Foto de portada. Marcos Sierras
Un nuevo caso de Brutalidad Estatal involucra a las de las fuerzas de Seguridad Municipales de la ProvinciadDe Buenos Aires. En este caso, es la policía municipal a cargo de la intendenta vicentelopense Soledad Martínez.
El asesinato de Octavio Buccafusco, pone en evidencia lo equivocado de haber dotado, a las y los intendentes de la provincia, de fuerzas de choque armadas para llevar adelante tareas de seguridad, bajo paradigmas represivos arbitrarios y por fuera del control popular.
Desde la página web del municipio, se puede ingresar al link de YouTube donde se publicita y comunica sobre distintos temas de interés para el municipio. Allí, la propia intendenta, refiere sobre el programa ESCUDO y dice “la nueva Estación de Control Urbano para la Defensa y el Orden simboliza lo que queremos para Vicente López: una ciudad más segura, innovadora y preparada para el futuro”. Este es el modelo de seguridad que Vicente López propone para sus vecinos y para quienes transiten por su territorio: violencia y muerte.
El 3 de Septiembre último, Octavio fue reducido violentamente por al menos cuatro uniformados de la policía local. Una vez en el piso, se le suben sobre su espalda y lo esposan. El forcejeo va reduciendo en intensidad hasta que finalmente se ve que ya no hay resistencia por parte de Buccasusco pero los policías continúan sobre él, con sus rodillas y apretándolo contra el suelo. En segundo, el joven de 34 años entra en paro cardíaco y termina falleciendo. Según la versión policial, fue llevado con vida al hospital pero su familia cree –tras ver el video completo- que ya estaba fallecido cuando lo llevaron en ambulancia puesto que luego de sacarle las esposas no mostraba signos de movimiento alguno.
Recordemos que en 2023 el militante Facundo Molares murió en similares circunstancias, producto por esta misma técnica represiva, a manos de la Policía de la Ciudad de Buenos.
En declaraciones radiales, su hermano Augusto Buccasusco, desmintió la versión policial y pide públicamente testigos del hecho.
¡Violencia policial nunca más!
