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Este 10 de diciembre se cumple un año de la asunción del líder libertario. Gestión que estuvo atravesada por el apoyo imperialista, acuerdos con la casta, leyes y DNUs antiobreros, vetos y un ajuste descomunal que acompaña una cruenta recesión. También por traiciones de la burocracia, crisis del peronismo y falta de alternativa. Con puntos fuertes y débiles de la izquierda. Dejamos algunas reflexiones al respecto y nuestras propuestas de cara a lo que viene.
Las acciones y el presente de un gobierno de la casta
En búsqueda de poder comprender cómo se desarrolló el primer año del fenómeno liberal, aprovechamos el decálogo de la militancia mileista para observar cómo impactan sus “principios” en la práctica concreta.
Sostienen como uno de sus puntos elementales: “nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas”. ¿Será así?
La concubicencia con la casta es anterior a este periodo, el abrazo con Bulrrich coronó la demagogia de Milei que exclama: “imposible que argentina salga adelante con los mismos de siempre”, de la mano de Caputo, Bullrich y Sturzenegger, figuritas repetidas artífices de viejos ajustes y entregas, que significan malas noticias para los bolsillos del pueblo argentino.
Comenzó su gestión con el mercado de pases de la casta on fire y no solo sumó a su gabinete a los antes mencionados, sino que completó la formación inicial con Guillermo Francos (quien iba a tomar cada vez más protagonismo en el gobierno) y el “pichichi” Daniel Scioli.
Durante este año no se tocó un solo privilegio de la casta, al contrario, esta sigue gobernando y funcionando de la misma manera. Posterior a la frustrada Ley Ómnibus, Milei tuvo que dar un gesto a los gobernadores con el Pacto de Mayo que terminó siendo en julio, y no en Córdoba sino en Tucumán. Pese al pacto, los gobernadores siguen negociando las transferencias hacia sus provincias.
“Nunca hay que negociar las ideas para rascar un voto”, sostiene el decálogo liberal, pero durante este año de gestión, recorrió despachos del Congreso, negociando las ideas y pelando billetera.
Para el gobierno empezó a existir una casta de bien, con la que festejaron con asados en Olivos y se sacaban selfies en la Rosada. Las razones de su júbilo era vetar un mísero aumento a las jubilaciones y recortar el presupuesto de las universidades.
Ambas cámaras del Congreso tuvieron promociones y descuentos durante todo el año para la compra de votos. La ley bases, hito de la gestión libertaria, está hoy en la mira luego del escándalo que involucró la detención del senador Kueider en Paraguay por tener 200 mil dólares sin declarar. Resulta que el legislador peronista ayudó a la aprobación de partes claves de la ley, como el RIGI, y se sospecha que sus ingresos ocultos podrían provenir de sus votos en el Senado.
Los conversos comenzaron a ser llamados héroes desde el poder ejecutivo, y Milei aun teniendo minoría en ambas cámaras pudo avanzar con su plan motosierra. A un año de su gobierno, Milei aparece todavía con fuerte apoyo burgués, con una base social importante que aún lo apoya o que al menos espera mejoras hacia el año próximo. Llega a este fin de 2024 con cierta estabilidad política que intentará usar a su favor en las cercanas elecciones legislativas que se vienen. Por eso está diseñando su plan de estructura nacional electoral, mientras continua con su ajuste, en el marco de la polarización social y política que se mantiene y tendrá seguramente sucesivas expresiones.
Economía entre la superficie y las profundidades
De un shock devaluatorio, a un veranito financiero y hasta respirar cierta estabilidad en la actualidad, fueron algunos de los estadios por los que transitó la gestión libertaria. Pero en estos doce meses la economía se estructuró en función a responder a los intereses de un sector de la sociedad. Con un plan de desregulación en la economía, apoyado por un feroz ajuste a los ingresos de los trabajadores, que junto con otros elementos desembocó en una durísima recesión, son algunas de las cuestiones que responden a porque pueden presentar este clima de estabilidad.
La inflación ha sido uno de los índices con los que más han chapeado Javier Milei y el ministro Luis Caputo. Desde el inicio de su mandato mencionaba la posibilidad, bajo los estándares de un cálculo flojos de papeles, que el país corría el riesgo de desembocar en una inflación anual del 17.000%. En función a esta amenaza, una de las primeras medidas en esta materia fue la de aplicar una durísima devaluación en el tipo de cambio del 118%. Un movimiento con una particularidad importantísima de mencionar, en todo el transcurso de 2024 no existió ninguna recomposición en los ingresos de los trabajadores, en términos reales, para poder afrontar ese movimiento monetario.
Frente a lo que significa una devaluación de ese porte, para resolver los problemas que podrían aparecer en el empresariado, el gobierno les regaló una ayuda importante. Una batería de medidas para la desregulación de la economía, incluidas en el DNU 70/2023, fue lo que le siguió a la devaluación. Varios sectores de la economía se vieron muy beneficiados en esto y los valores de las tarifas de los servicios demostraron cual era el resultado. Las boletas de luz, gas, agua, transporte, e incluso las prepagas a principio de año, tradujeron los efectos de esta desregulación.
Todo ese shock de medidas, junto con la arquitectura cambiaria que establecieron a principios de año (crawling peg) y que beneficiaron al sector de la timba financiera, comenzaron a mostrar sus consecuencias para el trabajador y los beneficios para un sector del empresariado.
Diciembre con un 25,5%, enero 20,6% y febrero 13,2% de inflación fueron los primeros fogonazos contra el ingreso del laburante, en donde la caída del consumo comenzó a estructurarse.
No solo las limitaciones en el ingreso a causa de la devaluación fueron un problema para el conjunto de la población, sino también la destrucción de puestos de empleos fue otro punto en este programa de ajuste. Según un trabajo de CEPA[i] desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024, se perdieron más de 261 mil puestos. Además, la publicación indica que el único repunte existió en: “el agro (+9.918), la minería (+754) y la pesca (+586). Pero estuvieron muy lejos de compensar lo sucedido en el resto de los sectores: construcción perdió 66.000 puestos y la industria manufacturera 29.600 puestos”.
El combo entre devaluación, inflación y destrucción de puestos de empleo hicieron parte de su trabajo a la hora de dañar el poder adquisitivo de los salarios. Si bien en el transcurso del año tuvo algunos cambios entre los registrados privados y los no registrados, el promedio publicado por el INDEC indica un descenso de este de un 9,6% en la capacidad de compra. Además de los salarios, los haberes jubilatorios y las ayudas sociales también fueron duramente atacados por la motosierra del presidente. Según el estudio publicado por IPyPP[ii], en su medición más reciente, la cual abarca los primeros diez meses del año, las jubilaciones mínimas, han perdido un 2,9%. En relación con las prestaciones sociales, como es el caso del ex Potenciar Trabajo, los aportes de este programa se vieron reducidos en un 56% en su capacidad de compra.
Es tal el nivel de ajuste y de destrucción salarial, que la gestión de Milei se anotó algunos récords negativos de carácter históricos. Por ejemplo, el consumo de carne vacuna cayó a mínimos históricos, siendo este el peor en 28 años.
Con una recesión, provocada para ordenar o patear para adelante los problemas y que la macro presente números aceptables para los mercados, el escenario a lo largo del año fue ordenándose para algunos sectores y complicándose para otros. Como lo índica un reciente paper[iii], elaborado por Lucía Ortega y Martín Schorr, compartido por elDiarioAR, los movimientos realizados en materia económica y financiera dejaron ganadores y perdedores. “Los rubros ganadores representan el 32% del PBI total. Esto expresa que el modelo Milei es regresivo para los trabajadores y otros perceptores de ingresos fijos, y también para un sector mayoritario del capital. El podio de ganadores es ocupado por la intermediación financiera”. Un panorama compartido, por el estudio anteriormente citado del centro de Claudio Lozano (IPyPP). En este caso la comparación realizada entre los resultados operativos[iv] y netos[v] de los primeros semestres del 2023 y 2024, de las empresas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires, mostraron claramente a que sectores se beneficiaron. El caso de los relacionados a los hidrocarburos (709.6%) y el sector bancario (450,6%) fueron los que se incrementaron por encima de la media. Y tomando los resultados netos, el área del petróleo y gas (740%) junto el de la producción de alimentos (683%) fueron los grandes beneficiados. A su vez este repunte de los sectores concentrados, en plena crisis, también dio buenas señales gracias a las desregulaciones del DNU70/2023 y las concesiones garantizadas por la Ley Bases. Empresas de la telefonía y de la industria farmacéutica también se anotaron incrementos en sus arcas.
Hay otros elementos que sirven sumarlos al análisis para tratar de entender el veranito financiero. Uno de los ejes rectores del equipo económico, encabezado por el Messi de las finanzas es la obtención del superávit fiscal. Para poder obtener este superávit la motosierra fue voraz. En el caso del gasto público, según el estudio de CEPA anteriormente nombrado, hasta octubre el recorte fue del 29,1%. Además de que las jubilaciones y pensiones cayeron un 24,2%, la obra pública un 23,6% y la lista sigue: “Las prestaciones sociales aportaron 12,8%, los subsidios 12,7%, y los salarios y otros gastos del Estado 12,6%. Las transferencias a provincias y el gasto en universidades representaron 7,8% y 2,5% respectivamente”. Pero este triunfo superavitario tiene su secreto y es el de patear para adelante el pago de obligaciones, como es el caso de los intereses de las LEFI y las LECAPs.
Hoy producto de la aplicación de este programa más de la mitad del país se encuentra por debajo de la línea de la pobreza. Una muestra de que la mayoría trabajadora junto con los sectores populares no fueron los beneficiados por este plan de ajuste y entrega. En cambio, un pequeño sector privilegiado, como se explicó anteriormente, tuvo varias facilidades para capear la crisis. Mientras a los jubilados le sacaron los medicamentos del PAMI, quienes evadieron al fisco fueron beneficiados por un blanqueo de capitales inédito por sus facilidades y beneficios.
Frente a este estado de situación hay conclusiones para sacar. En principio esta ingeniería económica, monetaria y financiera tiene sus contradicciones. en donde sobran cuestiones a resolver. Pero tal vez lo más importante, viendo el nivel de miseria que ha sembrado Milei y los suyos, es preguntarse el cómo, ante tal crisis, se puede hablar de una cierta estabilidad, en donde los mercados le responden, el Riesgo País baja y el dólar no se desbanda. Para eso es fundamental incluir a la política, porque todo este diseño para que pueda seguir manteniéndose vivo tienen que existir direcciones que permitan el desarrollo de este proyecto.
Por el mundo
Como explica el decálogo libertario “dar la batalla cultural en el poder no sólo es recomendable, sino que es obligación”. Así es como Milei recorrió el mundo vociferando sus incoherencias.
Realizó 17 viajes a lo largo de este año, y 7 de ellos fueron a Estados Unidos. Varios de esos viajes fueron para recibir “premios” o participar de foros ultraderechistas, y se pagaron con fondos del heraldo público.
Durante este año, mostró un particular alineamiento con Israel y EE. UU. Pero sus relaciones carnales con Estados Unidos, no le impidieron negociar con China. En gestión, el presidente entendió que no va a comerciar con quien quiere sino con quien puede.
“La única forma de combatir al socialismo es desde la derecha”, escupen los libertarios y apunta Milei mientras recorre el mundo y acusa a todos de socialistas, en un sumun de infusión ideológica que poco tiene que ver con la realidad.
Reconfiguración del régimen
Por otro lado, no podemos evitar mencionar la profundización autoritaria que lleva adelante Milei y que compone un intento de cambio de régimen, en el marco de su proyecto ultraderechista.
En ese sentido, crece el presupuesto para la represión y se crea el protocolo contra la protesta, también resurgen de los sótanos de la democracia la SIDE (que nunca fue eliminada, ni se han abierto sus archivos).
Hemos visto a policías ocupar el lugar de los trabajadores de rampas aeroportuarias para boicotear su huelga y también como quieren penalizar los bloqueos de fábricas.
Además, la represión ha dado un salto y se ha hecho costumbre, posterior a la aprobación de la Ley Bases, cazaron manifestantes en las inmediaciones al Congreso y luego los detuvieron en penales de máxima seguridad.
Todos estos elementos corresponden a restringir aún más la democracia burguesa y consolidar un régimen más autoritario, que pueda sepultar conquistas de la clase trabajadora y garantizar mayores transferencias de ganancia a la burguesía concentrada.
En este mismo sentido, apunta la reforma electoral que Milei acaba de enviar al Congreso, la cual está hecha a medida de un régimen más autoritario, que en términos políticos pretende ser de un puñado de pocos partidos de los ricos y con la izquierda excluida. Así el gobierno diseña un régimen político de casta, privatizando las elecciones para que solo puedan participar quienes sean patrocinados por los grandes sectores de empresarios y poniéndole todo tipo de obstáculos proscriptivos a la izquierda y sectores emergentes. Está por verse todavía si consigue acuerdos parlamentarios para avanzar con esta reforma antidemocrática, que desde ya convocamos a enfrentar.
“Juntos” por el cambio: separados y en disputa
Los bloques crujieron, en el PRO, principal aliado del gobierno reinó la disputa que sacó a Bullrich de la cúpula del partido e intercambio momentos de paz y tensión con la Casa Rosada, que, en el estadio actual, solo quedó tensión posterior a la discusión por ficha limpia. Mauricio Macri no pudo hacerse del lugar al que aspiró todo el año y analiza el futuro del PRO, rumbo a unas elecciones donde puede quedar bastante desdibujado si juega en soledad.
Destino más caótico atravesó la UCR, el partido centenario se encontró en el ojo de la tormenta luego de que sus diputados no defendieron en el parlamento siquiera sus propios proyectos. Los votos radicales estaban en oferta y Milei aprovechó, de forma que decantó en la fragmentación del bloque. Hoy en día, De Loredo, concentra la mayor acumulación de diputados radicales, incluyendo a quienes frecuentaban la Rosada y apoyaron el veto al aumento jubilatorio.
Por otro lado, Lousteau ordenó sus tropas de la cámara baja con el sello de Democracia para Siempre, intentando lavar la imagen del radicalismo. También hay otras expresiones de fragmentación por fuera de ambos bloques.
La situación de Juntos por el Cambio como variante clásica de derecha, mutó de disputar el sillón de Rivadavia a estar cerca de su disolución, que en los hechos pareciera consumada, con pronóstico reservado y crítico para el futuro electoral de sus antiguos componentes.
Fuego íntimo
Las crisis internas no faltaron durante este año, tampoco fueron exclusivas de opositores y aliados, el joven partido liberal navegó sobre importantes grietas internas a lo largo de su gestión.
El primero en ser nominado por el triángulo de hierro que conforman Caputo y los hermanos Milei, fue el antiguo jefe de Gabinete, Nicolas Posse, bajo sospecha de espionaje a otros miembros del gabinete.
Paralelamente en el Congreso, se produjo la ruptura con quien era su presidente de bloque, Oscar Zago que terminó conformando uno propio. Mientras tanto los dejaba Paoltroni en el Senado.
No obstante, ninguno de esos quiebres causó tanto ruido como la crisis con Lourdes Arrieta, diputada mendocina que fue parte de la excursión libertaria al penal de Ezeiza para fotografiarse con genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. Ante la trascendencia que tuvo el tema, Arrieta ventiló que la visita era parte de un proyecto que tenía como intención sacar de la cárcel a los genocidas otorgándoles domiciliaria.
La repercusión política devino en la expulsión de Arrieta del bloque de LLA, quien se fue, no sin antes denunciar a Nicolas Mayoraz, miembro del bloque libertario, por violencia de género.
Al hablar de fragmentaciones en el gobierno es imposible no mencionar la disputa abierta entre el triángulo de hierro y Victoria Villarruel. Desde la Rosada no soportan el protagonismo y la autonomía de la vicepresidenta.
Las risas en los desfiles quedaron lejos y en declaraciones recientes, Milei sostuvo que: “Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. No participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar. Hace mucho tiempo que decide no participar en las reuniones de Gabinete. El diálogo es lo que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles. Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”.
El peronismo: entre su crisis y complicidad con el ajuste
El peronismo no termina de reponerse de la derrota electoral del 2023. Las conclusiones sobre la misma alimentaron el internismo y el dedo que señalaba solo acusaba culpables.
Como si eso fuera poco, una investigación a la secretaria de Alberto Fernández devino en una denuncia por violencia de género de Fabiola Yañez contra el expresidente. Rápidamente el PJ intento lavarse las manos y Fernández terminó renunciando a la presidencia del partido.
Con la presidencia vacante, se abrió un nuevo periodo de lucha por la lapicera que lejos de solucionar las cosas, terminó con Ricardo Quintela acudiendo sin éxito a la justicia para reclamar la validez de su lista. De forma Que CFK se terminó alzando como presidenta del PJ.
La nueva presidencia no termina de suturar las grietas en su partido. La disputa continúa sin trincheras entre La Cámpora y los seguidores de Kicillof, de hecho, posiblemente el armado de listas de cara al 2025 aumente aún más esta tensión.
La disputa interna no es el único problema que atraviesa el peronismo, sino que también está experimentando un rápido corrimiento a derecha. Las cartas y discursos de CFK expresan como ven con buenos ojos la reforma laboral, mayor presencia de las fuerzas de seguridad e incluso una reforma constitucional.
Su estrategia de no enfrentamiento a Milei en término políticos y sindicales permitió que avance gran parte del ajuste. Máximo Kirchner sintetiza la posición de la dirección peronista cuando expresa que hay que dejar de patalear por los vetos y que la forma de enfrentarlo es acumular mayor fuerza legislativa de cara al 2025.
La experiencia de este año demuestra que el Congreso terminó siendo inocuo y que legisladores como Kueider hay en todas las fuerzas patronales. Así el PJ aportó varias veces, desde distintas provincias y por decisión de sus gobernadores, diputados o senadores que ayudaron a Milei y sus leyes.
En términos sindicales, la cúpula de la CGT que hace parte del PJ, demostró su carácter entreguista de una forma descarnada. Cuando analizamos este año de Milei y el por qué llegó hasta acá, vemos que le han permitido avanzar con todo su plan y que sin duda el rol de la vieja burocracia sindical es una de las causas evidentes. Estos dirigentes que no representan a la clase trabajadora merecen todo el repudio. En este último tiempo hasta vive crisis y la renuncia de una representante de una de sus alas: Pablo Moyano de camioneros. Quien igualmente hasta ahora, no da señales de impulsar un plan de lucha contra el plan de guerra de Milei. En medio de estos reacomodamientos por arriba, habrá que ver si surge un nuevo espacio junto a las CTAs, que tampoco han estado a la altura de lo que hace falta, tan solo convocando cada tanto algunas acciones aisladas. A todos ellos les exigimos que sean coherentes y si dicen ser distintos a la cúpula cegetista, convocan a los planes de lucha que hacen falta, organizados y debatidos en la base.
Resistencias abajo y alternativa de izquierda
La motosierra avanza, pero no es lo único. Durante todo este año se han desarrollado importantes luchas contra el proyecto de hambre y miseria de Milei. El 20 de diciembre, a tan solo 10 días de la asunción del presidente y ante la difusión del DNU tiránico 70/23 se produjo: la primera movilización desafiando el protocolo de Bullrich y por la noche, como respuesta a la cadena nacional, decenas de cacerolazos que terminaron en grandes concentraciones en el Congreso y otros centros urbanos.
De los cacerolazos, surgieron asambleas barriales que nuclearon a vecinos y vecinas que querían enfrentar el ajuste del gobierno y fueron participes de las movilizaciones del paro del 24 de enero y contra la Ley Ómnibus, que tiramos en febrero.
También se desarrollaron luchas muy sensibles para la sociedad: La defensa por las universidades se convirtió en una Marea educativa que colmó las calles del país en abril. Fueron las conducciones, las que bloquearon el desarrollo de ese movimiento, que terminó brotando por los poros del movimiento estudiantil, con tomas que fueron de Jujuy a Río Gallegos.
Los jubilados enfrentaron la insensibilidad del gobierno y se encontraron cada miércoles en el Congreso exigiendo jubilaciones dignas y dejando bien claro que “todos somos jubilados, solo es cuestión de tiempo”.
Ante el vaciamiento, los trabajadores de la salud dieron importantes muestras de combatividad. Desde la lucha de hospitales como el Garrahan u el Bonaparte, hasta la de enfermería por el reconocimiento profesional.
Es decir, más allá del rol nefasto de las direcciones sindicales y políticas, la presión social y la lucha de los trabajadores se expresó de diversas maneras. Cumpliendo un papel la izquierda siendo parte de coordinaciones de luchadores que dimos batalla durante todo el 2024.
Esos importantes procesos de lucha igualmente no llegaron a transformarse en un desborde general, el país no ha llegado a ese punto, pese al fuerte descontento social que vive una gran parte de la población. Actúan para eso diferentes causas, entre las cuales se encuentra el desastre anterior a Milei provocado por el peronismo y el macrismo, y la incertidumbre de franjas de masas al no ver alguna alternativa. En este contexto hay que valorar los procesos de lucha que sí se desarrollaron y estar preparados para que el tiempo que viene continúe habiendo expresiones de luchas sociales, para apoyarlas, impulsar y coordinarlas desde abajo.
Pasado un año del gobierno de Milei, un tema central es que debe hacer la izquierda tanto para enfrentarlo en todo su proyecto, como para intentar transformarse en alternativa para grandes franjas de trabajadores y jóvenes.
Como siempre decimos, en el plano de las luchas tenemos que impulsar la mayor unidad de acción, los mayores niveles de frente único frente a cada ataque del gobierno, en defensa de nuestros derechos sociales y democráticos, y hasta derrotar a Milei y todo su proyecto. Haciéndolo en forma crítica e independiente de todas las alas de la burocracia sindical.
Y en el plano político se encuentra nuestro mayor desafío. Tal cual lo planteamos en la Carta Abierta del MST en el Frente de Izquierda, estamos convocando a miles de trabajadores y jóvenes decepcionados con el peronismo, a que den el paso de fortalecer una alternativa nueva junto a la izquierda. Dentro del PJ no habrá soluciones y sí nuevas frustraciones.
Por tal motivo, es necesario que, sobre la base de la valiosa unidad construida en el FITU, con su programa anticapitalista y socialista, nuestro frente impulse una gran convocatoria a referentes sociales, intelectuales, a nuestras y nuestros votantes y simpatizantes, a miles de trabajadores y estudiantes descontentos, a organizaciones y personalidades que nos apoyan y con quienes compartimos diferentes luchas, para hacer del FIT-U un gran movimiento político, un partido común de tendencias donde se puedan organizar miles, además de los cuatro partidos que hoy lo integramos, y que sea una fuerza no solo electoral sino activa en todos los frentes de las luchas sociales, con un funcionamiento interno que aliente y garantice esa perspectiva.
Desde el MST estamos convencidos que el FIT-U tiene que dar un fuerte salto político, tanto para aportar al proceso de luchas que se viene, como para también dar una importante pelea política en las próximas elecciones de 2025, para fortalecer la ubicación política de la izquierda.
A un año del gobierno de Milei, y con muchas luchas, tareas políticas y desafíos por delante, te invitamos a fortalecer en la izquierda y dentro del FIT-U estas ideas y propuestas que desde el MST estamos impulsando. Te proponemos que te sumes, que actives con nuestro partido y nuestras agrupaciones de trabajadores, barriales y estudiantiles. Que seas protagonista en un gran proyecto de izquierda, consecuente en la lucha contra Milei y en la búsqueda de transformar a la izquierda en alternativa de poder, opuesta a todos los partidos capitalistas y a este régimen autoritario que se está construyendo y que tenemos que derrotar.
Gonzalo Zuttión y Santiago Ledesma
[i]https://mcusercontent.com/e9c6f62a4dc825f6a9dab4e88/files/3ed2aa10-f597-7546-852e-779e63d3c253/2024.12.08_El_primer_a_ntilde_o_de_gesti_oacute_n_de_Milei_en_datos.pdf
[ii]https://ipypp.org.ar/descargas/2024/GANADORES%20Y%20PERDEDORES%20de%20la%20Politica%20Libertaria%201er%20Sem%202024.pdf
[iii]https://www.eldiarioar.com/economia/ganadores-perdedores-primer-ano-experimento-economico-doctor-honoris-causa-javier-milei_1_11882769.html
[iv] El resultado operativo muestra el resultado de la actividad de la empresa antes de descontar las partidas financieras e impuestos a las ganancias.
[v] El resultado neto muestra el resultado final que ha obtenido la empresa durante el ejercicio económico, el que puede ser una ganancia o una pérdida