sábado, 4 mayo 2024 - 05:15

11 de diciembre, Día nacional del tango. 8 mitos y verdades

En 2009 la Unesco declaró al tango Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Esta música es de los pocos folclores urbanos o metropolitanos que se hicieron universales. Es casi un sello de marca de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, recorre el mundo y sorprendentemente adquiere en muy diversos países, de culturas diferentes a la Argentina, fisonomías particulares lo que lo convierten de ritmo nacional en ritmo internacional.

No obstante, hoy no es en Argentina la música más popular ni mucho menos. En este artículo además de analizar su devenir histórico puntualizamos cuáles son los mitos que se han creado sobre esta cultura y las verdades —parciales por supuesto, y en debate— que resulta necesario develar para que este retome el brillo popular que supo tener a mediados del siglo XX.

La ciudad del tango y sus protagonistas

Buenos Aires y el tango parecen un dúo indisociable. A pesar del internacionalismo tanguero, el tango lleva el signo de Baires como el jazz el de New Orleans o la Bossa Nova el de Río de Janeiro. En este día quiero homenajear a estos protagonistas que han construido en diferentes etapas y periodos ese sello de calidad.

Para una mejor comprensión de estos periodos recomiendo releer el artículo de PDI del 11/12/2021: Día Nacional del Tango. Una epopeya de 140 años

Y sobre todo el del 11/12/2021:11D. Día Nacional del Tango que enumera esas etapas y sus características.

  • Prototango o tango primitivo: Casimiro Alcorta. Ernesto Poncio. Rosendo Mendizábal. El negro Sinforoso. Hargreaves. Juan Filiberto (padre). Gabino Ezeiza.
  • Vieja guardia: Enrique Saborido. Angel Villoldo. Juan “Pacho” Maglio. Flora y Alfredo Gobbi. Alfredo Bevilaqua. Vicente Greco. Roberto Firpo. Genaro Esposito. Francisco Ludoca. Eduardo Arolas
  • Renovación y tango-canción: Alfredo Lepera. José Razzano. Carlos Gardel. Juan Guido
  • Nueva guardia: Julio de Caro. Osvaldo Fresedo. Pedro Maffia. Pedro Laurenz. Elvino Vardaro.
  • Auge tanguero: Aníbal Troilo. Osvaldo Pugliese. Carlos di Sarli. Jose Basso. Juan D’Arienzo. Alfredo de Angelis. Miguel Caló. Enrique Mario Francini. Armando Pontier. Osmar Maderna. Gabriel Clausi.
  • Vanguardismo: Horacio Salgan. Julián plaza. Mariano Mores. Astor Piazzolla
  • Resistencia y crisis decenal: Ernesto Baffa. Roberto Grela. Osvaldo Berlingieri. Atilio Stampone. Leopoldo Federico. Libertella & Stazo. Rubén Juárez. Rodolfo Mederos. Eduardo Rovira. Osvaldo Requena. Osvaldo Piro.
  • Resurgimiento: Daniel Vinelli. Néstor Marconi. Raúl Garello.
  • Nueva época: Julián Peralta. Astillero. Fernández Fierro. Ciudad Baigón. Electro tango: Tanghetto. Bajofondo. Gotan Project.
  • Contemporáneo: Orquesta di Pasquale. Alfredo Piro. Alto Bondi. Quinteto Astor Piazzolla. Ramiro gallo. Quinteto negro de la Boca.

Los mitos

Primer mito:

El tango es una música derivada del candombe ríoplatense y tiene raíces afroamericanas.

Realidad: el tango surgió de un largo proceso de gestación de múltiples vertientes entre 1840 y 1880. Es una música asociada a una fuerte corriente cultural que identifica al tango con la sociedad porteña y su conformación es resultado de un fenómeno multifusional.

Segundo mito:

La palabra tango proviene de Xangú, término congolés que significa «reunión».

Realidad: no se conoce exactamente de dónde proviene el vocablo y el erudito investigador del tango, Hector Benedetti, afirma que hay tres vertientes de la misma: la africana Xangú, la europea que dio nombre al tango flamenco del siglo XVIII y XIX y la quechua Tambó o Tambú que significa baile.

Tercer mito:

El tango es una música que proviene de las orillas. O sea de la zona de Barracas al Sur (hoy Avellaneda) o de Sarandí y hacia el norte de Palermo (entonces era un suburbio que estaba fuera de los límites de la vieja Buenos Aires.).

Realidad: a muy poco de surgir, no se sabe bien dónde, el tango se instaló en el centro porteño. Benedetti afirma que este fenómeno podría ser casi simultáneo.

Cuarto mito:

El origen del tango es prostibulario. Surgió en los lupanares detrás del riachuelo.

Realidad: en los prostíbulos, declarados ilegales en la década de 1930, estaba prohibido el baile por ordenanza municipal aunque en muchos se hiciera clandestinamente.

Quinto mito:

Surgió entre las clases bajas de la vieja aldea porteña o entre los gauchos o los desclasados.

Realidad: el tango inicialmente es de los sectores plebeyos de la ciudad pero no es exclusivo de esos sectores, ya que casi simultáneamente se extiende a las clases medias más acomodadas y rápidamente en la burguesía porteña.

Sexto mito:

El tango transitó varias décadas pero en 1940 tuvo su Edad de Oro.

Realidad: la década del 40 sí fue la más popular y masiva, pero no necesariamente la mejor o en todo caso no fue el único período glorioso en cuanto a calidad de la composiciones, e incluso el periodo de la renovación tanguera de 1925 a 1935 tuvo técnicamente mejor calidad.

Séptimo mito:

El tango es igual desde su origen. No cambia. Mantiene «intacta» su esencia.

Realidad: entre 1910 y 1960 el tango se hace popular, masivo, penetra con fuerza en la clase obrera especialmente en la década del ’40 y luego la juventud, los sectores plebeyos y lxs trabajadorxs comienzan a abandonarlo. El tango se transformó radicalmente por lo menos 7 u 8 veces desde sus orígenes en 1880 hasta hoy 2023.

En 1950-1955 surge una nueva rama del tango que es un sub-género, aunque algunos lo consideran un género en sí mismo: el Nuevo Tango fundado por Astor Piazzolla.

Octavo mito:

El tango «es cosa de machos».

Realidad: Ya en la década de 1910 había orquestas de mujeres. Desde muy temprana época las cantantes femeninas se arraigaron en el género (Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Tita Merello, Libertad Lamarque, etc.) El tango amplió sus fronteras de género. Hoy es cosa de mujeres, varones y sectores de la comunidad LGBTIQ+ (Tango queer).

Podríamos agregar varios mitos más, pero estos son los fundamentales. Los mitos han tenido consecuencias nefastas para esta música. Tanto los mitos como la permanente lucha que los conservadores tradicionalistas han mantenido contra el cambio desde Arolas y luego de Caro hasta Piazzolla y los actuales grupos de tango contemporáneo han aislado al tango, lo han separado de los movimientos culturales transformadores de los últimos 70 años hasta que por fin en 1982- 1983 el tango fue recuperando esa capacidad de asociarse a las vanguardias culturales renovadoras y ha entrado en una época de expansión internacional que tarde o temprano dará sus frutos también aquí.

Infinidad de grupos, conjuntos y orquestas típicas hoy pueblan los escenarios porteños con una diversidad estilística como nunca: electro tango, tango-fusión, tango queer, tango clásico remixado, tango contemporáneo son algunas de las expresiones que fortalecen y sostienen esta cultura. Todavía son de vanguardia y están instalados en la clase media pero no paran de crecer.

Todos ellos huyen de los cantos de sirena comerciales del establishment cultural, del mercado discográfico sin escrúpulos, pero estos no se resignan e inyectan día a día su veneno de tango for export, convirtiendo al tango en una simple coreografía para la venta en el «mercado mundial”. Convertir el tango en un paseo turístico es degradarlo. El tango debe recorrer los barrios populares del AMBA, las ciudades del interior, debe ser accesible a miles y miles para que retorne la gloria de los años 40.

Y sobre todo debe consolidar sus tendencias actuales: modernidad de estilo, multifusión musical, feminismo, diversidad sexual, compromiso social e identidad barrial y popular son claves para esta cruzada.

Los amantes del tango tomamos estas banderas y las llevamos a todas partes. El tango será del pueblo o no será.

Orlando Restivo

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