Luego de 4 años de persecución, la Justicia Federal resolvió el sobreseimiento de les estudiantes y docentes procesades de la Universidad Nacional de Río Negro, por la histórica lucha que dio el movimiento estudiantil en el 2018 ante el ataque macrista a la universidad pública.
Reproducimos el comunicado de la asamblea interclaustro de la UNRN:
Hace minutos el Tribunal Oral Federal nos notificó el sobreseimiento por los hechos por lo que se nos iba a llevar a juicio hace un par de semanas. El sobreseimiento llega después de cuatro años de lucha, de resistir el avance del sistema penal, de no abandonar ninguna de nuestras convicciones. El sobreseimiento significa, en definitiva, el cese de la persecución y la convicción de que solo la lucha hace retroceder al sistema penal.
Como sostuvimos en muchas oportunidades, nosotres no elegimos dar batalla en este terreno. Los procesos de criminalización en estos casos buscan neutralizar procesos de lucha colectivos para disciplinarnos y quebrarnos a quienes los atravesamos. No elegimos este terreno, pero sí elegimos como plantarnos ante la avanzada penal. Fueron cuatro años interminables, de presiones, de sanciones, de maltrato judicial, de extorsiones. Fueron cuatro años de escupirles en la cara a todos los responsables de la criminalización que nosotras no tranzamos y que las luchas no se entregan. Porque si hay algo que nos ha enseñado todo este proceso es que son muchas las formas de disciplinarnos, pero una sola la de resistir: no tranzar ni negociar con el sistema penal.
Desde que comenzó esta lucha nos sentimos hermanades con les compas de Córdoba. Fueron dos procesos de criminalización contra un mismo proceso de lucha, aquel iniciado en el 2018. Y así como siempre tuvimos la preocupación de que una condena siente un precedente en su contra, hoy sentimos que generamos un enorme precedente para la lucha que nos queda llevar adelante por su absolución. Con elles compartimos este triunfo y también manifestamos que la lucha no termina acá, sino que nos mantendremos movilizadas hasta que las causas de elles también caigan.
Fueron cuatro años de esperar este momento, cuatro años de luchar para que esto termine. Y hace unos meses sabíamos que teníamos una tarea difícil. Llegábamos acusades por usurpación y coacción con un tribunal que nunca había hecho lugar a ninguno de nuestros planteos. Llegábamos a juicio con una Fiscalía que solo había ofrecido suspensiones de juicio a prueba y extorciones disciplinadoras. Llegábamos a un juicio después de un desalojo violento, después de haber sido expulsadas de la universidad, universidad vaciada de cualquier tipo de organización y lucha en su interior. Pero también llegamos con un grupo de compañeres y organizaciones que siempre nos acompañaron, no solo en las movilizaciones y en cada acción de lucha, sino que también nos acompañaron en cada abrazo compañero que necesitamos para llegar enteras a esta instancia. Y ese apoyo en los últimos meses creció tanto que pudimos demostrarles a jueces y fiscales que se puede torcer el curso de este proceso y lograr que la causa caiga.
Fueron cuatro años de batallar en un terreno no propio. Ahora somos nosotras las que decidiremos en que terrenos dar nuestras luchas. Pero sabemos que esto no termina acá, y denunciaremos en las calles, en los juzgados, en las universidades y en cada espacio que ocupen, a cada uno de los responsables de criminalizar y entregar nuestras luchas.
Hoy mas que nunca:
¡La lucha es en las calles!
¡Tomar una universidad no es delito!
¡ Arriba les que luchamos!