La multinacional alemana agrandada por la votación de la ley Bases se frota las manos con varias nuevas leyes que van a intentar aplicar a los trabajadores. El período de prueba pasa de 3 a 6 meses, no van a pagar más la indemnización como sucede en la construcción, vuelve el impuesto a las ganancias y van a entrar con todo las empresas tercerizadas con sueldos más bajos y mayor precarización. Regalo del gobierno de Milei y de los traidores que votaron la ley.
Volkswagen sigue despidiendo, ahora de forma alevosa, retirando por la fuerza a los compañeros de la línea de producción con personal de seguridad privada de PROSEGUR al mejor estilo de los años negros de la dictadura. Encima, orientándose a atacar a quienes consideran “militantes” o “colaboradores” del SMATA, para dejar en claro que no hay hijos ni entenados. Nadie puede confundirse, vienen por todos los derechos de los trabajadores desde el convenio, los descansos, la normativa laboral, la movilidad de categorías, todo ante una conducción gremial ausente y cómplice.
En Volskwagen no hay un parate productivo. Se trabaja a 200 unidades por turno de la camioneta Amarok y del Taos y con 200 compañeros menos, lo que perjudica física y emocionalmente a los trabajadores, siendo fuente de accidentes laborales y quiebres de la salud.
¿Dónde está el SMATA?
Al no llamar a asamblea, ni siquiera sacar un comunicado ante está gravísima situación, la conducción de SMATA es cómplice de esta arremetida empresaria que empezó por despidos por el artículo 245, siguió con retiros voluntarios y ahora sacándote de la fábrica con un vigilante.
Hoy más que nunca se necesita la unidad más amplia para pararle la mano a esta multinacional.
¡Basta de despidos! ¡Basta de atacar los derechos de los trabajadores! Tenemos que organizarnos en cada sector para enfrentar todo esto y, aunque no confiamos nada en el gremio, tenemos que exigir asambleas para poder discutir como lo hacemos.
Corresponsal VW Pacheco