domingo, 22 diciembre 2024 - 18:57

UNLaM. Semipresencialidad, variante Delta e incertidumbre

Hace horas, en vísperas del inicio de las inscripciones a las materias del segundo cuatrimestre en la UNLaM, se anunció una nueva decisión del rectorado. La resolución 320/21 plantea la modalidad semipresencial de las cursadas y causó fuerte rechazo en las redes sociales por parte de los estudiantes que, una vez más, no fuimos consultados.

Los puntos clave de la resolución:

  • Las clases son virtuales, pero los departamentos pueden definir clases prácticas o de apoyo presenciales.
  • Los docentes de las cursadas son quienes comunicarán en qué días y horarios aplica la presencialidad, que tiene que cumplir con aforo del 25%. Quienes no deban asistir presencial, tendrán clases virtuales.
  • Quienes cursen de manera presencial deberán presentar una declaración jurada.
  • En las materias presenciales los parciales serán presenciales. En las virtuales al menos uno será virtual, previo espacio de consulta presencial.
  • Se toma como referencia el protocolo de la provincia y las medidas que anuncie el Ejecutivo nacional.

Incertidumbre

Eso es lo que se palpa entre los estudiantes de la UNLaM de diferentes carreras y departamentos. Es que la resolución y las publicaciones oficiales desde las cuales se socializó, dejan demasiados puntos librados a la imaginación. Al consultar en nuestras redes sociales por las opiniones de los estudiantes, estas fueron algunas de las posiciones:

“Nos expone al riesgo de contagio y es imposible organizar horarios, por no saber qué días son presenciales”.

“Toman las decisiones sin consultar a las y los estudiantes ni a los profesores. El CE bien, gracias”.

“Me parece una mala decisión en carreras que no es necesario, nos arriesgan al virus, sin dos dosis, con personas de riesgo y los transportes públicos llenos de gente. Innecesario”.

“Decisión apresurada”.

“Debe ser opcional, cada alumno debe poder elegir la modalidad según considere el riesgo”.

“Estoy de acuerdo si es optativo. Convivo con personas de riesgo y no voy a jugar con su salud”.

“Estoy en contra de la resolución. Debemos cuidarnos y esto es exponernos a nuevos contagios”.

Improvisación inconsulta

Es sabido que una nueva variante del virus nos acecha. Una variante más contagiosa, que en otros países está agravando rápidamente la situación. Si bien es cierto que la vacunación avanza, estamos lejos de que toda la comunidad educativa de la UNLaM esté vacunada con las dos dosis. Esto podría haberse logrado si se hubieran estatizado los laboratorios que producen vacunas en el país, cuya producción se fue a países imperialistas que acapararon por encima de lo necesario.

No hubo sin embargo voluntad política por parte del gobierno de Alberto Fernández, quien comparte adhesión política con el rector Martínez, autor de la resolución. En este contexto, decidir avanzar en clases semipresenciales amerita un debate democrático en el que puedan participar e incidir estudiantes y docentes.

Si bien la resolución contempla protocolos y el aforo, parece ignorar que la mayoría de los estudiantes concurrimos a la universidad en transporte público, hoy reservado para esenciales y cuyo protocolo establece que solo pueden llevar 10 personas paradas. Esta decisión implica sumar miles de personas al transporte público cotidianamente. A esta situación de exposición, se le suma que muchos estudiantes vivimos con personas de riesgo, con lo cual la exposición es mayor.

No ignoramos que hay materias y hasta carreras íntegras que necesitan sí o sí de la cursada presencial para poder avanzar. Ese es el caso por ejemplo de Educación Física, que durante mucho tiempo solicitó poder rendir prácticas; en tales casos entendemos que hay que avanzar, asegurando los protocolos. También es el caso de la mayoría de las materias de Sonido y Grabación, cuyos estudiantes, además de denunciar que se han cerrado las inscripciones para nuevos estudiantes, manifiestan que muchas materias prácticas no fueron contempladas en la modalidad semipresencial, lo cual los traba para poder avanzar en la carrera. El caso de Trabajo Social, cuyas prácticas están ofertadas nuevamente de manera virtual, resulta también llamativo.

No se deslindan de la resolución las razones para establecer parciales presenciales en materias virtuales, ni tampoco se expone el contenido de la declaración jurada, lo cual genera una situación de molestia justificada entre los estudiantes. Tampoco se explica por qué queda a cargo de los docentes la responsabilidad de transmitir la planificación de los días y horarios presenciales, siendo que la decisión fue tomada por el rectorado. No hay explicación de la forma en que las y los docentes podrán sostener paralelamente cursadas presenciales y virtuales. Misma incertidumbre respecto al funcionamiento de las burbujas, ya que la mayoría de los estudiantes cursamos más de una materia y muchos docentes participan de más de una cátedra.

Por último, los cambios se anuncian a horas de la inscripción a las materias, dejando poco margen para la organización. No debemos perder de vista que en nuestra universidad, como en todas las universidades del conurbano, además de que muchos somos primera generación, también muchos trabajamos y tenemos hijos y tareas del cuidado a cargo. Para todos esos sectores, la resolución, con tan poco nivel de detalle y anticipación, resulta desestabilizante. Quizás uno de los criterios a rever es que la presencialidad sea opcional en tanto y en cuanto no estén dadas las condiciones de inmunidad frente al virus y la variante Delta.

Nos preguntamos cuáles son los motivos de tal nivel de improvisación, y si la campaña electoral y la necesidad de mostrar forzadamente un plan de vacunación exitoso, junto con la imagen de una (falsa) normalidad, tienen algo que ver.

Asamblea para intercambiar y organizarnos

Así como el rectorado debería explicar con mayor nivel de detalle la resolución y habilitar mecanismos democráticos para decidir, el Centro de Estudiantes de la LFU (Juventud Universitaria Peronista / PJ) debería hacer una exigencia en este sentido y convocar a una asamblea de urgencia para reunir fuerzas y exigir respuestas. También recae responsabilidad sobre el resto de los grupos con representación tales como Unidad Estudiantil y Estudiantes Autoconvocados.

Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad, exigimos respuestas urgentes que clarifiquen los puntos que anteriormente detallamos, que contemplen las genuinas inquietudes que se expusieron en las últimas horas y que se multiplican en cientos de comentarios de estudiantes en las redes sociales oficiales de la universidad y el Centro de Estudiantes. En ese sentido, creemos oportuno y proponemos autoconvocarnos en una asamblea este viernes 6 a las 17 horas para intercambiar sobre la situación.

MST en el Frente de Izquierda Unidad UNLaM

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