El gobierno nos trajo al peor de los mundos, con una inflación galopante y salarios, jubilaciones e ingresos sociales que suben a cuenta gotas o a fuerza de luchas duras como la del neumático, la salud, docentes, organizaciones sociales y el reclamo de jubilades.
No se necesita el dato del INDEC, basta ir al súper o a cualquier comercio para sufrir el saqueo al bolsillo. Aunque las cifras oficiales son lapidarias: 88% de inflación interanual y 112,5% en tasas por letras de Tesorería… Ante ese nivel de saqueo al pueblo trabajador, la burocracia sindical sigue mirando a otro lado.
Y el gobierno, ¿qué hace? Ni una aspirina ante este cáncer: a través de Massa y el aval de Cristina, no plantean ningún control de precios, apenas “acuerdos voluntarios” de precios con empresas sobre 1.700 productos, por solo 90 a 120 días. Tampoco son precios congelados: la Resolución 823 fija apenas “garantizar la venta al consumidor de ciertos productos a un precio fijo o con una variación constante y previamente acordada”. A eso se limitan los Precios (in)Justos.
Eso de nada sirve. Porque el agronegocio, las grandes cadenas y empresarios de la carne, lácteos, bebidas, frutas, verduras, productos de limpieza, higiene y cosmética, subieron antes y por eso la inflación de octubre pegó otro salto. “Hacemos lo que se llama adelantos tácticos de aumentos para cubrirnos”, admitió una de las 20 a 30 grandes compañías que representan el 65% del consumo masivo. Lo mismo había pasado con electrodomésticos y el plan Ahora 30.
Aunque esos “acuerdos” no son ningún control de precios, Juntos y los liberfachos pegaron el grito. Milei salió a defender la “libertad” de las patronales para hacer lo que quieran, al explicar que controlar precios sería “meterse con la propiedad empresaria”. No le importa que el 50% de nuestras infancias sea pobre. Como dijo, “podés elegir morirte de hambre” (Clarín, 30/05). Todos Juntos avalan el festival remarcador. En esto también es claro que derecha sobra y hace falta más izquierda.
Seis medidas para un shock antiinflacionario
No hay “precios justos”, son una estafa. Por eso llamamos a hacer asambleas en cada lugar de trabajo para luchar por un aumento general de salarios, jubilaciones e ingresos sociales Como hace la salud y docentes que paran y movilizan este viernes 17. Pero la burocracia de la CGT y las CTA convocan… al acto electoral el mismo día, pero en defensa de Cristina y su gobierno del ajuste, con Massa, el PJ y el FMI.
Sin depositar ninguna confianza en esa burocracia, debemos exigirles que convoquen a una lucha nacional mientras impulsamos cada reclamo, para ganar la calle y apoyar, buscar coordinar y unir las luchas para que triunfen, y por estas 6 medidas de un shock antiinflacionario, a favor del pueblo trabajador.
1. Aumento general de salarios, jubilaciones y programas sociales actualizados por inflación
Para recuperar poder adquisitivo, reclamar la reapertura de todas las paritarias para que nadie gane menos de la canasta familiar. Cláusula gatillo de actualización automática. Aplicar el 82% móvil real en las jubilaciones.
2. Eliminar el IVA sobre todos los productos de la canasta familiar
Con esto, esa canasta de consumo masivo bajaría un 10% a 21%. La inflación es un “impuesto” regresivo con el que empresarios y gobernantes se apropian indirectamente de nuestros ingresos. Licuan salarios y presupuestos para beneficiar a los patrones y el FMI.
3. Marcha atrás con las subas y congelar los precios bajo control social
Para eso, abrir los libros de las empresas, control por parte de sus trabajadores y definir los costos reales. Control social de precios por consumidores y trabajadores, con comités de control y abastecimiento popular.
4. Ley de Abastecimiento y duras sanciones a quienes remarquen
o desabastezcan
Aplicar la Ley 20.680 de Abastecimiento para castigar al que especule, remarque, acapare o desabastezca. Aunque en 2014 con Cristina se suprimieron disposiciones sobre expropiación, intervención de empresas y el arresto o prisión, su Art. 5º prevé multas, clausuras e inhabilitación. También habilita a ingresar con la fuerza pública, acceder y secuestrar los libros y el gobierno podrá vender y distribuir mercaderías confiscadas (Art. 2º).
5. Nacionalizar el comercio exterior y la banca
Para cortar con quienes desabastecen la “mesa de los argentinos” al vender afuera. Y poder fijar cuánto y qué exportar o importar, luego de garantizar el consumo interno.
6. No pagar la deuda y prohibir la fuga de ganancias
Para volcar esos fondos al salario, un plan de obra pública, viviendas y trabajo genuino.