El pasado viernes 28, antes del mediodía y pocos minutos después que hagan sonar la alarma de evacuación para realizar el simulacro de incendio, más de 30 trabajadores de distintos sectores del edificio de YPF ubicado en Puerto Madero fueron llamados para recibir la notificación de su despido sin causa y supuestamente “al azar” por una “reestructuración de la empresa”.
Como si no fuera suficiente la infamia de su modus operandi, también se están encargando de difundir mentiras sobre que en realidad los compañeros se querían ir. De esta maniobra de la empresa se hace eco la directiva del sindicato, que trasmite la misma mentira para justificar su inacción. La verdad es que queremos seguir trabajando, que si se pierden esos puestos no van a ser reemplazados por nadie, y hasta incluso abren la puerta a nuevas y más grandes olas de despidos. Por eso es importante no bajar la guardia ni dejar correr las mentiras de la patronal que buscan generar confusión para que los trabajadores y las trabajadoras no se preparen para enfrentar el plan de vaciamiento. En este sentido llamamos a todos los delegados de base a no quedarse de brazos cruzados frente a este amedrentamiento.
Este hecho nefasto fue ejecutado, no casualmente en ese momento, está precisamente calculado para distraer y que no genere ninguna repercusión. Los despidos son parte de un plan sistemático de vaciamiento de la compañía que ya viene desarrollándose desde la llegada de Horacio Marín a la presidencia de YPF. En varias estaciones de servicio de la Red Propia, este plan se está llevando a cabo a través de la venta a dueños privados, que ofrecen a sus trabajadores mantener su puesto de trabajo con una reducción de salario del 25%, con peores condiciones de trabajo y hasta incluso vacaciones a partir del 2027. En los sectores de la Torre esto se traduce en destratos, sobrecarga de trabajo y hasta persecuciones ideológicas en nombre de la “eficiencia”.
Los trabajadores de YPF, provengan del sector que provengan, tienen que alertarse que no son casos aislados, sino de un plan de vaciamiento muy similar que ocurrió durante el gobierno de Menem, a quién reivindica el presidente Javier Milei. Hay que romper el miedo que sólo es funcional a que se siga avanzando en este sentido, porque sólo la coordinación desde quienes padecen esta situación puede ponerle un freno. Además necesitamos que el SUPeH (Sindicato Único de Petroleros e Hidrocarburíferos) se ponga al frente de la pelea por la defensa de los puestos de trabajo, la reincorporación de todos y contra el destrato que estamos sufriendo.
BASTA DE DESPIDOS Y VACIAMIENTO
REINCORPORACIÓN DE LOS DESPEDIDOS
QUE EL SUPEH SE PONGA A LA CABEZA DE LA PELEA
