En otro episodio de la saga Vicentin, El juez Fabián Lorenzini rechazó la presentación realizada el 3 de junio por Bancos extranjeros que solicitaban una “evaluación independiente” de los activos de la agroexportadora Vicentin. El fallo ratifica que la empresa vale 1.253 millones de dólares.
Con el correr de los días surgen nuevas pruebas de la gran estafa al pueblo argentino y al país, incluyendo algunos acreedores privados que significa la convocatoria fraudulenta de la grupo Vicentin. En las últimas horas se dio a conocer que el juez que lleva la causa del Vicentin SAIC, Fabián Lorenzini, a cargo del juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Segunda Nominación de la ciudad santafesina de Reconquista, su rechazo a la presentación realizada esta vez por Bancos extranjeros. El argumento esgrimido por el magistrado es que “se vencieron los plazos legales para observar o impugnar el Informe General de la Sindicatura”.
De esta forma, el magistrado vuelve a convalidar el informe presentado por la Sindicatura, en el mes de marzo del corriente año, en cual convalidaba que el valor de los activos de la agroexportadora en U$S 1.253 millones. Ya, a principios del mes de abril el Banco Nación junto a los bancos extranjeros, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y dos sindicatos Aceiteros, habia realizado una presentación en la calificaban de “superficial y sesgado” al informe de la sindicatura. Y agregaban que Vicentin Saic ingreso en default con una deuda superior a los 1.500 millones de dólares el mayor de la historia argentina.
Luego la delegación santafesina de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dio a conocer un informe muy detallado, en el mes de mayo, en la cual se deja constancia de que la presentación de la sindicatura no tiene conexión con la realidad, encubre transacciones de venta ilegales y sugiere que se investigue a integrantes de la sindicatura.
El rechazo del juez Lorenzini es un punto a favor de la familia Vicentin y hay quienes señalan que se trata de otra de las maniobras fraudulentas que buscan ocultar la responsabilidad directa de los dueños de la agroexportadora en la cesación de pagos y las denuncias de estafa.
Por otra parte, hay noticias que confirman que el vaciamiento de la compañía continúa. En las últimas horas el informe de exportaciones de cereales y oleaginosas realizadas durante el año 2020, difundido por la Balsa de Comercio de Rosario, dio a conocer que la empresa Oleaginosa Moreno, una empresa del gigante anglosuizo Glencore y socia de Vicentin en la empresa Renova, fue la mayor beneficiaria al aumentar su capacidad de exportación en casi 4 millones de toneladas en comparación con la campaña 2018/19.
La realidad va dejando al descubierto las denuncias realizadas sobre la alianza de la multinacional Glencore con Vicentin por la venta de acciones de Renova horas antes de declararse en default. De tener en cuenta dicha denuncia estaríamos hablando de desbaratar una enorme red corrupción, lavado de dinero y fraudes en relación al negocio de la alimentación que hoy controlan un puñado de empresas al nivel mundial.
Nuestras propuestas
A mediados del 2019 bajo la conducción de Javier González Fraga, el Banco Nación entregó a Vicentin casi 800 millones de dólares y más de 2000 millones de pesos. De manera irregular y sin ningún tipo de control ni supervisión, una verdadera estafa al pueblo argentino realizada con total descaro y en la cual sus responsables directos y mayores beneficiarios siguen impunes. El Banco Nación es el mayor acreedor de Vicentin, la deuda con el Estado argentino es alrededor de 300 millones de dólares.
Por lo tanto, para hacer que el final de la película sea otro al de la estafa hacen falta medidas socialistas, no meros discursos y recules político. Desde el MST en el Frente de Izquierda-Unidad volvemos a reafirmar nuestra propuesta de estatización sin pago y poniendo a funcionar todo el complejo industrial bajo gestión de las y los trabajadores.
Pero además se vuelve imprescindible que el Estado impulse una investigación exhaustiva encabezada por con personalidades intachables que ayuden a develar las medidas fraudulentas poniendo como primera medida: fin al secreto bancario sobre el cual los administradores de Vicentin se han visto favorecidos. Los dueños y sus cómplices como Glencore, son los verdaderos responsables de esta maniobra y por lo tanto deberían pagar con sus bienes personales o societarios los costos y las deudas con los acreedores. Hay que pararle la mano a la impunidad de los ricos de una vez, por lo tanto de comprobarse las medidas ilegales y de estafas contra el Estado deberían ir a la cárcel y cumplir una condena ejemplar.