El día jueves los trabajadores metalúrgicos de la UOM de Villa Constitución realizaron una movilización desde la puerta de la fábrica hasta la plaza central de la ciudad en reclamos contra despidos, suspensiones y rebaja salarial. Desde la Junta Interna de ATE en el INCAA, junto a una delegación de trabajadores del organismo y la diputada Cele Fierro viajamos para llenar de solidaridad el conflicto, unir las peleas y discutir cómo avanzar desde los distintos sectores en lucha una articulación desde abajo que le ponga un freno al plan motosierra de Milei, que está atacando al conjunto de la clase trabajadora y beneficia a la verdadera casta de este país que son los grandes empresarios como Paolo Rocca, dueño del grupo Techint.
Sin dudar, apenas fuimos invitados decidimos acompañar la caravana y movilización convocada por los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución, que contó con el acompañamiento de distintos referentes de otros sindicatos y sectores en lucha.
En Acindar trabajan 3 mil trabajadores directos y se generan 7 mil puestos indirectos más. Ante una abrupta reducción del 35 y el 40 por ciento de las ventas en los últimos meses, la empresa siderúrgica del Grupo Arcelor Mittal, con operaciones en todo el mundo resolvió frenar durante un mes la actividad en las cuatro fábricas del país: Villa Constitución (Santa Fe) que es la principal, San Nicolás (Buenos Aires), La Tablada (Buenos Aires) y Villa Mercedes (San Luis).
Además quiere pasar a disponibilidad a más de 1.700 empleados de empresas contratistas que cumplen tareas en la compañía. A eso se le suma que hace poco más de un mes llegaron unos 150 telegramas de despidos a trabajadores tercerizados. La respuesta fue esta contundente movilización puesta en agenda por los propios trabajadores, que reclamaron el apoyo y el acompañamiento no solo de la CGT y de la UOM regional, sino también de todos lo sectores que dan la pelea contra este gobierno.
Un enemigo en común
Nuestra participación en esta acción es una decisión de lograr una unidad estratégica en la pelea que tenemos por delante. Metalúrgicos y estatales tenemos un enemigo en común. Si ellos se unen para ajustarnos, nosotros tenemos la responsabilidad y la obligación de unirnos para enfrentarlos y derrotarlos.
Desde noviembre del 2023 la rama siderúrgica tiene congelados los salarios por la extorsión que ejerce Paolo Rocca, dueño de Techint, a la Cámara del Acero. Rocca presiona a las grandes empresas del sector para que no cierren un acuerdo paritario con el gremio.
El mismo Rocca puso, en paralelo a este ajuste, a funcionarios de Techint al frente de la Secretaría de Trabajo con el aval del gobierno. Luego de la salida de Omar Yasin, quien asumió la cartera fue Julio Cordero, un abogado laboralista del Grupo que viene colaborando con los equipos libertarios desde la campaña, que fue uno de los promotores de la reforma laboral incluidos en el DNU 70/23 y que cuestionó abiertamente la reducción del horario laboral. Un antiobrero total. Ocupan los dos lados del mostrador para poder despedirnos, flexibilizar las condiciones laborales en favor de las patronales y cercenar cualquier derecho a huelga o protesta que intenta frenarlos. Pero la pelea está abierta y podemos ganar.
Unir las luchas para ganar
Desde la Junta Interna de ATE en el INCAA decidimos organizar una delegación con trabajadores para participar de la concentración en las puertas de la fábrica junto a los metalúrgicos, llevando el apoyo a su lucha y poner en común está situación de que hoy las y los trabajadores metalúrgicos y estatales tenemos los mismos verdugos.
También aprovechamos para darle impulso a la campaña por un millón de firmas en defensa del cine nacional, el INCAA y los puestos de trabajo y seguir recaudando para el fondo de lucha de las y los despedidos del INCAA que siguen organizados para pelear la reincorporación. Además nos pusimos a entera disposición para discutir nuevas acciones en común.
Fortalecer el paro general y el plan de lucha está en nuestras manos
Los anuncios de la CGT de un paro general el próximo 9 de mayo y de una concentración el 1 de mayo en el Día Internacional del Trabajador, demuestra que la presión por abajo no le dan respiro a la burocracia y que aunque no quieran tienen que salir a convocar a un nuevo paro.
Seguro sea una medida para descomprimir o negociar la reforma laboral que entregue derechos conquistados, pero está en nosotros tomar ambas acciones en nuestras manos para que el paro no sea dominguero y no queden aislados de un plan de lucha que es lo que necesitamos construir en las próximas semanas.
Necesitamos que en todos los lugares de trabajo y en cada sindicato se preparen asambleas, plenarios abiertos y reuniones de activistas para que el paro del 9 sea de carácter activo. Con movilizaciones y acciones callejeras en plaza de Mayo y en todo el país y que tenga un programa claro que rechace la reforma laboral, la nueva ley de bases y exigir que se derogue el DNU y el protocolo de Bullrich. Esa es la hoja de ruta a trazar en el camino de fortalecer nuestra unidad en la lucha.
Ingrid Urrutia, Sec. General ATE INCAA