El gobierno de Milei y Pettovello vuelve a la carga al anunciar una receta fracasada: disfrazar un recorte brutal de supuesta “modernización”. Su nuevo invento, los “vouchers de capacitación laboral”, serían la puerta de salida —y no precisamente al empleo— para más de un millón de personas que hoy reciben los programas Acompañamiento Social y Volver al Trabajo. Programas que incluso tienen “fecha de vencimiento” en abril/mayo de 2026, cuando se cumplan los 24 meses de duración que fijó el Decreto 198/2024 de Capital (in)Humano.
La maniobra es simple y cruel: dejar de pagar esos míseros $ 78.000 congelados desde 2023 y reemplazarlo por unos “cupones” para hacer cursos administrados por las empresas. Clarín lo sintetizó: el objetivo es bajar un gasto anual que superaría el billón de pesos. Es decir, no hay política social: hay contabilidad fiscal para cumplir con el FMI.

Ninguna “modernización”, es solo profundizar el ajuste sobre los más vulnerados. Después de dos años de recortes, el anuncio de cambiar planes por vouchers es parte de lo pactado con el FMI. Tanto es así que en el proyecto presentado al Congreso, “el presupuesto de la asistencia social retrocederá el año que viene un 85% en comparación a 2023” (Página 12, 15/11).
Ajuste con ropaje de “eficiencia”
El libreto oficial repite que querrían “terminar con la intermediación” y “vincular a los beneficiarios con la demanda del mercado”. Pero esconde el objetivo del FMI y el Tesoro yanqui de achicar más el gasto social para liberar fondos para pagar la estafa de la deuda. Nada que ver con combatir la pobreza ni con generar trabajo genuino, como hace falta.
Lo anuncian para ver si logran consenso social para eliminar los planes sociales. El momento elegido desnuda el cinismo oficial: por su motosierra cerraron 18.000 empresas, hubo 250.000 despidos privados y 61.000 en el Estado nacional. Ante un “mercado” que no absorbe mano de obra, más allá de tener capacitación, sino que la expulsa.
La hipocresía es total ya que en un país que produce alimentos para 10 veces su población, UNICEF informa que la pobreza infantil golpea al 46,1% de las infancias y la pobreza extrema al 10,2%. Además, el 30% de los hogares con pibes menores tuvo que reducir comidas por falta de ingresos. No es una metáfora: un tercio de las familias no logran garantizar cuatro comidas diarias.

Es más, sin la AUH (Asignación Universal por Hijo), habría un millón más de niñas y niños en la indigencia. Son cifras escandalosas, aunque el gobierno quiere también ajustar la AUH al eliminar su actualización automática por inflación, un golpe más a los derechos de nuestras infancias.
El drama social no se detiene ahí. UNICEF informa que el 31% de los hogares está endeudado con bancos o tarjetas y que, si se suman préstamos informales, esa cifra llega al 45%. La conclusión es clara: cuando hay hambre, crecen las deudas de las familias, los despidos y cierres de empresas, el Estado debería reforzar la asistencia. Pero Milei hace lo contrario: recorta, desmantela, privatiza.
Las empresas como “rectoras” de la política social
El plan de Pettovello sería arrancar con una prueba piloto antes de fin de año, en el galpón del ministerio en La Paternal, en su Centro de Formación Laboral en Oficios. Empresas como Sinteplast, Arcos Dorados (McDonald’s) y otras pondrán los contenidos de capacitación, es decir, privatizar la formación laboral con fondos públicos. Un negocio para empresas que nunca crearon empleo masivo ni de calidad.
La propuesta no es nueva: capacitar desocupados con la promesa de incorporarlos a las empresas a cambio de darles esos fondos y beneficios impositivos ya quisieron implementarla bajo el macrismo y también ministros del PJ como Zabaleta, con Alberto Fernández o Massa como ex de Economía.

La promesa repetida es que las personas podrán canjear vouchers por cursos. Lo que nunca se dice es que, al eliminar el ingreso mensual, quedan libradas a su suerte en el mercado. Cuando el problema nunca fue que falte capacitación, sino la falta de obras públicas, trabajo genuino y de un modelo económico que distribuya realmente la riqueza socialmente producida.
El “plan Milei”: menos ingresos, más disciplinamiento
Reemplazar planes por vouchers no busca mejorar nada, sino disciplinar socialmente y fragmentar la organización colectiva y solidaria para liquidar lo que queda de asistencia social. El paso necesario para avanzar con la reforma laboral regresiva que los patrones y el Fondo reclaman.
El gobierno insiste con los “gerentes de la pobreza” que le sacarían “plata a la gente”, pero ese mísero monto de $ 78.000 debería ser hoy de $ 300.000 si se respetara la inflación del INDEC. Acá los únicos “gerentes de la pobreza” son Pettovelo, Bullrich y Milei que le roban al pueblo trabajador y a los más vulnerados, queriendo eliminar su único ingreso por unos voucher…
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Incluso ese salario social complementario debía equivaler al 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil que sigue congelado en $ 322.200, siendo el más bajo de Latinoamérica, al caer por abajo del valor de la crisis del 2001, con una pérdida del 34% desde que asumió Milei.
Así, el llamando “capital humano” resulta otro verso para convertir derechos en mercancías, en mano de obra barata y fácilmente reemplazable por las empresas. Desde el MST y nuestro Movimiento “Teresa Vive” decimos que la salida es otra: recomponer los ingresos sociales, universalizar la asistencia y garantizar trabajo genuino.
Nuestra alternativa: derechos, trabajo y organización
Proponemos luchar por estas medidas urgentes y concretas:
- Aumentar el monto del Volver al Trabajo y Acompañamiento Social al valor de la canasta básica, indexado automáticamente por inflación.
- Universalizar la asistencia social y reabrir inmediatamente las inscripciones.
- Restituir la entrega de comida, abastecer a los comedores populares, merenderos y copas de leche, garantizando alimentos frescos y secos, cocinas, garrafas, utensilios y mobiliario.
- Reducir la jornada a 6 horas. Trabajar menos para trabajar todos, manteniendo el salario.
- Primer empleo joven sin precarizar y con salarios dignos.
- Plan nacional de viviendas populares y obras públicas para crear trabajo genuino, priorizando a la juventud.
- Aumento general de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar.
Esto será posible con un plan de lucha nacional, sin confiar en la CGT que transa, con exigencia a las centrales porque es en las calles donde podremos derrotar el ajuste y el anuncio de la reforma laboral semi esclavista.

Preparar acciones unitarias con el conjunto de las organizaciones sociales y territoriales. Junto al hospital Garrahan, rechazando los sumarios a sus referentes como nuestra compañera Norma Lezana (APyT) y otros 40 sumariados por luchar (ver nota y firmá el petitorio). Con las y los jubilados, discapacidad, la universidad en lucha, de forma independiente ante el ajuste.
La salida no es eliminar los programas sociales sino universalizarlos, ampliarlos y convertirlos en un verdadero seguro al desempleo hasta resolver la crisis. Lograr trabajo genuino, organizar la lucha y construir una alternativa política propia, de los trabajadores, los sectores populares y la izquierda.

