Trabajadores de las plantas de San Lorenzo y Ricardone, están llevando adelante un cese de actividades de una hora por día, hasta recuperar una serie de condiciones laborales que denuncian están siendo negadas.
La medida fue votada en una asamblea de delegados de Vicentin Ricardone y Planta Puerto, ya que vienen acumulando una pérdida de derechos importantes. Se trata del reclamo por camperas para el invierno, que ¡hace tres años no se dan!, el beneficio de leche y aceite para las familias y por el pago de las horas extras, y no su compensación.
De no haber respuestas hasta este viernes 16 se profundizaría el conflicto, lo cual hay que enmarcarlo en la situación actual de la empresa, que aún se encuentra en concurso de acreedores, a partir de que entró en cesación de pagos desde diciembre de 2019. Al día de hoy, Vicentín viene funcionando con los contratos a fasón y los servicios de elevación y almacenaje; se calcula que los mismos vencen en septiembre de este año, lo cual abre toda una incógnita respecto de cuál va a ser su fuente de producción y financiamiento.
Llama la atención cómo los directivos de la empresa, en una entrevista hace semanas atrás (Clarín, 25/03/2021) declaran con optimismo que los números vienen mejorando, y que a febrero del corriente, los ingresos sumaron US$ 7,2 millones, mientras que los egresos (donde se cuenta el salario de los trabajadores) alcanzaron los US$ 6 millones. Una muestra de cómo la patronal ajusta sus cuentas por lo más fino con el objetivo de acomodar sus deudas y mantener y relanzar su rentabilidad capitalista.
Mientras las y los trabajadores se mantienen en estado de alerta y movilización, nos ponemos a su disposición para que la lucha tenga resultados positivos urgentes.