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Luego del triunfo electoral de Donald Trump, su fanático N°1 busca la manera de encontrarlo, esta vez viajando directamente al corazón del imperio.
Cumbre de rapiña
Este jueves, el presidente Javier Milei viajará a Estados Unidos para participar de la conferencia conservadora CPAC. El evento se realizará en el estado de Florida, precisamente en el club del magnate en Palm Beach.
La comitiva, que tiene entre sus miembros mas importantes a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y a Gerado Werthein, flamante canciller, se hospedará en el hotel The Ben en West Palm Beach, a 10 minutos en auto de la mansión del líder republicano. Por su parte, el viaje al país norteamericano se realizó mediante un vuelo privado, se rumora que costó aproximadamente 300mil dólares. Sin confirmación alguna, tanto el vuelo como el hospedaje del presidente y su comitiva seguramente será pagadoos con las arcas públicas.
A diferencia de la conferencia en la que participó Milei en Washington, donde era una cumbre general del grupo conservador, (la próxima será entre el 19 y el 22 de febrero en Washington) en esta ocasión se trata de un encuentro de inversores, por lo cual el gobierno lo ve como un objetivo clave.
Lo que busca el cipayo
Antes de aterrizar en suelo norteamericano el presidente declaró:
“El gobierno electo se siente mucho más cómodo trabajando conmigo que con otros gobiernos, y eso tiene implicancias comerciales y financieras”, dejando en claro los fines económicos que persigue el fenómeno liberal.
Al mismo tiempo, no quiere que su pleitesia a Trump le quite los ingresos de China: “Nosotros creemos que, en estas condiciones, podemos avanzar en mayores acuerdos comerciales con Estados Unidos de la misma manera que estamos avanzando muy fuertemente con China. Estamos abriendo la economía”.
Ademas, Milei ve el triunfo del republicano como un puntapie para la batalla cultural contra el colectivismo, cuenta que en su conversacion telefónica lo felicitó y le manifestó “que hoy era un mundo mejor porque habían sido derrotados los wokes, por lo que era una excelente noticia para los Estados Unidos, Europa y la Argentina, y que yo me sentía más acompañado, porque cuando empecé a sostener esto le dije que estaba más solo que Adán en el Día de la madre. Él me dijo que no iba a estar más solo, que él me iba a acompañar, que juntos íbamos a hacer a América y la Argentina grandes nuevamente y que yo era su presidente favorito. Eso me hizo sentir muy honrado”.
Los objetivos a los que apunta Milei están vinculados con los vencimientos de deuda que tiene Argentina para el año que viene, busca mediante la relación con Estados Unidos mejorar las condiciones en la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como así también, atraer las inversiones que tanto prometió en el país y a día de hoy, no pasan de la foto. Al mismo tiempo, Milei muestra un lineamiento hecho y derecho con lo que expresa la figura de Trump, y para ser el empleado del mes, incluso lo demuestra más que el propio Trump.