El precio de la divisa extranjera aumentó más de un 5% en una semana y los distintos analistas pronostican un periodo alcista por varios motivos. Entre ellos podemos consignar, según un informe del Grupo de Estudios de la Realidad Económico y Social (GERES) la falta de reservas netas en el Banco Central, que sería de U$S 6.622 millones negativas.
Pero si se descuenta la tenencia de oro del BCRA (U$S 3.823), “las reservas estrictamente líquidas fueron negativas en U$S 10.445 millones, un récord sin precedentes que deja transcender que la entidad estuvo utilizando dólares de los depositantes para intervenir en el mercado[i]”. Las reservas brutas habían bajado hasta U$S 26.616 millones, otra baja récord.
En este marco la falta de un acuerdo con el FMI, que esta semana sufrió una nueva postergación dadas las diferencias que existirían entre los negociadores argentinos y los funcionarios del organismo, la muy probable cobertura con el swap de yuanes de los vencimientos por U$S 3.400 millones que se operan a fin de mes con el organismo, sumado a una altísima inflación -que en el primer semestre del año el INDEC sitúa en un 50,7%, contra una tase del dólar oficial de 47,7% y del dólar blue de 50,3- completarían un combo que estaría explicando las presiones sobre el vertiginoso aumento de la divisa extranjera.
Los economistas suman también el aumentó del ritmo de la emisión monetaria para financiar al Tesoro, que significó un 1,7 billones de pesos, muy por encima de las metas acordadas.
Las trabadas negociaciones con el FMI
Después de reiterar que el acuerdo se encontraba “cerquita”, el pedido de adelanto de fondos frescos del ministro sufrió una nueva frustración. Lejos de sus primeras propuestas de que el organismo adelante todos los vencimientos de este año por U$S 10.600 millones y el primer desembolso del año que viene, más una licencia para usar hasta el 60% para intervenir en el mercado cambiario, las pretensiones de los funcionarios de economía habrían bajado sensiblemente.
Se pretendería que el Fondo libere el desembolso ya atrasado correspondiente a junio por U$S 4.000 millones y también el correspondiente a septiembre, sin exigir mayores cláusulas de ajuste adicional ni devaluaciones extraordinarias, teniendo en cuenta la grave situación creada en las finanzas públicas por la falta de ingresos de alrededor de U$S 20.000 millones, debido a los nefastos efectos de la sequía.
Pese a que distintas fuentes vienen insistiendo en que el FMI “no le va a soltar la mano” al gobierno, precipitando una crisis, a las propuestas de Georgieva de un “acuerdo puente” light hasta después de las elecciones y la supuesta línea del gobierno norteamericano de un arreglo político hasta que termine el periodo electoral, lo cierto es que los trascendidos sobre los detalles de la negociación actual indican una dureza de los funcionarios del organismo, que condiciona una aceptación rápida del ministro candidato en medio de la pelea electoral.
De acuerdo a lo informado por el editorialista Marcelo Bonelli, Rodrigo Valdez, el negociador del Fondo con el que estuvo charlando Massa exige una devaluación del 100% y un recorte fiscal adicional de U$S 2.400 millones.
Las exigencias, luego de una reunión del directorio del FMI en que se habría reprochado el incumplimiento de las metas pactadas con los negociadores argentinos, no considera la emergencia climática a la hora de exigir a toda costa el cumplimiento de los ajustes pactados en el acuerdo. Esto pese a los grandes recortes realizados por Massa, quien en situaciones de emergencia ha hecho recortes récords del gasto público en estos meses.
En este marco existieron desmentidas de los funcionarios chinos sobre la versión de una propuesta al Fondo para “ayudar a Argentina”. La utilización de yuanes para cubrir la emergencia de pagos divide a los analistas, algunos sostienen que el stock de yuanes aprobados para ser utilizados podría cubrir los vencimientos con el Fondo hasta fin de año. Otros, en cambio, señalan que, de no cerrarse un acuerdo con el Fondo, esto generaría una inestabilidad que descontrolaría todas las variantes económicas.
Lo cierto es que más allá del final de las negociaciones, que incluyen variantes como devaluaciones encubiertas vía la imposición de impuestos a las importaciones, el curso de la situación actual demuestra el verdadero papel del Fondo Monetario. Este, pese a los enormes ajustes implementados por uno sus hombres de confianza, el ministro candidato Sergio Massa, reclama más y más recortes, incluso a costa de poner en juego la estabilidad del hombre que ha garantizado la aplicación de sus planes.
No hay salida de la mano del FMI y el imperialismo. Hace falta romper de inmediato con el mismo y los buitres acreedores de la deuda, para diseñar un programa económico al servicio de los trabajadores y el pueblo argentino.
[i] “Los 5 motivos que llevaron al dólar libre por encima de los 500 pesos”, INFOBAE 14/07/2023.