sábado, 23 noviembre 2024 - 07:21

Universidad. El gobierno con el deseo de arancelarle a los migrantes

el recorte de derechos como política pública

Como un boxeador sentido, el gobierno intenta mostrar que está en el centro del ring, intocado. La masiva marcha a nivel nacional del miércoles fue un golpazo que aún los tiene con la visión borrosa. Por ese motivo, para no parecer débil, el gobierno retoma su agenda de exclusión y daño: el arancelamiento para los extranjeros que concurran a las universidades públicas. La iniciativa será enviada al Congreso y ya ha sido confirmada por los principales dirigentes de La Libertad Avanza. Decisión tomada luego de que el presidente Javier Milei confirme el veto a la ley de financiamiento universitario aprobada por el Congreso. Veto que, seguramente, será rechazado por el congreso e infligirá una nueva derrota al gobierno.

“Me parece una medida razonable. Quienes vienen de otras partes a estudiar a nuestro país es gente que no ha pagado ni un impuesto acá durante toda su vida. Nosotros sostenemos la educación, la salud, la seguridad y justicia, me parece razonable que quienes utilicen esos servicios y no han contribuido, paguen algo. Por algo vienen para acá, en sus países no deben ser tan accesibles, entonces lo razonable es que paguen” declaró, sin vergüenza en la cara, el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, miembro más conspicuo de la casta política argentina.

La posibilidad de avanzar en el cobro para los estudiantes extranjeros es una potestad que el Poder Ejecutivo había planteado en el texto inicial de la Ley Bases, pero que fue excluida durante las negociaciones para su aprobación en el Congreso. Fuentes del oficialismo subrayaron que el principio de gratuidad está garantizado para los argentinos residentes, destacando que el texto de la Ley Bases autoriza a las áreas de gobierno a arancelar la educación superior para los extranjeros.

Según dejó trascender el gobierno la semana que viene el presidente Javier Milei enviaría al congreso el capítulo de la Ley Bases sobre educación que había quedado relegado. Además, este artículo fija diferentes criterios para distribuir recursos a todas las casas de altos estudios del país, con especial foco en la relación entre cantidad de alumnos y graduados.

Esto ocurre en pleno conflicto del gobierno con la oposición y con una masa compacta de la sociedad por el financiamiento universitario y contra el veto de Milei. A nivel nacional, la marcha superó el millón de manifestantes, con un importante incremento de los movilizados en las provincias más populosas (y que habían apoyado masivamente a Milei) como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.

Algunos sectores en el gobierno dudan avanzar en esa dirección ya que están en medio del conflicto que generó el veto presidencial. Sin embargo, en el gobierno seguramente avancen en la reglamentación del proyecto luego del debate parlamentario en Diputados previsto para el miércoles 9 de octubre. Lo que plantea la iniciativa que reglamentará el Gobierno en uno de sus artículos es justamente habilitar a las universidades a que les cobren un arancel a los estudiantes extranjeros no residentes.

Ahora, es importante preguntarse ¿por qué hace esto el gobierno? En un contexto de caída abrupta en su imagen, de agotamiento de la paciencia de los trabajadores, de los sectores medios y de los más empobrecidos que ya no pueden viajar para ir a trabajar y que han visto como sus ingresos se pulverizan y sus gastos se triplican, el gobierno lanza esta bomba de humo. ¿Para qué? Mientras genera miseria planificada, mientras avanza con su proyecto de pauperización forzosa de la mayoría la sociedad, lo único que parece quedar es el diálogo con el sector más reaccionario de la sociedad. Dialogar con ese famoso tercio gorila, anti derechos, anti obrero, que ahora se disputan a cielo abierto con Macri. De ese modo, con los legisladores suficientes para avanzar con la “vetocracia” que le permita alejarse de los famosos dos tercios, el gobierno avanza en su proyecto de fujimorización del gobierno, radicalizando sus aspectos más reaccionarios y anti populares. Pero como bien sabemos, en el truco (como en la vida) se puede ganar un par de manos con cartas malas, pero jamás un partido.

Nazareno Mujica

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