcal y clerical.

Orgullo como respuesta política

La militancia cotidiana y la convicción política por la libertad sexual y la liberación social fueron el impulso que le dio fuerza a un movimiento nacido a partir del grupo Nuestro Mundo y luego al FLH en los ’70. Después de la dictadura, las enseñanzas de activistas como Carlos Jáuregui son parte del amplio legado que tenemos como colectivo LGBTI+. Sonriente, inquieto, imparable, abrió caminos que seguimos transitando.
A 25 años de su muerte, podemos hablar de un verdadero historial de nuestras luchas y conquistas. Sin embargo, seguimos enfrentando la violencia patriarcal y la complicidad estatal. Por ejemplo hace cinco meses que Tehuel, un pibe trans del conurbano, sigue desaparecido. También continúan los crímenes de odio hacia nuestro colectivo, sobre todo contra las compañeras trans. ¿Qué hace el Estado mientras tanto? Sigue subsidiando y regalándole tierras a la Iglesia Católica, institución que está entre los principales enemigos de nuestros derechos.
Nosotres no bajamos los brazos. Queremos que se implemente el cupo laboral de verdad y sin precarización. Que se apruebe la Ley Integral Trans. Que se separen la Iglesia y el Estado. Pero como siempre decimos, vamos por más, por todo. Vamos hasta derrotar este sistema, padre de toda opresión y explotación, para construir una sociedad nueva e igualitaria: el socialismo. Los putos, las tortas, travas-trans, no binaries y disidentes de Libre Diversidad y el MST en el FIT Unidad nos organizamos para dar esta pelea e invitamos a les activistas a que nos voten en estas elecciones y a que se sumen a activar con nosotres. Como aquel puto inolvidable que fue Carlos Jáuregui, visibles, orgulloses y militantes.

Micaela Escobar

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