La motosierra alcanza a 138 mil usuarios afectados por el clima extremo.
Clima helado, tarifas calientes
El Gobierno nacional avanza con nuevos recortes en el esquema de subsidios a la energía para zonas con temperaturas más bajas. A través de las resoluciones 216/2025 y 219/2025 de la Secretaría de Energía, publicadas este lunes en el Boletín Oficial, se establecieron modificaciones que restringen significativamente los beneficios de la denominada Ley de Zonas Frías.
Dicha ley garantiza tarifas más bajas en el servicio de gas para diversas provincias y localidades del país afectadas por el clima extremo. Sin embargo, el nuevo esquema limita el descuento del 50% únicamente a quienes demuestren situación de vulnerabilidad socioeconómica, a través del canal habilitado por ANSES.
Además, para los usuarios que tengan más de un medidor a su nombre, el beneficio se reducirá al 30% sobre la tarifa plena establecida por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS).
El recorte impactará directamente en alrededor de 138 mil usuarios que hasta ahora accedían a tarifas diferenciales, especialmente en las regiones más frías del país. Esta medida se enmarca dentro de la política de equilibrio fiscal que impulsa el Ejecutivo nacional, y que ya ha provocado tensiones con varios gobernadores.
Entre las zonas que podrían verse afectadas se encuentran localidades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe y toda la provincia de Mendoza, bajo el régimen de “zona fría ampliada”, que también podría ser revisado o desmantelado.
El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, criticó duramente la medida: “Es una discusión política que tenemos que dar todos. Desde la mirada de un Estado nacional se debería acompañar las asimetrías de las regiones. No es lo mismo subsidiar el gas en Tierra del Fuego que la energía eléctrica en Chaco. Se llenan la boca hablando del RIGI. ¿Qué es? Son beneficios fiscales. Para los grandes extractivistas sí, pero para la población, no”.
Cabe recordar que la Ley de Zonas Frías no fue concebida como un subsidio, sino como un fideicomiso financiado por los aportes de los usuarios de gas domiciliario en todo el país. Su objetivo es reducir parte del costo que pagan quienes viven en regiones con climas de mayor complejidad.
La medida constituye un nuevo avance de la motosierra contra los derechos de las mayorías sociales, en este caso afectando el acceso a un recurso fundamental en las zonas de bajas temperaturas.